Ficha de partido: 29.08.2007: IF Elfsborg 1 - 2 Valencia CF

Ficha de partido

IF Elfsborg
IF Elfsborg
1 - 2
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Iván HelgueraAsist: Joaquín Sánchez
3'
FlorenMobaeck
18'
Alexandersson
30'
Descanso
45'
Javier ArizmendiFernando Morientes
55'
Iván Helguera
60'
David VillaDavid Silva
61'
M. SvenssonIlola
63'
M. Svensson
70'
AnderssonJ. Karlsson
74'
Alexis RuanoEmiliano Moretti
84'
Berglund
85'
David Villa
90'
Final del partido
91'

Estadio



Nombre: Boras Arena
Aforo: 17.800 espectadores
Ubicación: Boras (Västergötland) 
Inauguración: 17/04/2005

Rival: IF Elfsborg

Records vs IF Elfsborg

Máximo goleador: David Silva (1 goles)
Goleador rival: Alexandersson (1 goles)
Mayor victoria: 3 - 0 (14.08.2007)
Mayor derrota: Ninguna
Más repetido: 3-0 (1 veces)

Crónica

Era el día de poner el cuño al expediente. Con todo ya redactado, había que dar curso al informe que permite al Valencia acceder a la sala noble de la Liga de Campeones. Y había que finiquitar el tema cuanto antes porque era una jornada rara, de esas que ponen la piel de gallina. A miles de kilómetros lloraba el deporte español y en Suecia el Valencia se veía en la obligación de dedicarle el éxito a Antonio Puerta.

Lo hizo muy pronto. No quiso esperar demasiado. Tras el minuto de silencio previo al choque, Helguera consiguió su primer gol con el Valencia en un cabezazo perfecto. Rápidamente los futbolistas se unieron y señalaron el cielo. Era el mejor homenaje para el malogrado joven. Con el tanto, el Valencia daba un golpe de autoridad. Advertía al animoso equipo sueco de que no les iba a dejar ni un segundo para ilusionarse. Bueno, tras el resultado de la ida, casi que todos tenían claro que la eliminatoria sólo tenía color blanquinegro. Pero, bueno, por si acaso ahí estaba el acierto del central.

A partir de aquí, tranquilidad total. El Valencia se dedicó entonces a tocar el balón con Silva como eje principal. Mientras Sunny y Marchena frenaban las acometidas suecas, el canario asistía a derecha e izquierda para que Joaquín y Gavilán se colaran hasta la línea de fondo. En una de ellas el gaditano se marcó una de sus clásicas jugadas, con un recorte y un chut con su pierna izquierda que se fue contra el palo de la portería del Elfsborg. Los suecos, pese a moverse sobre su hábitat natural del césped artificial, decidieron que no era cuestión de llevarse una goleada en su casa. Que eso no está bien. Y para ello se decantaron por la peor de las elecciones: pegar patadas. Silva se convirtió en el centro de la diana. Por un lado y por otro. Luego apuntaron a Joaquín, a Morientes...

Pero a veces la suerte también juega y en este caso decidió decantarse por el Elfsborg. En un chut que parecía fácil para Hildebrand, el balón rozó en el pie de Joaquín y se coló en la portería valenciana. Para el conjunto de Quique nada suponía, pero para los locales marcar a uno de los mejores equipos de Europa era todo un acontecimiento. Eso sí, el empate influyó muy poco en el futuro del partido. El Valencia jugaba a menos revoluciones de las habituales. No le hacía falta. Daba la sensación que si en algún momento el equipo tenía que apretar, lo podía hacer cuando y como quisiera. Cuando se llegaba casi al final del primer acto, apareció otro protagonista: la lluvia, que ya no desapareció hasta el final del choque.

A escasos segundos de marcharse a los vestuarios Gavilán tuvo la opción de ampliar el marcador a favor del Valencia. El de Benimaclet se marchó por velocidad por su banda pero el guardameta sueco desvió el disparo. Fue el último cartucho de la primera fase. En la segunda llegaron algunas más. Y todas ellas con los valencianistas como protagonistas. El Elfsborg se veía desbordado y continuó mostrando su única arma, que no era otra que llenar de cardenales los tobillos y las rodillas de los blanquinegros. Caneira y Helguera se llevaron algún recadito mientras el árbitro intentaba poner paz.

Pero mientras unos ofrecían patadas, los otros intentaban alguna jugada de mérito. Es cierto que con el campo mojado y con la eliminatoria resuelta las ocasiones fueron contadas. Una de las más claras fue un cabezazo del más pequeñito del Valencia. Silva siempre tiene la virtud de colarse entre las torres rivales para poner en peligro las porterías contrarias. Pero Quique decidió que lo mejor era evitar problemas y empezó con los cambios. Arizmendi entró por Morientes y Villa por Silva. El asturiano rápidamente se puso a lo que sabe, aunque esta temporada le está costando más de la cuenta marcar goles. Joaquín volvió a ser el mejor amigo de Villa y le dejó un balón perfecto para que el delantero pudiera hacer el avioncito. No lo logró. Parece que esta vez tampoco sería su día. Error.

Mientras el agua no dejaba de caer, Sunny y Marchena continuaban con su labor. El dúo del centro del campo logró que todas las aproximaciones suecas se quedaran en la frontal del área. Hildebrand parecía un espectador de privilegio. Y es que ya estaba todo hecho. Había que protegerse de las lesiones y buscar nuevas experiencias. Cuando ya todos ansiaban la reparadora ducha, David Villa quiso poner fin a su ominosa racha. Ya era hora de marcar. Lo necesitaba él y también el Valencia. Todos. Y esperó al último minuto. Actuó como un cazagoles. En una jugada mágica de Joaquín, el rechace del portero lo aprovechó el asturiano para marcar el tanto de la victoria. Todos respiraron. El crack ya está otra vez listo. Que tiemblen los defensas. Ahora a por la Liga y la Liga de Campeones. Es el sitio natural del Valencia, entre la aristocracia.