Nacido en la localidad valenciana de Chera, en la que se le dio nombre a una calle en honor a su brillante carrera deportiva, Antonio Sánchez, conocido como «el maño» en atención al mote de su familia, llegó al Valencia CF en 1925 para incorporarse al equipo reserva. Le bastaron 15 partidos amistosos para ganarse el puesto en el primer equipo, disputándole el puesto de extremo izquierdo a Cordellat durante varias temporadas, quedándoselo en propiedad hasta 1934. Se trataba de un jugador rápido y habilidoso, capaz de driblar a los contrarios y asistir a los delanteros con precisión milimétrica. Tenía, además, olfato de gol, no en vano marcó 39 goles con la camiseta valencianista según nuestros registros. Pero además de un futbolista bien dotado técnicamente, era un jugador de raza y coraje, capaz de levantar de los asientos a los aficionados con sus arranques de furia.

En 1932, durante el viaje a Getxo para disputar la última jornada de Liga, uno de los taxis que transportaba al equipo hasta la ciudad vasca sufrió un grave accidente a la altura de Teruel al chocar frontalmente con otro automóvil. Cinco de sus seis ocupantes, los jugadores Amorós y Juan Costa, el delegado del club José Leonarte, el entrenador Randolph Galloway y el chófer del taxi, sufrieron leves contusiones y magulladuras. Pero el peor parado resultó ser Antonio, quien recibió un fuerte golpe en la cabeza a resultas del cual sufrió múltiples fracturas, con un diagnóstico muy grave. Afortunadamente, los médicos pudieron salvar su vida y volvió a jugar al fútbol unos meses después, pero su rostro quedó desfigurado tras las diversas reconstrucciones quirúrgicas a las que hubo de ser sometido.

Antonio permaneció en el equipo hasta 1934, año en el que recibió la baja tras haber disputado 267 partidos con el equipo valencianista. Su adiós, que llegó a la vez que los de Enrique Molina y Picolín Reig, provocó grandes críticas en la prensa y en la grada debido a las formas y a la ingratitud mostrada por el club hacia el jugador. Antonio aceptó la decisión con entereza, y dedicó sus ahorros a la industria a través de la empresa que había fundado en 1929, en la que desarrolló una importante carrera tras la Guerra Civil alejado del mundo deportivo. Antonio Sánchez falleció en Valencia el 10 de septiembre de 1988, a los 80 años de edad.