Fernando Morena escribió su nombre con letras de oro en la historia del Valencia CF el 17 de diciembre de 1980. Su inolvidable gol frente al Nottingham Forest en Mestalla supuso la primera Supercopa de Europa en la historia del equipo, que fue además el primer club español en conquistarla. Fijo en la selección uruguaya, participó en el mundial de Alemania 1974 y en dos ediciones de la Copa América, en 1975 y en 1983, en la que se proclamó Campeón con 2 goles en 2 partidos. Fue uno de los delanteros más importantes del continente sudamericano de finales de los años 70 y principios de los 80, siendo el segundo máximo goleador histórico de la Copa Libertadores (37 goles) y el máximo goleador en la historia la Liga uruguaya con 230 goles. Pese a que sólo permaneció una campaña en el Valencia CF, dejó una profunda huella en Mestalla. Estamos hablando de uno de los mejores delanteros en la historia del fútbol mundial.

Morena había iniciado su carrera deportiva en las categorías inferiores del Racing Club de Montevideo en 1967, hasta que en 1969 ficha por River Plate de Montevideo, debutando en la Primera División el 5 de octubre de 1967, cuando tan sólo tenía 17 años. Allí permanece durante tres temporadas en las que anota 27 goles en 48 partidos, con un promedio de un gol cada dos partidos. Sus buenas actuaciones llamaron la atención de Peñarol, equipo puntero de la Liga uruguaya, que lo fichó en el verano de 1973. En el cuadro mirasol lograría 6 Campeonatos de Liga consecutivos, siendo el máximo goleador en todas las ediciones, y dos Copas Libertadores, siendo el máximo goleador en 4 de ellas. Sus registros con Peñarol fueron inigualables ya que anotó 180 goles en 140 partidos, con un promedio de 1,28 goles por partido. Algo completamente delirante.

A sus 27 años, Fernando Morena era, por derecho propio, uno de los delanteros sudamericanos más cotizados. Para sorpresa de todos, el Rayo Vallecano se hizo con sus servicios en una operación multimillonaria que muchos calificaron de locura. En el equipo madrileño siguió con su efectividad goleadora en una temporada espectacular, marcando 21 tantos en 34 partidos, pero no fueron suficientes para evitar el descenso del conjunto franjirrojo. El Valencia no desaprovechó la situación y lo contrató para asociarle en el ataque con Mario Alberto Kempes. En Mestalla se mostró como un jugador de gran técnica y fortaleza física, con un impresionante juego aéreo y una zurda letal. Además, acumulaba gran experiencia que ayudó a crecer al equipo. Marcó 24 goles en 40 partidos oficiales en una temporada en la que el Valencia podría haber aspirado al título a poco que hubiera apretada y se lo hubiera creído más.

En la jornada 32, durante el partido de Liga en Mestalla contra el Atlético de Madrid, en plena pelea por el título, Arteche le hizo un penalty de libro a Morena. Sánchez Arminio no quiso saber nada del tema y el delantero uruguayo, indignado, le leyó la cartilla al colegiado. Le cayó una sanción de ocho partidos que no le dejó reaparecer con el Valencia en lo que quedaba de temporada. Al finalizar ésta, marchó de vuelta a Peñarol casi obligado por la afición carbonera, que bajo el lema «A Morena lo traemos todos», juntaron dinero para comprar su ficha y llevarle de vuelta. En su segunda etapa con Peñarol, marcó 39 goles en 50 partidos, conquistando una Liga, 3 Copas Libertadores y una Copa Intercontinental, en cuya final, disputada en Santiago de Chile en 1982 frente al Cobreloa, anotó el único gol del partido en el minuto 89. En dicho torneo, Morena se consagró como máximo goleador con 7 goles.

En 1984 fichó por Boca Juniors, donde tan jugó sólo 7 partidos y marcó un gol. Tras su fugaz paso por el fútbol argentino regresó a Peñarol, donde se retiró el 28 de diciembre de 1984, aunque volvió brevemente al fútbol activo, para jugar con Peñarol la Copa Libertadores de 1986. Fernando Morena anotó 334 goles en su carrera profesional entre torneos oficiales de Liga, copas nacionales, internacionales y selección nacional. Incluyendo partidos no oficiales y amistosos anotó la impresionante suma de 668 goles, justo el doble. En el año 2010, fue reconocido por la FIFA como el cuarto mejor goleador de todos los tiempos a nivel mundial, con un promedio de 0,85 goles por partido, a lo largo de toda su carrera. Sin duda, todo un honor y un privilegio que este jugador haya defendido la camiseta del Valencia CF.

Una vez retirado, inició una carrera de técnico en la que no logró igualar sus éxitos como jugador. Entrenó primero al River Plate uruguayo, luego pasó por Peñarol, Real Murcia, Huracán Buceo, Rampla Juniors y Colo-Colo de Chile, además fue ayudante técnico de Héctor Núñez al frente de la selección que disputó el preolímpico de 1996. Finalmente dirigió a Peñarol hasta diciembre de 2005.