Ficha de entrenador: Rafa Benítez
Nombre completo: Rafael Benítez Maudes
Fecha de nacimiento: 16/04/1960
Lugar de nacimiento: Madrid (Madrid)
Nacionalidad: España
Tiempo: 1.095 días (2001 - 2004)
Títulos:
Liga 2002, Liga 2004, UEFA 2004 (3)
Debut: 26/07/2001 (Liverpool FC)
Biografía
"Siempre he tenido confianza en mi trabajo. La tengo y la mantengo". Esta frase de Rafael Benítez resume todo el ideario de un entrenador que pasó en 10 meses de ascender al Tenerife a Primera a hacer del Valencia campeón de Liga. No le asustó el reto de tomar el relevo de Héctor Cúper en un vestuario entusiasta, pero roto emocionalmente por las dos derrotas consecutivas en las finales de la Liga de Campeones de 2000 y 2001. Nadie había pensado en él cuando el argentino dejó entrever que su continuidad era casi imposible, pero Javier Subirats, director técnico del club, puso su nombre sobre la mesa y convenció a durísimas penas a la mayoría del consejo de administración del club. Benítez fue la última opción, pero también la más futbolística.
Antes del Tenerife, este licenciado del INEF había entrenado sin mucha suerte al Osasuna, al Valladolid y al Extremadura. Fue a finales de los 90 y el joven entrenador, que había edificado su historial en Madrid, se puso a estudiar. Si había alguien que creía en él eran él mismo y sus compañeros del gimnasio Abasota, donde mataba las horas organizando clases de ejercicios y participando con los socios en partidillos intrascendentes de fútbol sala.
Para entonces, Benítez sabía que todo aquello tenía que pasar tarde o temprano. Su etapa en el Abasota le sirvió, al menos, para conocer a la que seria su esposa y madre de su hijo. Antes del nacimiento de éste, el joven técnico se colgó su mochila a cuestas y se fue a estudiar los sistemas de entrenamientos de equipos ingleses e italianos. No estaba preocupado, pero las ofertas de trabajo no le llegaban.
Todos los futbolistas que ha tenido bajo su tutela le definen como lo más parecido a un profesor táctico y técnico, que ahonda en todos los aspectos de la profesión, incluido el psicológico. Así que tras sus aprendizajes y sus más o menos complicadas, estancias en Osasuna, Valladolid y Extremadura, el tiempo, su fe y su meticulosidad le fueron dando un barniz de sabiduría escasísimo en su gremio.
El Tenerife, desesperado por ascender en la temporada 2000-01, le llamó después de haber estudiado e intentado otras opciones. El tiro salió recto como una vela, y a falta de varias jornadas para finalizar la campaña, Benítez ya tenía la palabra del Valencia, mejor dicho de Subirats, que había empeñado su palabra y su cargo en el Valencia. Sólo pidió expresamente que el Valencia recuperara a Curro Torres (cedido al Tenerife ese año) y no se deshiciera de Mista.
Junto a Paco Aiestarán, su preparador físico, logró que el Valencia llegase a final de temporada con una velocidad más que sus rivales a pesar de la acumulación de partidos que arrastraban. Uno de los secretos de este éxito fueron sus famosas rotaciones. Acertar las alineaciones de Benítez era labor propia de adivinadores profesionales, sobre todo en el centro del campo y en el ataque. Utilizó todas las piezas disponibles para sacarle el máximo rendimiento en su momento más dulce y sin que el equipo se resintiera. Conseguir eso en un vestuario donde durante dos años hubo jugadores excluídos no era fácil.
Pero la de Mestalla es una de las aficiones más exigentes del mundo: las críticas al juego del equipo pusieron a Benítez contra las cuerdas antes de un partido en Montjuïc: se remontó un 2-0 del Espanyol, el técnico conservó su puesto y se lanzó a decir que el título era posible. No lo pasó bien Benítez en aquellos días, pero se lo pensó dos veces antes de estallar. Las resurrecciones de Aimar y de Baraja lo auparon hasta llevar al Valencia a conseguir su quinto título de Liga 31 años después.
Dos años después, Rafa Benítez repitió la fórmula del éxito. El técnico madrileño, en su primera temporada al frente del conjunto de Mestalla acabó con 30 años de sequía y contribuyó a que el Valencia volviera a festejar un título de Liga. Rafa Benítez apenas hizo variaciones en el plantel y así lo dice la estadística, pues 18 jugadores repitieron doblete. Rafa Benítez y sus hombres regalaron a la afición del Valencia CF la celebración de una nueva liga y un título europeo, la Copa de la UEFA.
Pese a todo, pese a convertirse en el entrenador más laureado de la historia del Valencia CF, pese a haber llevado al equipo a sus cotas más altas y disponer de un futuro impresionante, la directiva del equipo che se empeñó en hacerle la vida imposible a Rafa Benítez. Él quería más poder y responsabilidad en el área deportiva, pero no lo tuvo, y en el verano de 2004, ante una atónita y triste afición, Benítez anunció su adiós en una histórica rueda de prensa. Benítez rechazó la oferta de renovación del club de Mestalla y aceptó una suculenta oferta del Liverpool. Marchó a Inglaterra y pronto dejó claro que el Valencia había cometido uno de los mayores errores de su historia, cuando, un año después, llevó al Liverpool a ganar la Liga de Campeones.
