Ficha de partido
Real Madrid
2 - 1
Valencia CF
Equipos titulares
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
José Raúl AveiroAsist: Héctor Núñez
36'
Didí
40'
Mateos
44'
Descanso
45'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Real Madrid
Records vs Real Madrid
Máximo goleador: Mundo Suárez (13 goles)
Goleador rival: Raúl (17 goles)
Más partidos: Vicente Asensi (28 partidos)
Mayor victoria: 6 - 0 (09.06.1999)
Mayor derrota: 1 - 7 (23.08.1990)
Más repetido: 1-2 (27 veces)
Crónica
Frío y viento, y agua y nieve en Chamartin. Excelente entrada, pero sin llegar al lleno por el mal tiempo, porque el partido había despertado interés y se temía al equipo de Mestalla. Loa locales saltaron al terreno de juego con brazalete negro por el reciente fallecimiento de don Julio Chulilla, socio segundo y secretario que fue del Real Madrid.
La victoria blanca fue justa. Quizás, incluso, un poco corta en atención a los merecimientos hechos durante el partido. El Madrid atacó siempre; el Valencia se defendió las más de las veces. Consignemos seguidamente que los contraavances azules, que así vistió hoy el once levantino, tuvieron en bastantes ocasiones peligro de gol y que Tercero tuvo en la punta de su bota el tanto que hubiera significado el empate a dos a falta de quince minutos del final. Pero, digamos también, que Mateos por tres veces pudo haber mejorado el resultado favorable a su bando.
El encuentro ha tenido siempre emoción porque primero el empate y después durante la segunda parte, la mínima Ventaja madridista mantenía la duda del resultado final. La victoria, puede decirse, que se inclinó más favor del equipo local en media docena de minutos, realmente soberbio de los jugadores que tras el gol del Valencia, supieron reaccionar de manera extraordinaria, ganando un partido que se les iba. El dos a uno con que terminaba el primer tiempo (al marcarse el segundo gol blanco, el de la victoria, ni hubo tiempo para sacar de medio campo) dió moral al Madrid para que después del descanso actuara con seriedad por la ventaja lograda.
El Valencia nos ha gustado una vez más a su clásico estilo. Duro, bronco, todos sus hombres han jugado un excelente encuentro, quizás con el único fallo de la carencia de tiro a gol, lo que pueda ser explicado en este encuentro por encontrarse dos de sus delanteros, sus interiores precisamente, más ocupados de la defensa que de atacar.
Tuvo Pesudo una acertada actuación, salvando con decisión en sus intervenciones más de un tanto cantado ya por los espectadores. Firme y seguro el trío zaguero, y muy bien los dos medios, mejor Roberto que Sendra. Walter fue el motor valencianista, pero se advirtió su falta delante en los momentos decisivos. En resumen, el ataque fue lo más flojo del grupo entrenado muy bien a la vista de su forma física por Otto Bumbel.
El Madrid sin Di Stefano tuvo momentos difíciles a lo largo del partido. Didí, convertido en director de la vanguardia blanca realizó un magnífico primer tiempo, pero pasó poco menos que inadvertido después. Bagur no tuvo mucho trabajo, cumpliendo en sus intervenciones. Magnífico Santamaría, mejor Marquitos que Zárraga. La pareja medular se impuso en la segunda parte, antes fue anulada por Roberto y Walter. Faltó decisión en la delantera; Puskas hizo poco aunque hagamos constar que los dos tantos fueron pases suyos en los orígenes. Mateos perdió unas oportunidades claras, mientras que los extremos no brillaron a la altura de otras tardes, quizás por el buen juego de sus contrarios correspendientes, los lateraes levantinos.
Gómez Contreras acertado en los fuera de juego, anuló dos jugadas blancas terminadas en el fondo de la red por orsay. Cumplió en su cometido bien ayudado por sus jueces de línea.
