Salvador Revert pasó por todas las categorías inferiores del Valencia hasta llegar al CD Mestalla. Allí estaba asentado cuando, durante la crisis de 1983, fue llamado el 23 de octubre para debutar en Primera División con el Valencia CF en un partido contra el Cádiz CF. Se quedó en el primer equipo, llegando a jugar 18 partidos de Liga, pero al finalizar la temporada, volvió al filial donde se quedó hasta 1985, cuando volvió para completar cuatro buenas temporadas en las que fue de menos a más.

Revert era un jugador sacrificado y voluntarioso. Lateral de garra y coraje, se pegaba al rival en los marcajes sin dejarle apenas respirar, cerrándole todas las salidas posibles hasta acorralarle. Tuvo la mala fortuna de vivir la mayor crisis económica e institucional de la historia del club, y en 1986 vivió la amargura del descenso con un equipo plagado de jóvenes canteranos. Su marca de 43 partidos en Segunda en 1987 es el récord absoluto de partidos de Liga de cualquier jugador en el club, compartido con Giner, gracias al eterno calendario de aquella temporada, play-off incluido.

Formó una inexpugnable defensa con Giner y Voro de centrales y Quique por el carril derecho, que ayudó a llevar al equipo desde los infiernos en 1986 hasta la tercera posición en Liga en 1989, llevando al Valencia de Segunda División a Europa en sólo tres años. Se convirtió en aquella época en una defensa clásica, con Arias de hombre libre. Por este motivo, el traspaso de Salvador Revert al Tenerife en el verano de 1989, sorprendió a propios y extraños, ya que en las últimas temporadas su titularidad casi nunca se había visto en entredicho. Completó otras tres buenas temporadas en la isla canaria antes de colgar las botas en el verano de 1992.