Ficha de partido
Real Madrid
3 - 1
(Prorroga)
Valencia CF
Equipos titulares
11
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Vicente Seguí
36'
Descanso
45'
Macala
50'
Inicio pr�rroga
90'
Montalvo
93'
Alonso
110'
Final del partido
120'
Estadio
Rival: Real Madrid
Records vs Real Madrid
Máximo goleador: Mundo Suárez (13 goles)
Goleador rival: Raúl (17 goles)
Más partidos: Vicente Asensi (28 partidos)
Mayor victoria: 6 - 0 (09.06.1999)
Mayor derrota: 1 - 7 (23.08.1990)
Más repetido: 1-2 (27 veces)
Crónica
El Club Atlético San Lorenzo de Almagro, de Buenos Aires, instituyó la Copa Eva Duarte Perón, que deben disputar el campeón de Liga y el de la Copa del Generalísimo. No era la más propicia ocasión para encuentro de tanta importancia deportiva como "histórica" esta época tan avanzada de la temporada, y como, por otra parte, los equipos no podían disponer de los elementos que figuran preseleccionados, el público se retrajo.
Aunque las alineaciones no eran las más completas por estas razones señaladas, el juego fue espectacular al comienzo. Quince minutos de dominio eficaz y brillante del Madrid, que luego se esfumó y fue un juguete de un Valencia que marcó un solo gol, obra de Seguí, no obstante actuar en los forasteros en dueños casi absolutos.
En la segunda parte, los locales pusieron nuevos empeños en la lucha, logrando dominar y marcar pronto el gol del empate, que fue un tiro de Alsúa que rechazó flojamente el guardameta, aprovechando Macala para conseguir el tanto.
Todo el resto del plazo fue de juego igualado, aunque los ataques valencianos engendraban mayor peligro por la poca seguridad del guardameta Hilario. Hubo, pues, que jugar una prórroga de media hora que, contra lo que podía suponerse, acusó mayor agotamiento en el Valencia que en el Madrid. O éste sacó mayores fuerzas de flaqueza.
Lo cierto fue que la prórroga ofreció sus puntas y ribetes de final emocionante, y que durante el primer cuarto de hora, los merengues, endurecidos en la brega, jugaron mucho y marcaron dos magníficos tantos, rematados por Montalvo el primero, y Alonso el segundo, al término de fases tan espectaculares como ovacionadas.
Terminado el encuentro, el embajador de la Argentina, señor Radío, hizo entrega a Ipiña de la copa, al propio tiempo que le felicitó calurosamente. El partido fue, en conjunto, entretenido y hasta emocionante, sin que le faltaran los rasgos de dureza del Valencia y los extraordinarios contrastes del guardameta Hilario. Cuanto a los actores, el mejor Navarro, como defensa central, y todos luchando contra el cansancio lógico de una temperatura excesiva y una falta de preparación física menos lógica.
Aunque las alineaciones no eran las más completas por estas razones señaladas, el juego fue espectacular al comienzo. Quince minutos de dominio eficaz y brillante del Madrid, que luego se esfumó y fue un juguete de un Valencia que marcó un solo gol, obra de Seguí, no obstante actuar en los forasteros en dueños casi absolutos.
En la segunda parte, los locales pusieron nuevos empeños en la lucha, logrando dominar y marcar pronto el gol del empate, que fue un tiro de Alsúa que rechazó flojamente el guardameta, aprovechando Macala para conseguir el tanto.
Todo el resto del plazo fue de juego igualado, aunque los ataques valencianos engendraban mayor peligro por la poca seguridad del guardameta Hilario. Hubo, pues, que jugar una prórroga de media hora que, contra lo que podía suponerse, acusó mayor agotamiento en el Valencia que en el Madrid. O éste sacó mayores fuerzas de flaqueza.
Lo cierto fue que la prórroga ofreció sus puntas y ribetes de final emocionante, y que durante el primer cuarto de hora, los merengues, endurecidos en la brega, jugaron mucho y marcaron dos magníficos tantos, rematados por Montalvo el primero, y Alonso el segundo, al término de fases tan espectaculares como ovacionadas.
Terminado el encuentro, el embajador de la Argentina, señor Radío, hizo entrega a Ipiña de la copa, al propio tiempo que le felicitó calurosamente. El partido fue, en conjunto, entretenido y hasta emocionante, sin que le faltaran los rasgos de dureza del Valencia y los extraordinarios contrastes del guardameta Hilario. Cuanto a los actores, el mejor Navarro, como defensa central, y todos luchando contra el cansancio lógico de una temperatura excesiva y una falta de preparación física menos lógica.