Antonio Aparicio Perales nació en Enguera y debutó profesionalmente con el Ontinyent en 1932, cuando tan sólo contaba con 19 años. En sólo un año se había convertido en el mejor extremo zurdo de la región y en la estrella del equipo, llamando la atención de varios ojeadores a nivel nacional. En el verano de 1933 fue probado por el Sevilla, pero el Valencia, criticado por la prensa local por dejar que un club andaluz se llevara a una de las perlas del fútbol valenciano, movió ficha con rapidez y lo fichó antes de que los hispalenses pudieran hacerle una oferta.

Contra todo pronóstico, Jack Greenwell apenas le dio oportunidades, y aparte de seis amistosos, únicamente jugó un partido oficial en Primera contra un Arenas de Guetxo ultradefensivo, en un encuentro que acabó sin goles y con media grada bostezando. Fue una pena, porque Antonio era un jugador de velocidad y desborde, con buen regate y capaz de servir unos centros al área medidos. Al finalizar el curso, y viendo que Anton Fibver tenía gustos futbolísticos similares a los de su predecesor, prefirió buscar otras opciones y firmó con el Levante, donde ofreció unas excelentes prestaciones que le permitieron fichar, en 1935, por el Hércules de Alicante, que estaba en Primera División.

Antonio se asentó en el club alicantino, permaneciendo allí hasta 1941, incluyendo la etapa de la Guerra Civil, a excepción de un breve retorno a Valencia para participar con el equipo de Mestalla en dos partidos de la Liga del Mediterráneo. Con el equipo alicantino, marcó 15 goles en 56 partidos en la máxima categoría, contribuyendo a una de las mejores etapas de la historia del club. Finalizada su estancia en la Costa Blanca, aceptó una interesante oferta del Valladolid, que asentado en Segunda luchaba por disputar las promociones de ascenso. El año siguiente marchó a Granada, donde permaneció cuatro temporadas, tres de ellas en Primera y una en Segunda, la de 1945. En el verano de 1946 anunció su retirada como futbolista profesional a los treinta y dos años de edad, tras haber defendido la camiseta nazarí en 47 ocasiones.