Antes del Tenerife, este licenciado del INEF había entrenado sin mucha suerte al Osasuna, al Valladolid y al Extremadura. Fue a finales de los 90 y el joven entrenador, que había edificado su historial en Madrid, se puso a estudiar. Si había alguien que creía en él eran él mismo y sus compañeros del gimnasio Abasota, donde mataba las horas organizando clases de ejercicios y participando con los socios en partidillos intrascendentes de fútbol sala.
Para entonces, Benítez sabía que todo aquello tenía que pasar tarde o temprano. Su etapa en el Abasota le sirvió, al menos, para conocer a la que seria su esposa y madre de su hijo. Antes del nacimiento de éste, el joven técnico se colgó su mochila a cuestas y se fue a estudiar los sistemas de entrenamientos de equipos ingleses e italianos. No estaba preocupado, pero las ofertas de trabajo no le llegaban.
Todos los futbolistas que ha tenido bajo su tutela le definen como lo más parecido a un profesor táctico y técnico, que ahonda en todos los aspectos de la profesión, incluido el psicológico. Así que tras sus aprendizajes y sus más o menos complicadas, estancias en Osasuna, Valladolid y Extremadura, el tiempo, su fe y su meticulosidad le fueron dando un barniz de sabiduría escasísimo en su gremio.
El Tenerife, desesperado por ascender en la temporada 2000-01, le llamó después de haber estudiado e intentado otras opciones. El tiro salió recto como una vela, y a falta de varias jornadas para finalizar la campaña, Benítez ya tenía la palabra del Valencia, mejor dicho de Subirats, que había empeñado su palabra y su cargo en el Valencia. Sólo pidió expresamente que el Valencia recuperara a Curro Torres (cedido al Tenerife ese año) y no se deshiciera de Mista.
Junto a Paco Aiestarán, su preparador físico, logró que el Valencia llegase a final de temporada con una velocidad más que sus rivales a pesar de la acumulación de partidos que arrastraban. Uno de los secretos de este éxito fueron sus famosas rotaciones. Acertar las alineaciones de Benítez era labor propia de adivinadores profesionales, sobre todo en el centro del campo y en el ataque. Utilizó todas las piezas disponibles para sacarle el máximo rendimiento en su momento más dulce y sin que el equipo se resintiera. Conseguir eso en un vestuario donde durante dos años hubo jugadores excluídos no era fácil.
Pero la de Mestalla es una de las aficiones más exigentes del mundo: las críticas al juego del equipo pusieron a Benítez contra las cuerdas antes de un partido en Montjuïc: se remontó un 2-0 del Espanyol, el técnico conservó su puesto y se lanzó a decir que el título era posible. No lo pasó bien Benítez en aquellos días, pero se lo pensó dos veces antes de estallar. Las resurrecciones de Aimar y de Baraja lo auparon hasta llevar al Valencia a conseguir su quinto título de Liga 31 años después.
Dos años después, Rafa Benítez repitió la fórmula del éxito. El técnico madrileño, en su primera temporada al frente del conjunto de Mestalla acabó con 30 años de sequía y contribuyó a que el Valencia volviera a festejar un título de Liga. Rafa Benítez apenas hizo variaciones en el plantel y así lo dice la estadística, pues 18 jugadores repitieron doblete. Rafa Benítez y sus hombres regalaron a la afición del Valencia CF la celebración de una nueva liga y un título europeo, la Copa de la UEFA.
Pese a todo, pese a convertirse en el entrenador más laureado de la historia del Valencia CF, pese a haber llevado al equipo a sus cotas más altas y disponer de un futuro impresionante, la directiva del equipo che se empeñó en hacerle la vida imposible a Rafa Benítez. Él quería más poder y responsabilidad en el área deportiva, pero no lo tuvo, y en el verano de 2004, ante una atónita y triste afición, Benítez anunció su adiós en una histórica rueda de prensa. Benítez rechazó la oferta de renovación del club de Mestalla y aceptó una suculenta oferta del Liverpool. Marchó a Inglaterra y pronto dejó claro que el Valencia había cometido uno de los mayores errores de su historia, cuando, un año después, llevó al Liverpool a ganar la Liga de Campeones.
Otros equipos
Real Valladolid, CA Osasuna, Extremadura CF, CD Tenerife, Liverpool FC, Inter de Milán, Chelsea FC, Nápoles, Newcastle
Récords
Edad debut: 0 años (Liverpool FC)
Edad ult. part.: 34,41 años (Albacete Balompié)
Más partidos: Villarreal CF (10 partidos)
Más victorias: Villarreal CF (6 partidos)
Más empates: Real Sociedad (4 partidos)
Más derrotas: Deportivo Coruña (5 partidos)
Mayor victoria: 10 - 0 (CS Chenois)
Mayor derrota: 0 - 3 (Real Madrid)
Máss repetido: 1-0 (31 veces)
Rachas con el VCF
Ganando: 9
Empatando: 3
Perdiendo: 4
Sin perder: 26
Sin ganar: 5
Sin marcar: 3
Marcando: 13
Encajando: 11
Sin encajar: 6
Sin goles: 1