Ficha de partido
EC Granollers
2 - 2
Valencia CF
Equipos titulares
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
José Richart
1'
Descanso
45'
Ferrer
70'
José Vilanova
75'
Saló (Pen.)
87'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: EC Granollers
Records vs EC Granollers
Máximo goleador: José Vilanova (4 goles)
Goleador rival: Ferrer (1 goles)
Más partidos: Antolín Rodríguez (2 partidos)
Mayor victoria: 6 - 0 (04.04.1937)
Mayor derrota: Ninguna
Más repetido: 2-2 (1 veces)
Crónica
Empezó el partido con un ataque del Valencia, que había de terminar inopinablemente en goal. Un free-kick, un córner y un cambio de juego preciso, a la salida del mismo, que llevó el cuero a pocos metros del marco de Nogués, entrando al remate cómodamente, ante la perplejidad del adversario, el exterior Richart, cruzando el balón con sólo un pequeño roce que le valió el sorpredante tanto. Total, minuto y medio de juego.
Después, el Valencia cobró excesiva confianza y no hizo gran cosa aun cuando aparentemente se empleaba a fondo. El Granollers fué reaccionando a medida que el tiempo avanzaba y hasta tuvo, por espacio de unos diez minutos, dominado a su contrario, que se defendía al principio embarulladamente y luego con más precisión y efectividad. Faltando unos diez minutos, se lesionó Rubies y permutó con Ferrer, acabándose de estropear la línea hasta el final del tiempo. También en encontronazo en apurada, salida, se causó Antolín una herida en la cabeza que le hubo de ser vendada.
En la segunda parte, al minuto de empezada, volvió a marcar el Valencia por obra de Vilanova, pero el árbitro silbó al mismo tiempo el off-side del equipier valencianista, invalidando el tanto, ente el disgusto de los perjudicados. Pocos momentos después, un precioso avance de Garí con remate raso y fuerte, detenido por Antolín, fue hasta entonces la mejor jugada realizada en ofensiva por los titulares. El Granollers volvió a reaccionar ante el juego poco eficaz y torpón de la vanguardia valencianista, y dominó con insistencia, llegando a realizar entonces entonces e ljuego más meritorio, en el que tomó parte la ayuda de la línea media, verdaderamente eficaz.
Una buena jugada entre Sanz y Ferrer con tanto a la vista, la inutilizó el árbitro por off-side del último citado, lo que vino a ser sobre el papel una compensación del tanto anulado anteriormente al Valencia. A los veinticinco minutos, el Granollers logró el empate. Ferrer acertó a internarse ante la indecisión contraria y a pocos pasos de Antolín cruzó un disparo fuerte y raso, verdaderamente imparable. A este excelente tanto respondió el Valencia con ataques rápidos y codiciosos, como despertando del sopor en que la ventaja tan fácilmente conseguida al principio les tenía sumidos. Y los titulares se defendieron magníficamente por una lógica elevación de moral.
Pero no impidieron que en un ataque iniciado a mitad de campo, Vilanova soltara un disparo desde unos veinticinco metros, excelentemente dirigido, que no pudo detenerlo Nogués por un mal cálculo de las distancias. Y el Valencia recuperó nuevamente su ventaja, esta vez de un modo magnífico y meritorio, faltando sólo unos quince minutos para el final. El partido quedó nivelado y aunque de vez en cuando eran firmemente atacadas las dos puertas, el resultado parecía inalterable.
Mas tres minutos antes de finalizar el match, en una fuerte presión del Granollers en las líneas defensivas adversarias, ocasionó un barullo que acabó con un penalty. El balón quedó parado por el brazo de un valencianista (creemos que fue Conde) de un modo que no nos atreveríamos a reputar de intencionado. Los visitantes discutieron con el juez, pero todo fué inútil. Y Saló marcó el definitivo empate.
Después, el Valencia cobró excesiva confianza y no hizo gran cosa aun cuando aparentemente se empleaba a fondo. El Granollers fué reaccionando a medida que el tiempo avanzaba y hasta tuvo, por espacio de unos diez minutos, dominado a su contrario, que se defendía al principio embarulladamente y luego con más precisión y efectividad. Faltando unos diez minutos, se lesionó Rubies y permutó con Ferrer, acabándose de estropear la línea hasta el final del tiempo. También en encontronazo en apurada, salida, se causó Antolín una herida en la cabeza que le hubo de ser vendada.
En la segunda parte, al minuto de empezada, volvió a marcar el Valencia por obra de Vilanova, pero el árbitro silbó al mismo tiempo el off-side del equipier valencianista, invalidando el tanto, ente el disgusto de los perjudicados. Pocos momentos después, un precioso avance de Garí con remate raso y fuerte, detenido por Antolín, fue hasta entonces la mejor jugada realizada en ofensiva por los titulares. El Granollers volvió a reaccionar ante el juego poco eficaz y torpón de la vanguardia valencianista, y dominó con insistencia, llegando a realizar entonces entonces e ljuego más meritorio, en el que tomó parte la ayuda de la línea media, verdaderamente eficaz.
Una buena jugada entre Sanz y Ferrer con tanto a la vista, la inutilizó el árbitro por off-side del último citado, lo que vino a ser sobre el papel una compensación del tanto anulado anteriormente al Valencia. A los veinticinco minutos, el Granollers logró el empate. Ferrer acertó a internarse ante la indecisión contraria y a pocos pasos de Antolín cruzó un disparo fuerte y raso, verdaderamente imparable. A este excelente tanto respondió el Valencia con ataques rápidos y codiciosos, como despertando del sopor en que la ventaja tan fácilmente conseguida al principio les tenía sumidos. Y los titulares se defendieron magníficamente por una lógica elevación de moral.
Pero no impidieron que en un ataque iniciado a mitad de campo, Vilanova soltara un disparo desde unos veinticinco metros, excelentemente dirigido, que no pudo detenerlo Nogués por un mal cálculo de las distancias. Y el Valencia recuperó nuevamente su ventaja, esta vez de un modo magnífico y meritorio, faltando sólo unos quince minutos para el final. El partido quedó nivelado y aunque de vez en cuando eran firmemente atacadas las dos puertas, el resultado parecía inalterable.
Mas tres minutos antes de finalizar el match, en una fuerte presión del Granollers en las líneas defensivas adversarias, ocasionó un barullo que acabó con un penalty. El balón quedó parado por el brazo de un valencianista (creemos que fue Conde) de un modo que no nos atreveríamos a reputar de intencionado. Los visitantes discutieron con el juez, pero todo fué inútil. Y Saló marcó el definitivo empate.