Los tres tantos, como queda dicho, fueron marcados en el primer tiempo. A los 38 minutos marcó el Valencia el que sería su único gol. Lo logró Aveiro quien en un balonazo adelantado, desbordados Santamaría y Zárraga, se lanzó tras él hacia la derecha, a rematar cruzadísimo por bajo anulando la entrada de Marquitos; el balonazo pasó por bajo el brazo de Bagur en su estirada entrando en la portería blanca rozando el poste. Cuatro minutos después, en plena reacción madrileña, Didí en el centro del área enemiga se encontró con un balón retrasado de cabeza por Puskas, y su formidable disparo por alto batía a Pesudo. Y segundos antes del descanso Mateos recogió un pase adelantado de Puskas, hacia la izquierda para, acosado por Sócrates, disparar rápido marcando el segundo tanto.
La victoria blanca fue justa. Quizás, incluso, un poco corta en atención a los merecimientos hechos durante el partido. El Madrid atacó siempre; el Valencia se defendió las más de las veces. Consignemos seguidamente que los contraavances azules, que así vistió hoy el once levantino, tuvieron en bastantes ocasiones peligro de gol y que Tercero tuvo en la punta de su bota el tanto que hubiera significado el empate a dos a falta de quince minutos del final. Pero, digamos también, que Mateos por tres veces pudo haber mejorado el resultado favorable a su bando.
El encuentro ha tenido siempre emoción porque primero el empate y después durante la segunda parte, la mínima Ventaja madridista mantenía la duda del resultado final. La victoria, puede decirse, que se inclinó más favor del equipo local en media docena de minutos, realmente soberbio de los jugadores que tras el gol del Valencia, supieron reaccionar de manera extraordinaria, ganando un partido que se les iba. El dos a uno con que terminaba el primer tiempo (al marcarse el segundo gol blanco, el de la victoria, ni hubo tiempo para sacar de medio campo) dió moral al Madrid para que después del descanso actuara con seriedad por la ventaja lograda.
El Valencia nos ha gustado una vez más a su clásico estilo. Duro, bronco, todos sus hombres han jugado un excelente encuentro, quizás con el único fallo de la carencia de tiro a gol, lo que pueda ser explicado en este encuentro por encontrarse dos de sus delanteros, sus interiores precisamente, más ocupados de la defensa que de atacar.
Tuvo Pesudo una acertada actuación, salvando con decisión en sus intervenciones más de un tanto cantado ya por los espectadores. Firme y seguro el trío zaguero, y muy bien los dos medios, mejor Roberto que Sendra. Walter fue el motor valencianista, pero se advirtió su falta delante en los momentos decisivos. En resumen, el ataque fue lo más flojo del grupo entrenado muy bien a la vista de su forma física por Otto Bumbel.
El Madrid sin Di Stefano tuvo momentos difíciles a lo largo del partido. Didí, convertido en director de la vanguardia blanca realizó un magnífico primer tiempo, pero pasó poco menos que inadvertido después. Bagur no tuvo mucho trabajo, cumpliendo en sus intervenciones. Magnífico Santamaría, mejor Marquitos que Zárraga. La pareja medular se impuso en la segunda parte, antes fue anulada por Roberto y Walter. Faltó decisión en la delantera; Puskas hizo poco aunque hagamos constar que los dos tantos fueron pases suyos en los orígenes. Mateos perdió unas oportunidades claras, mientras que los extremos no brillaron a la altura de otras tardes, quizás por el buen juego de sus contrarios correspendientes, los lateraes levantinos.
Gómez Contreras acertado en los fuera de juego, anuló dos jugadas blancas terminadas en el fondo de la red por orsay. Cumplió en su cometido bien ayudado por sus jueces de línea.
Los tres tantos, como queda dicho, fueron marcados en el primer tiempo. A los 38 minutos marcó el Valencia el que sería su único gol. Lo logró Aveiro quien en un balonazo adelantado, desbordados Santamaría y Zárraga, se lanzó tras él hacia la derecha, a rematar cruzadísimo por bajo anulando la entrada de Marquitos; el balonazo pasó por bajo el brazo de Bagur en su estirada entrando en la portería blanca rozando el poste. Cuatro minutos después, en plena reacción madrileña, Didí en el centro del área enemiga se encontró con un balón retrasado de cabeza por Puskas, y su formidable disparo por alto batía a Pesudo. Y segundos antes del descanso Mateos recogió un pase adelantado de Puskas, hacia la izquierda para, acosado por Sócrates, disparar rápido marcando el segundo tanto.