Ficha de partido
Valencia CF
3 - 0
Real Madrid
Equipos titulares
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
José Sánchez Lage (Pen.)
13'
Descanso
45'
Vicente GuillotAsist: Muñoz Cerdá
56'
Waldo MachadoAsist: José Sánchez Lage
76'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Real Madrid
Records vs Real Madrid
Máximo goleador: Mundo Suárez (13 goles)
Goleador rival: Raúl (17 goles)
Más partidos: Vicente Asensi (28 partidos)
Mayor victoria: 6 - 0 (09.06.1999)
Mayor derrota: 1 - 7 (23.08.1990)
Más repetido: 1-2 (27 veces)
Crónica
Esta tarde el público ha vibrado con gran emoción ante el estupendo partido realizado por el Valencia ante el Madrid. Preocupaba mucho la presencia de Puskas, después de sus cuatro tantos a los campeones de Holanda. Pero Barinaga tuvo la valentía de elegir a los jugadores que pudieron mejor replicar al Madrid y sobre todo la presencia del modesto Egea ha constituido un éxito singular para este muchacho y para el Valencia, puesto que su rendimiento fue algo realmente deshusado.
En la primera parte empleando los dos el mismo sistema 4-2-4, el Valencia tomó las riendas del partido, creó una serie de situaciones de gran peligro para Betancort, resueltas en tres ocasiones con desvíos a córner cuando la pelota parecía estar ya dentro. Luego, a un minuto del descanso, hubo otra pelota que no traspasó la línea de puerta por verdadera casualidad y sólo subió un gol al marcador de los cuatro que pudo lograr el Valencia y precisamente como consecuencia de un penalty con que fue sancionada una mano de Tejada, desviando un pase entre dos atacantes valencianos. Sánchez Lage lo transformó en gol y con este tanto se llegó al descanso.
En la segunda parte el Madrid intentó dar una mayor viveza a su delantera, adentrándose Gento en busca del hueco por donde disparar. Pero la cobertura del Valencia, con los aciertos constantes de Egea y Mestre, sobre todo y la colaboración inconmensurable de Sánchez Lage, creando juego, fue cada vez a más y en una ocasión, los maderos malograron un remate de Guillot que pudo anticipar el dos a cero. Este sin embargo llegó en el minuto once, como consecuencia de una jugada primorosa iniciada por Muñoz, quien burló a un contrario, pasó a Guillot y éste, haciendo una finta a Santamaría, eludió la salida de Betancort, metiendo la pelota en la puerta vacía, con una serenidad y un acierto extraordinarios. Hubo una ovación de gala con flamear de pañuelos, ovación que se prolongó durante unos minutos.
El Madrid, completamente roto ante este Valencia arrollador, pudo haver sido goleado sin los desaciertos constantes o por mejor decir, sin la inhibición permantete de Waldo, que no dio una a derechas en toda la tarde, retrasando el juego y buscando siempre eludir las situaciones de compromiso. Pero a la media hora, Sánchez Lage centró tan estupendamente una pelota que Waldo, solo ante la puerta, no tuvo más remedio que transformar el tercer gol del Valencia que, a decir verdad, por los aciertos de su delantera, pudieron aumentarse en una considerable proporción.
Ha sido un gran partido el del Valencia, con figuras destacadísimas en Egea, Sánchez Lage y Mestre, pero con aciertos también contínuos de Guillot, Roberto, defensas laterales e incluso de los extremos, sobre todo en Muñoz. Zamora ha cumplido, aun cuando no se le puso en ningún aprieto.
En el Madrid, Betancort ha estado a la altura de los mejores del Valencia, la defensa y los medios sólo han cumplido, pero la delantera no ha dado una, sencillamente porque no les han dejado los jugadores que estaban encargados de marcarles. Arbitraje excelente del aragonés Bueno.
En la primera parte empleando los dos el mismo sistema 4-2-4, el Valencia tomó las riendas del partido, creó una serie de situaciones de gran peligro para Betancort, resueltas en tres ocasiones con desvíos a córner cuando la pelota parecía estar ya dentro. Luego, a un minuto del descanso, hubo otra pelota que no traspasó la línea de puerta por verdadera casualidad y sólo subió un gol al marcador de los cuatro que pudo lograr el Valencia y precisamente como consecuencia de un penalty con que fue sancionada una mano de Tejada, desviando un pase entre dos atacantes valencianos. Sánchez Lage lo transformó en gol y con este tanto se llegó al descanso.
En la segunda parte el Madrid intentó dar una mayor viveza a su delantera, adentrándose Gento en busca del hueco por donde disparar. Pero la cobertura del Valencia, con los aciertos constantes de Egea y Mestre, sobre todo y la colaboración inconmensurable de Sánchez Lage, creando juego, fue cada vez a más y en una ocasión, los maderos malograron un remate de Guillot que pudo anticipar el dos a cero. Este sin embargo llegó en el minuto once, como consecuencia de una jugada primorosa iniciada por Muñoz, quien burló a un contrario, pasó a Guillot y éste, haciendo una finta a Santamaría, eludió la salida de Betancort, metiendo la pelota en la puerta vacía, con una serenidad y un acierto extraordinarios. Hubo una ovación de gala con flamear de pañuelos, ovación que se prolongó durante unos minutos.
El Madrid, completamente roto ante este Valencia arrollador, pudo haver sido goleado sin los desaciertos constantes o por mejor decir, sin la inhibición permantete de Waldo, que no dio una a derechas en toda la tarde, retrasando el juego y buscando siempre eludir las situaciones de compromiso. Pero a la media hora, Sánchez Lage centró tan estupendamente una pelota que Waldo, solo ante la puerta, no tuvo más remedio que transformar el tercer gol del Valencia que, a decir verdad, por los aciertos de su delantera, pudieron aumentarse en una considerable proporción.
Ha sido un gran partido el del Valencia, con figuras destacadísimas en Egea, Sánchez Lage y Mestre, pero con aciertos también contínuos de Guillot, Roberto, defensas laterales e incluso de los extremos, sobre todo en Muñoz. Zamora ha cumplido, aun cuando no se le puso en ningún aprieto.
En el Madrid, Betancort ha estado a la altura de los mejores del Valencia, la defensa y los medios sólo han cumplido, pero la delantera no ha dado una, sencillamente porque no les han dejado los jugadores que estaban encargados de marcarles. Arbitraje excelente del aragonés Bueno.