José Solves había tenido el orgullo y el privilegio de jugar en el centro del campo del Sueca con Puchades, siendo subcampeón nacional de Tercera tras derrotar al Alavés (3-2) en una final en la que marcó dos desde su posición de mediocentro. Llegó al Mestalla en 1949 y debutó en Segunda División en octubre de 1948 contra el Sporting de Gijón. Durante sus primeras dos temporadas en el filial, Solves destacó por su colocación y aplicación defensiva, lo que le valió para firmar un contrato de cinco años con el primer equipo.

Debutó en Primera el 15 de abril de 1951 contra el Racing de Santander, compartiendo línea con Tonico. Pareció que habría media suecana para rato, pero ésta no se vio hasta la llegada de Sendra porque Santacatalina resultó inamovible y Solves sólo entró en las dos últimas jornadas y como interior izquierdo. Tuvo la mala fortuna de padecer una grave lesión de rodilla durante un entrenamiento que terminó de lastras su progresión, por lo que volvió a reforzar al Mestalla hasta 1954.

Ese verano, con 27 años, decidió poner punto y final a su estancia y Mestalla, y firmó con el Levante, con el que apenas jugó tres partidos de Liga en Segunda. Muy mermado físicamente, llegó a la conclusión de que lo mejor era colgar las botas y, como todos los suecanos de la época, dedicarse a sus tierras.