José Carmona Ros nació en Granada en el año 1909. Procedente de una familia numerosa, su afición al fútbol se inició desde muy pequeño. No en vano pertenecía a una autentica dinastía de futbolistas. Sus hermanos, Paquito y Antonio, jugaron con él en el Sporting de Granada, y Enrique, el mayor de todos, fue presidente del Recreativo de Granada desde diciembre de 1931 y en los primeros tiempos del Granada CF.

José, por su parte, fue un magnífico delantero con un espléndido porvenir, que destacó desde muy joven por su capacidad goleadora en la Sociedad Olímpica de Jaén, conocida como Once Rojo por el color de sus camisetas, fichando después por el Recreativo de Granada. El delantero andaluz llegó a Valencia a los 19 años para reforzar el ataque valencianista y continuar en la Universidad de la ciudad del Turia sus estudios de Medicina, convirtiéndose en uno de los pioneros del profesionalismo granadino.

Pese a sus prometedores registros en el club de origen, no tuvo suerte en Mestalla debido a la alta competencia con jugadores como Juan Costa, José Vilanova, Picolín Reig o Jesús Navarro, y no llegó a debutar en competición oficial bajo las órdenes de Anton Fivber. A pesar de todo, su capacidad y efectividad anotadora quedó fuera de toda duda, ya que Carmona jugó 16 partidos amistosos durante la temporada, en los que llegó a anotar la nada despreciable cantidad de 10 goles.

Finalizada la campaña regresó a su tierra natal y la temporada 1931-1932 sería jugador y máximo goleador del Recreativo de Granada. Más tarde, siempre ligado al fútbol, presidiría durante muchos años (1946-1973) la delegación en Granada de la Federación Andaluza de Fútbol y entre 1950 y 1952 fue nombrado delegado de la Federación del colegio de Árbitros. José Carmona lo fue todo en el fútbol granadino, por lo que no es de extrañar que en los medios periodísticos de aquella ciudad se le conociera como el padre del fútbol. Carmona falleció en Granada en el año 1984, a los 75 años de edad.