Delantero centro nacido en Navarra en 1912 y con el coraje típico de los jugadores de aquella región, Andrés Jaso comenzó a jugar en Osasuna antes de llegar a Valencia para jugar con el Levante. Allí se ganó la fama de futbolista bravo y luchador, hasta el punto de que la prensa de la época llegó a pedir «una armadura o traje de buzo» para él en referencia a la cantidad de golpes que recibía. Su fama traspasó los límites de la región, pero pese al interés del Barcelona eligió quedarse en la ciudad del Turia para jugar con el Valencia, club al que llegó en el verano de 1934. No fue muy utilizado por Anton Fibver, y únicamente participó en un partido de Liga contra el Atlético de Madrid y varios encuentros del Superregional. Probablemente habría merecido más oportunidades, principalmente debido a la enorme potencia de su disparo con la diestra.

El verano siguiente, a los 23 años, tras completar la pretemporada con Andrés Balsa, fichó por el Sporting de Gijón, que estaba en Segunda División. Allí, pese a sufrir una grave fractura al inicio de la temporada, acabó jugando 12 partidos y marcó 8 goles. Con el estallido de la Guerra Civil y la paralización de las competiciones oficiales, se le perdió la pista, aunque ciertas fuentes apuntan que falleció en un bombardeo durante el conflicto bélico en la playa de Gijón donde estaba entrenando con sus compañeros del Sporting. En 2007, el nombre de Andrés Jaso Garde y el de sus hermanos Aurelio y José, aparecieron en la relación de 69 personas de la Asociación de Familiares de Fusilados y Desaparecidos de Navarra que padecieron violencia o persecución durante la Guerra Civil y la dictadura, cuya memoria fue reconocida en un acto organizado por el Parlamento de Navarra.