Ramón Miralles comenzó a jugar al fútbol en el Olímpic de Xàtiva de su localidad natal como interior y delantero centro. Pronto fue fichado por el Valencia para su cantera, y tras una brece cesión al Atlético Baleares, debutó con el Mestalla de la mano de Picolín Reig a los 19 años de edad el 5 de mayo de 1957 contra el Granada. Ramón permaneció en el filial valencianista hasta el verano de 1961, anotando 22 goles en 53 partidos entre Liga y Copa. Durante su etapa como mestallista, el futbolista debutó con el primer equipo en competición oficial bajo las órdenes de Domingo Balmanya, al disputar como titular el partido de vuelta y el desempate de octavos de final de Copa contra el Atlético de Madrid

Al finalizar la temporada, viendo sus escasas posibilidades de triunfar en el Valencia, firmó con el Córdoba, club con el que logró el ascenso a Primera División en su primera campaña, tras haber anotado 8 goles en 26 partidos. Ramón logró una gran estabilidad en el club andaluz, en el cual permaneció tres cursos más a un gran nivel en la máxima categoría, coincidiendo con los mejores años de la historia del club verdiblanco. En esa estapa anotó 30 dianas en 81 partidos. En 1965 cambió de aires para firmar con el Espanyol, club en el que permaneció tres temporadas en Primera División, consiguiendo 15 goles en 45 partidos. En 1968, cumplida ya la treintena, marchó al Granada, con el que anotó 5 goles en 23 partidos, fichando en 1970 por el Ontinyent, retirándose a los 34 años tras haber disputado 10 partidos en Segunda División con el equipo de la Vall de Albaida. Una vez retirado, fue entrenador de equipos como el Levante (1976-77) y Alzira (1977-78).