El madrileño Tomás González se formó como centrocampista en las categorías inferiores del Atlético de Madrid. Debutó con el equipo filial, el Atlético Madrileño, en la Segunda División a los 19 años de edad, de la mano del técnico Joaquín Peiró, el 30 de enero de 1983, en la vigesimosegunda jornada de Liga contra el Castilla. A partir de ese momento, se convirtió en titular indiscutible disputando 97 partidos oficiales y marcando 15 goles en dos temporadas y media. Su buen rendimiento le llevó a fichar por el Real Oviedo, club en el que completó cuatro excelentes campañas, logrando el ascenso a Primera División en 1988 y participando en un total de 141 partidos oficiales en los que anotó 20 tantos.

Durante su etapa en el club asturiano, Tomás se destapó como un centrocampista trabajador y metódico. Fuerte físicamente, parecía no cansarse nunca y dejaba hasta la última gota de sudor sobre el campo. Se descubrió, además, como un gran goleador, especialista en los misiles de larga distancia, convirtiéndose en un fenómeno nacional gracias a un espectacular cañonazo durante un partido televisado el 25 de febrero de 1989 contra el Atlético de Madrid. Cuando el Valencia anunció su fichaje ese verano, casi nadie dudó que se trataba de una buena inversión, pero su trayectoria en el club de Mestalla, así lo atestiguó.

Tomás permaneció en Valencia cinco temporadas en las que demostró una honradez y profesionalidad al alcance de muy pocos futbolistas. Futbolista de raza y oficio, fue utilizado con regularidad por todos los entrenadores que pasaron por el banquillo de Mestalla entre 1989 y 1994, hasta que la llegada de Carlos Alberto Parreira y, especialmente, Mazinho, le dejaron sin apenas opciones, por lo que prefirió marcharse al Racing de Santander, sin la despedida que, quizás, hubiera merecido por sus servicios al club. Completó dos notables campañas en el club de El Sardinero en la máxima categoría, totalizando 72 apariciones y dos goles. En el verano de 1996 fichó por el Marino de Luanco, donde disputó 34 partidos en Segunda División B antes de poner punto final a su admirable carrera deportiva. Tomás colgó las botas tras haber disputado un total de 501 partidos oficiales y haber marcado 47 goles.