Ficha de partido
Valencia CF
1 - 0
Athletic Club
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Gabriel Paulista
25'
Toni LatoJosé Luis Gayá
32'
Gonçalo Guedes
43'
Descanso
45'
Iñigo Martínez
60'
PetxarromanLekue
61'
SancetRaúl García
61'
VencedorDani García
61'
Nico WilliamsBerenguer
71'
Yunus MusahBryan Gil
71'
Mouctar Diakhaby
72'
Omar Alderete
74'
ZarragaVesga
82'
Hugo GuillamónGabriel Paulista
83'
Zarraga
95'
Final del partido
96'
Estadio
Rival: Athletic Club
Records vs Athletic Club
Máximo goleador: Mundo Suárez (19 goles)
Goleador rival: Zarra (20 goles)
Más partidos: Vicente Asensi (30 partidos)
Mayor victoria: 5 - 0 (03.04.1949)
Mayor derrota: 0 - 7 (10.10.1954)
Más repetido: 1-1 (23 veces)
Crónica
Un potente disparo del portugués Gonçalo Guedes poco antes del descanso metió al Valencia en la final de la Copa del Rey ante el Athletic Club, al que superó tras 180 minutos muy igualados y en un segundo encuentro en el que un detalle decantó el triunfo a favor del equipo valenciano. El Athletic llevó el peso del partido. Suyo fue el balón durante la mayor parte de los minutos, pero sin ser capaz de crear peligro ante un Valencia agazapado y confiado en sus opciones a la contra, pero que tampoco dispuso de muchas más situaciones que la del talentoso tanto delantero portugués.
El Valencia salió con tres centrales, mientras que el Athletic lo hizo con línea de cuatro en un choque en el que nada de lo que ocurrió en sus minutos iniciales sorprendió: intensidad, un fútbol espeso por momentos y muchos balones divididos que ocasionaron faltas e interrupción del juego. Los primeros fueron de control visitante hasta que el Valencia niveló las fuerzas antes del cuarto de hora de juego, aunque ambos equipos mantuvieron los dos estilos diferentes que se preveían: el Valencia con fútbol directo y el Athletic con acciones más elaboradas.
A mitad del primer periodo, el equipo de Marcelino García Toral había recuperado la iniciativa y trataba de tocar la pelota en la medular para enviar balones al hueco de cara, sobre todo, a Williams, la referencia ofensiva del equipo. Ninguna de esas acciones tuvo éxito, pero sirvieron para que el Valencia continuara con su estrategia, sin lanzarse decididamente al ataque y con envíos largos que no producían peligro. Solo en una ocasión tuvo el Athletic una opción clara de gol cuando Williams encaró la meta del Valencia, dribló a Paulista y obligó a Mamardashvili a lanzarse a sus pies y conjurar el peligro en una acción más que peligrosa.
El equipo vasco falló su oportunidad y dio paso en uno de los contados ataques de los locales al 1-0. Guedes se hizo, tras un rechace defensivo, con un balón fuera de área, se lo colocó a su derecha y lanzó un disparo imposible de parar, que entró a la izquierda de Aguirrezabala. Era el minuto 43 de juego y aunque, motivado por el tanto, los locales tuvieron la oportunidad de hacer el segundo, el marcador ya no varió. El gol del final de la primera parte marcó la dinámica del comienzo de la segunda con una mayor iniciativa del Athletic que necesitaba el gol para equilibrar la eliminatoria, mientras que los locales se planteaban apuntillar al rival al contragolpe.
El dominio visitante pasó a ser completo, aunque sin profundidad porque el Valencia se mostraba como un equipo muy sólido en defensa, aunque sin apenas llegada a la contra, con más de media hora de juego por delante en la que no parecía encontrar más objetivo que aguantar ante los ataques del equipo bilbaíno. A medida que se acercaba el final, se acentuaba lo visto hasta entonces: un Valencia ultradefensivo y un Athletic volcado en ataque pero sin crear excesivo peligro y un final sin que el marcador se moviera a pesar de los ocho minutos de prolongación.
El Valencia salió con tres centrales, mientras que el Athletic lo hizo con línea de cuatro en un choque en el que nada de lo que ocurrió en sus minutos iniciales sorprendió: intensidad, un fútbol espeso por momentos y muchos balones divididos que ocasionaron faltas e interrupción del juego. Los primeros fueron de control visitante hasta que el Valencia niveló las fuerzas antes del cuarto de hora de juego, aunque ambos equipos mantuvieron los dos estilos diferentes que se preveían: el Valencia con fútbol directo y el Athletic con acciones más elaboradas.
A mitad del primer periodo, el equipo de Marcelino García Toral había recuperado la iniciativa y trataba de tocar la pelota en la medular para enviar balones al hueco de cara, sobre todo, a Williams, la referencia ofensiva del equipo. Ninguna de esas acciones tuvo éxito, pero sirvieron para que el Valencia continuara con su estrategia, sin lanzarse decididamente al ataque y con envíos largos que no producían peligro. Solo en una ocasión tuvo el Athletic una opción clara de gol cuando Williams encaró la meta del Valencia, dribló a Paulista y obligó a Mamardashvili a lanzarse a sus pies y conjurar el peligro en una acción más que peligrosa.
El equipo vasco falló su oportunidad y dio paso en uno de los contados ataques de los locales al 1-0. Guedes se hizo, tras un rechace defensivo, con un balón fuera de área, se lo colocó a su derecha y lanzó un disparo imposible de parar, que entró a la izquierda de Aguirrezabala. Era el minuto 43 de juego y aunque, motivado por el tanto, los locales tuvieron la oportunidad de hacer el segundo, el marcador ya no varió. El gol del final de la primera parte marcó la dinámica del comienzo de la segunda con una mayor iniciativa del Athletic que necesitaba el gol para equilibrar la eliminatoria, mientras que los locales se planteaban apuntillar al rival al contragolpe.
El dominio visitante pasó a ser completo, aunque sin profundidad porque el Valencia se mostraba como un equipo muy sólido en defensa, aunque sin apenas llegada a la contra, con más de media hora de juego por delante en la que no parecía encontrar más objetivo que aguantar ante los ataques del equipo bilbaíno. A medida que se acercaba el final, se acentuaba lo visto hasta entonces: un Valencia ultradefensivo y un Athletic volcado en ataque pero sin crear excesivo peligro y un final sin que el marcador se moviera a pesar de los ocho minutos de prolongación.