Ficha de partido
Athletic Club
2 - 1
Valencia CF
Equipos titulares
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Descanso
45'
Arieta
49'
Artetxe
60'
Daniel MañóAsist: Walter Marciano
75'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Athletic Club
Records vs Athletic Club
Máximo goleador: Mundo Suárez (19 goles)
Goleador rival: Zarra (20 goles)
Más partidos: Vicente Asensi (30 partidos)
Mayor victoria: 5 - 0 (03.04.1949)
Mayor derrota: 0 - 7 (10.10.1954)
Más repetido: 1-1 (23 veces)
Crónica
Lleno en San Mamés para presenciar el encuentro Atlético de Bilbao-Valencia que se anunciaba interesantísimo y que lo ha sido pero no por el juego realizado por ambos contendientes que no ha sido de gran calidad sino por la estrechura que ha señalado el marcador a través de casi todo el encuentro.
Se, puede decir, que fútbol, fútbol de alguna calidad sólo se ha visto en el primer cuarto de hora de la segunda parte y el que lo ha reaizado ha sido el Atlético, que en la primera si bien se ha manifestado en franca superioridad sobre su rival tanto por dominio territorial como por situaciones de marcar, todo o casi todo lo ha hecho sin orden ni concierto, razón que justifica en cierto modo que se llegase al descanso con empate a cero. Porque tirar sobre puerta, vaya si ha tirado la delantera blanquirroja,
pero mal. Con evidente desacierto lo que faltaba para que la meta valencianista se mantuviera infranqueada lo ha puesto Goyo, el cancerbero del once de Meatalla, que se puede decir que ha estado en todo.
Pero el segundo tiempo, ha sido otra cosa, pues nada más se ha iniciado el mismo, el fútbol bilbaíno ha sido mucho mejor que el anterior y rasendo el balón y con sexto sentido de la colocación en la jugada y el hueco para infiltrarse hacia la meta de Goyo ha bordado fútbol de indudable calidad que ha desconcertado a su adversario y que como consecuencia le ha abierto el camino a la victoria, con los dos tantos marcados durante el primer cuarto de hora y con una serie de tiros que no han muerto en la red no porque fueran mal dirigidos o sino porque Goyo ha tenido una tarde fenomenal.
Luego, a medida que el Atlético con dos goles en su haber ha ido aflojando, se ha crecido el Valencia manifestándose en peligrosas escapadas de Walter principalmente que ha obligado a la defensa bilbaína a emplearse a fondo. Fruto de una de estas escapadas, ha venido el gol valenciano, después de señalar el juez de línea un fuera de juego, de un jugador valenciano. Y como dicho juez ha rectificado su decisión mostrándose de acuerdo con la del árbitro, la bronca que se ha registrado fue sido de gala.
En fin, que a partir de este momento el ambiente se ha llenado de dudas y temores ante la posibilidad de que el Valencia lograse lo que tanto afán ha buscado después, el empate. Pero como éste no ha llegado al cumplirse los noventa minutos, ha quedado latente para la historia el triunfo del Atlético merecidísimo, sin duda alguna.
El equipo, pese a jugar cara al sol, ha atacado con extraordinaria rapidez desde el primer momento contraatacando el Valencia en un par de ocasiones sin un tanto así de profundidad. A los cinco minutos el primer córner contra el equipo mestallero. Diez minutos después un tiro fortísimo de Uribe, que Goyo ha desviado a córner, aún a costa de darse un fuerte golpe contra uno de los palos. Viene después una escapada de Walter que desmarcado se ha ido solo hacia la meta bilbaína pero se ha despejado la situación sin novedad. Y así con dominio del Atlético y con avances esporádicos del Valencia se ha llegado al descanso con empate a cero, que no reflejaba lo que había sucedido hasta entonces.
Reanudado el juego desde el comienzo se advierte que el Atlético ha salido con verdadera «garra» para elevarla e la meta de su rival. Juega bien, muy bien y los delanteros tiran sobre puerta de forma peligrosísima. Goyo se tiene que emplear a fondo para neutralizar dos cabezazos casi seguidós de Marcaida, y a los cuatro minutos después de una gran jugada de Gainza, hace mover por primera vez el tanteador. Y justamente otra vez al cuarto de hora, otro centro de Gaínza permite a Arteche marcar el segundo tanto. Se estaba ya camino del triunfo y para fortificarlo aún más los bilbaínos, han lanzado una serie de ataques que parecían predestinados a morir en la red, pero no ha sido así, porque para algo estaba Gayo y en una tarde plena de áciertos bajo los palos.
