Ficha de partido: 15.12.1957: CA Osasuna 2 - 2 Valencia CF

Ficha de partido

CA Osasuna
CA Osasuna
2 - 2
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Glaria
4'
Descanso
45'
Ricardo Alós
46'
Marañón
54'
Salvador Martí
83'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: San Juan
Aforo: 12.000 espectadores
Ubicación: Pamplona (Navarra) 
Inauguración: 21/05/1922 (Demolido en 1968)

Rival: CA Osasuna

Records vs CA Osasuna

Máximo goleador: David Villa (7 goles)
Goleador rival: Echeverría (7 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (02.05.2012)
Mayor derrota: 0 - 3 (15.12.1999)
Más repetido: 1-0 (12 veces)

Crónica

El Osasuna ha perdido el punto conseguido el pasado Domingo en Sevilla, y así como entonces la prensa andaluza elogió la actuación osasunista, haciéndola merecedora del empate, hoy desde Pamplona, hacemos lo mismo, con la única diferencia de que el empate allí fue para lograr algo positivo, mientras que ha sido negativo lo que con el empate consiguió en Pamplona.

El Valencia no contaba con esos elementos que, por su nombre, lo hacen temible. No jugaba el negro Walter ni otras figuras merengues, y su ausencia del ataque hacía pensar que esta línea se resentiría. Quizá por esto, el Valencia, con Buqué con el número 9 en la espalda, retrasó a este jugador, formando un sólido bloque en el centro del terreno, de donde es difícil iniciar los avances que pudieran terminar en gol. Sin libertad en esta zona del terreno, en la que se fraguan los mayores peligros, los servicios de la delantera eran desiguales y deslabazados, y por otro lado, la línea de defensa valencianista, contundente y firme, sabiéndose apoyada por el terceto de medios, dominaba su zona sin grandes esfuerzos, ante la actuación mediocre de la delantera osasunista. Este sistema, llevado por rápidos avances, en los que los extremos, Martí y Seguí, eran los principales protagonistas, tenía la ventaja de no permitir alegría en la defensa osasunista, haciendo jugar a los rojillos un poco forzados y manteniendo un tren de gran velocidad.

Esta virtud era más sobresaliente en los osasunistas, pero la serenidad con que los jugadores blancos neutralizaban la misma, con servicios precisos y con un sentido más práctico que el de sus antagonistas. El Osasuna fue el primero en marcar. Glaria I, recogiendo un rechace en corto de Mestre, batió a Goyo irremisiblemente a los siete minutos del partido. Sin embargo, el Valencia no decayó ni cambió de sistema, manteniendo su bloque, aunque adelantando más a Buqué, que cuidando los contraataques la suerte podía favorecer batiendo a Eizaguirre y estableciendo el empate.

No lo consiguió en la primera parte, pero en la continuación, a los tres minutos, Ricardo, desde la derecha y cuando se disponía a centrar, falló en la pegada, saliéndole el balón a puerta con tan buen efecto que, por encima de Eizaguirre, en el poste contrario, penetró el balón al fondo de la red. No duró mucho esto, porque Marañón, de forma similar, aunque de distina posición, lograba adelantar a su equipo en el marcador, para ser Martí, desde el centro, cuando faltaban siete minutos, el que, bombeando un balón sobre una barrera abigarrada de jugadores, logro, ante la impasibildad de Eizaguirre el tanto del empate.

Empate merecido, más por los deméritos del Osasuna que por los propios méritos valencianos, aunque es lógico pensar que, a la actuación de éstos pueda deberse la mala de los propietarios del terreno. Un partido flojo en cuanto a calidad de fútbol, aunque jugado con velocidad y tesón. El Osasuna no tuvo su tarde. Falló más de la cuenta la delantera, en la que los interiores crearon poco y Sabino, en el eje, perdió efectividad. Quizá loS medios fueron los más acertados, aunque con la dificultad anunciada anteriormente.

Los goles del Valencia, ayudados por Eizaguirre, que tampoco tuvo su tarde, aunque la suerte influyera algo e hiciera buenas paradas. En el Valencia destacaron su labor de conjunto, fútbol fácil y buen fondo que presentaron. En conjunto hicieron méritos, no para ganar, pero si para llevarse el empate. Dirigió el encuentro el árbitro señor Marrón que, en líneas generales, estuvo bien.