Marcelinho Carioca llegó al Valencia de «dibujos animados» que Jorge Valdano intentó construir en 1997. Fue una construcción demasiado arriesgada, ya que prescindió de la columna vertebral del equipo, enviada en bloque a Mallorca, y se formó un equipo de calidad más que de sacrificio. El brasileño llegó a Mestalla con el sobrenombre de «pie de ángel», por su exquisito toque de balón y su prodigioso lanzamiento de libres directos. Pero poco de él se vio aquí, ya que terminó jugando sólo seis partidos oficiales, y su único gol se lo marcó al Hércules en la Copa Generalitat.

Al Valencia había llegado con 26 años, después de haber despuntado en Brasil con Flamengo (1988-1994) y Corinthians (1994-1997), pero lo único bueno que se vio de él fue una gran jugada contra el Real Madrid con doble regate y disparo lejano que se estrelló en el poste. Tras el cese de Valdano, la llegada de Claudio Ranieri le sacó de las alineaciones, y fue enviado de vuelta al Corinthians en el verano de 1998, donde permaneció hasta 2001. Al año siguiente probó fortuna en el Gamba Osaka de Japón, y posteriormente comenzó un peregrinaje que le llevó al Vasco da Gama (2004), al Ajaccio francés (2004-2005), al Brasiliense (2005-2006), al Santos (2006) y al Santo André, en 2007, donde se retiró en 2010.