Ante el dos a cero, el Valencia no ha cambiado de norma, pues ha seguido jugando a la contra tomando como base en el sistema al moreno Walter, jugador de extraordinaria calidad que se ha convertido en la sombra de la defensa blanquirroja. Y en una de sus travesuras, hallándose adelantado en franca posición señalada por el juez de línea, ha recibido un balón que ha cedido a Mañó y este lo ha clavado en la portería defendida por Carmelo. Después ha venido la escena ya descrita con el juez de línea y el árbitro que no ha evitado para nada por cuanto que el gol ha sido dado válido.
Con este tanto la cosa se ha animado bastante sobte todo por parte del Valencia, que buscando con afán el empate, pero el Atlético, dándose cuenta de la situación y del peligro que corría, se ha adueñado del juego, haciendo que se pudiese llegar al final sin variar el resultado.
El Valencia ha defraudado y no en pequefia medida al público que esperaba más, mucho más del mismo, habida cuenta la alineación en el equipo de ese terceto brasileño Walter, Machado y Joel, que en teoria hacía temer por la suerte del Atlético, pero por fortuna para los blinquirrojos no ha sido ya que como se ha manifestado el cuadro levantino, poniendo a sus hombres en una defensiva casi ininterrumpida y a la vez la deficjente e incolora actuación de dos de los tres elementos antes citados, han traído como consecuencia que en la delantera no tuviera el Valencia otro hombre efectivo que Walter. Mal Pasíeguito y discreto Piquer; y en la defensa sobre todo por el centro francamente deficiente. En cambio Goyo, ha hecho un partido soberbio bajo los palos.
Y en lo que se refiere al Atlético, cabe decir de él que ha puesto mucho corazón en la pelea, y desde luego bastante mejor calidad que su adversario. Ahora que fútbol del bueno, ha hecho poco. Los diez minutos primeros de la segunda parte del encuentro y alguna ligera ráfaga del primero y paremos de contar. No obstante ha ganado con todas las de la ley, y su victoria pudo ser más amplia si en el primer tiempo y parte del segundo hubiese habido más orden en sus líneas. El más destacado de la defensa ha sido Etura, cumpliendo con discreción Orúe y Canito, así como Mauri y Maguregui en los volantes, y en la delantera todos bien, y con una distinción especial de Gainza, quien en algunos momentos ha estado en plan de genial de sus buenos tiempos. En cuanto al arbitraje del señor Caballero con unos cuantos lunares popios de la condición con que se ha jugado el partido.
Se, puede decir, que fútbol, fútbol de alguna calidad sólo se ha visto en el primer cuarto de hora de la segunda parte y el que lo ha reaizado ha sido el Atlético, que en la primera si bien se ha manifestado en franca superioridad sobre su rival tanto por dominio territorial como por situaciones de marcar, todo o casi todo lo ha hecho sin orden ni concierto, razón que justifica en cierto modo que se llegase al descanso con empate a cero. Porque tirar sobre puerta, vaya si ha tirado la delantera blanquirroja,
pero mal. Con evidente desacierto lo que faltaba para que la meta valencianista se mantuviera infranqueada lo ha puesto Goyo, el cancerbero del once de Meatalla, que se puede decir que ha estado en todo.
Pero el segundo tiempo, ha sido otra cosa, pues nada más se ha iniciado el mismo, el fútbol bilbaíno ha sido mucho mejor que el anterior y rasendo el balón y con sexto sentido de la colocación en la jugada y el hueco para infiltrarse hacia la meta de Goyo ha bordado fútbol de indudable calidad que ha desconcertado a su adversario y que como consecuencia le ha abierto el camino a la victoria, con los dos tantos marcados durante el primer cuarto de hora y con una serie de tiros que no han muerto en la red no porque fueran mal dirigidos o sino porque Goyo ha tenido una tarde fenomenal.
Luego, a medida que el Atlético con dos goles en su haber ha ido aflojando, se ha crecido el Valencia manifestándose en peligrosas escapadas de Walter principalmente que ha obligado a la defensa bilbaína a emplearse a fondo. Fruto de una de estas escapadas, ha venido el gol valenciano, después de señalar el juez de línea un fuera de juego, de un jugador valenciano. Y como dicho juez ha rectificado su decisión mostrándose de acuerdo con la del árbitro, la bronca que se ha registrado fue sido de gala.
En fin, que a partir de este momento el ambiente se ha llenado de dudas y temores ante la posibilidad de que el Valencia lograse lo que tanto afán ha buscado después, el empate. Pero como éste no ha llegado al cumplirse los noventa minutos, ha quedado latente para la historia el triunfo del Atlético merecidísimo, sin duda alguna.
El equipo, pese a jugar cara al sol, ha atacado con extraordinaria rapidez desde el primer momento contraatacando el Valencia en un par de ocasiones sin un tanto así de profundidad. A los cinco minutos el primer córner contra el equipo mestallero. Diez minutos después un tiro fortísimo de Uribe, que Goyo ha desviado a córner, aún a costa de darse un fuerte golpe contra uno de los palos. Viene después una escapada de Walter que desmarcado se ha ido solo hacia la meta bilbaína pero se ha despejado la situación sin novedad. Y así con dominio del Atlético y con avances esporádicos del Valencia se ha llegado al descanso con empate a cero, que no reflejaba lo que había sucedido hasta entonces.
Reanudado el juego desde el comienzo se advierte que el Atlético ha salido con verdadera «garra» para elevarla e la meta de su rival. Juega bien, muy bien y los delanteros tiran sobre puerta de forma peligrosísima. Goyo se tiene que emplear a fondo para neutralizar dos cabezazos casi seguidós de Marcaida, y a los cuatro minutos después de una gran jugada de Gainza, hace mover por primera vez el tanteador. Y justamente otra vez al cuarto de hora, otro centro de Gaínza permite a Arteche marcar el segundo tanto. Se estaba ya camino del triunfo y para fortificarlo aún más los bilbaínos, han lanzado una serie de ataques que parecían predestinados a morir en la red, pero no ha sido así, porque para algo estaba Gayo y en una tarde plena de áciertos bajo los palos.
Ante el dos a cero, el Valencia no ha cambiado de norma, pues ha seguido jugando a la contra tomando como base en el sistema al moreno Walter, jugador de extraordinaria calidad que se ha convertido en la sombra de la defensa blanquirroja. Y en una de sus travesuras, hallándose adelantado en franca posición señalada por el juez de línea, ha recibido un balón que ha cedido a Mañó y este lo ha clavado en la portería defendida por Carmelo. Después ha venido la escena ya descrita con el juez de línea y el árbitro que no ha evitado para nada por cuanto que el gol ha sido dado válido.
Con este tanto la cosa se ha animado bastante sobte todo por parte del Valencia, que buscando con afán el empate, pero el Atlético, dándose cuenta de la situación y del peligro que corría, se ha adueñado del juego, haciendo que se pudiese llegar al final sin variar el resultado.
El Valencia ha defraudado y no en pequefia medida al público que esperaba más, mucho más del mismo, habida cuenta la alineación en el equipo de ese terceto brasileño Walter, Machado y Joel, que en teoria hacía temer por la suerte del Atlético, pero por fortuna para los blinquirrojos no ha sido ya que como se ha manifestado el cuadro levantino, poniendo a sus hombres en una defensiva casi ininterrumpida y a la vez la deficjente e incolora actuación de dos de los tres elementos antes citados, han traído como consecuencia que en la delantera no tuviera el Valencia otro hombre efectivo que Walter. Mal Pasíeguito y discreto Piquer; y en la defensa sobre todo por el centro francamente deficiente. En cambio Goyo, ha hecho un partido soberbio bajo los palos.
Y en lo que se refiere al Atlético, cabe decir de él que ha puesto mucho corazón en la pelea, y desde luego bastante mejor calidad que su adversario. Ahora que fútbol del bueno, ha hecho poco. Los diez minutos primeros de la segunda parte del encuentro y alguna ligera ráfaga del primero y paremos de contar. No obstante ha ganado con todas las de la ley, y su victoria pudo ser más amplia si en el primer tiempo y parte del segundo hubiese habido más orden en sus líneas. El más destacado de la defensa ha sido Etura, cumpliendo con discreción Orúe y Canito, así como Mauri y Maguregui en los volantes, y en la delantera todos bien, y con una distinción especial de Gainza, quien en algunos momentos ha estado en plan de genial de sus buenos tiempos. En cuanto al arbitraje del señor Caballero con unos cuantos lunares popios de la condición con que se ha jugado el partido.