Ficha de partido
Valencia CF
2 - 0
At. Madrid
Equipos titulares
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Descanso
45'
Ricardo AlósAsist: Antonio Fuertes
61'
Vicente SeguíAsist: Ricardo Alós
63'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: At. Madrid
Records vs At. Madrid
Máximo goleador: Mundo Suárez (16 goles)
Goleador rival: Luis Aragonés (12 goles)
Más partidos: Manolo Mestre (32 partidos)
Mayor victoria: 9 - 1 (13.09.1936)
Mayor derrota: 0 - 5 (10.11.1985)
Más repetido: 1-1 (22 veces)
Crónica
En un partido de neta superioridad local, el Valencia derrotó al Atlético de Madrid por dos tantos a cero. Hay que suponer, después de lo visto en este encuentro, que el Atlético de Madrid cuenta con mayores posibilidades que las ofrecidas ahora, en justificación del privilegiado puesto que ocupa en la tabla clasificatoria. Pero es que esta vez se encontró con un Valencia realmente acometedor y con afán de victoria desde el principio hasta el fin. Ello se advirtió desde el primer momento.
La primera situación de peligro fue en el área atlética, con una escapada de Walter por el centro, perdiendo la pelota muy cerca ya del marcó. Casi a seguido vendría un córner, también el primero de la tarde. La ofensiva valencianista estaba en marcha. Por su parte, los madrileños contraatacaban merced a la iniciativa y empuje casi siempre de Péter, que en más de una ocasión quedaba en línea con sus delanteros, Ricardo fue cargado en dos ocasiones dentro del área y los dos golpes francos se rodearon de una expectación extraordinaria, el último de los cuales lo ejecutó Fuertes, en disparo impresionante, neutralizado por Pasos en soberbio paradón.
El Valencia seguía mandando en el campo y los forcejeos se sucedían emocionantes y laboriosos dentro del área atlética, así como un buen número de faltas, que aún comprometían más el portal de Pazos. Verde y Péber se encargaron de lanzar a su equipo hacia adelante en el cuarto de hora que precedió al descanso, nivelando la marcha de la contienda, e incluso acosando con empeño. El Atlético trataba de imponerse con genio, surgiendo en ocasiones el juego antirreglamentario, que aún cuando sancionado por el arbitro, promovía una escandalera en los graderíos.
En la segunda parte continuó el Valencia mostrándose más realizador, pero sin acabar de redondear sus avances. A los siete minutos, Ricardo sorprendía adelantada a la defensa contraría y burlando la salida de Pazos envió la pelota hasta la red, ante la pasividad de los madrileños, que estimaron fuera de juego del propio Ricardo, razón por la cual protestaron este primer gol.
Con el tanteo adverso se preveía una fuerte reacción rojiblanca, pero el Valencia no cedía un metro de terreno y cuando se veía forzado a hacerlo, su defensa se empleaba con seguridad y colocación. Por otro lado, la delantera atlética se precipitaba en el remate, y nada sacaba en limpio en sus períodos, de acoso. En una ocasión, un fallo de Callejo, malogró un gol hecho.
A los dieciocho minutos, en pleno dominio levantino, Seguí batió de nuevo a Pazos entre delirantes ovaciones del público. Ya después, con dos goles a la espalda, el Atlético perdió ánimos, mientras el Valencia seguía creciéndose, cundiendo la emoción en el área madrileña. Más de una vez tuvo Pazos que intervenir en paradas meritorias, especialmente en aquél disparo de Walter que se colaba en la casilla.
El Atlético parecía tomar precauciones desmedidas en sus avances, a los que faltaba el acoso decisivo final. Tenia enfrente un enemigo que, a pesar del par de goles de ventaja, perseveraba en la pelea incansablemente. Y esto constituía una seria preocupación para los rojiblancos, temerosos, por lo visto, de una más abultada derrota.
Se decidieron ya, muy hacia el final, creando alguna que otra situación de peligro, que conjuró el Valencia con seguridad y tesón. Y aún estuvieron apunto de ampliar su victoria los de casa en aquel córner de última hora, cuyo remate de cabeza de Walter, detuvo Pazos con apuros.
Rn definitiva, el Atlético de Madrid, que llegaba como favorito, no ha podido, con el Valencia de esta vez. Un Atlético desdibujado, Sin delantera, a excepción de Miguel, que fue el realizador y el único que consiguió crear situaciones de peligro en el área enemiga. Peter superó notablemente a Chuzo en la línea media. En la defensa se dejaron notar ciertas, brusquedades, pero en líneas generales, fue desbordada, por el Valencia cuando se lo propuso, encontrándose con un Pazos que está en su mejor momento y cuyas meritísimas intervenciones impidieron, un tanteo adverso de mayor volumen.
El Valencia jugó un partido completo. Le echó coraje al asunto, sobre todo su delantera, que tuvo esta vez una extraordinaria movilidad con la reaparición de Mañó, al que siguierón en méritos Fuertes y Ricardo. En la línea media, Piquer, que sustituía al internacional Puchades, fue la figura del equipo. La defensa, segura como siempre y sin grandes complicaciones, cubriendo muy bien a Goyo, que cumplió. El Sr. Blanco Pérez actuó con energía y con buen criterio.
La primera situación de peligro fue en el área atlética, con una escapada de Walter por el centro, perdiendo la pelota muy cerca ya del marcó. Casi a seguido vendría un córner, también el primero de la tarde. La ofensiva valencianista estaba en marcha. Por su parte, los madrileños contraatacaban merced a la iniciativa y empuje casi siempre de Péter, que en más de una ocasión quedaba en línea con sus delanteros, Ricardo fue cargado en dos ocasiones dentro del área y los dos golpes francos se rodearon de una expectación extraordinaria, el último de los cuales lo ejecutó Fuertes, en disparo impresionante, neutralizado por Pasos en soberbio paradón.
El Valencia seguía mandando en el campo y los forcejeos se sucedían emocionantes y laboriosos dentro del área atlética, así como un buen número de faltas, que aún comprometían más el portal de Pazos. Verde y Péber se encargaron de lanzar a su equipo hacia adelante en el cuarto de hora que precedió al descanso, nivelando la marcha de la contienda, e incluso acosando con empeño. El Atlético trataba de imponerse con genio, surgiendo en ocasiones el juego antirreglamentario, que aún cuando sancionado por el arbitro, promovía una escandalera en los graderíos.
En la segunda parte continuó el Valencia mostrándose más realizador, pero sin acabar de redondear sus avances. A los siete minutos, Ricardo sorprendía adelantada a la defensa contraría y burlando la salida de Pazos envió la pelota hasta la red, ante la pasividad de los madrileños, que estimaron fuera de juego del propio Ricardo, razón por la cual protestaron este primer gol.
Con el tanteo adverso se preveía una fuerte reacción rojiblanca, pero el Valencia no cedía un metro de terreno y cuando se veía forzado a hacerlo, su defensa se empleaba con seguridad y colocación. Por otro lado, la delantera atlética se precipitaba en el remate, y nada sacaba en limpio en sus períodos, de acoso. En una ocasión, un fallo de Callejo, malogró un gol hecho.
A los dieciocho minutos, en pleno dominio levantino, Seguí batió de nuevo a Pazos entre delirantes ovaciones del público. Ya después, con dos goles a la espalda, el Atlético perdió ánimos, mientras el Valencia seguía creciéndose, cundiendo la emoción en el área madrileña. Más de una vez tuvo Pazos que intervenir en paradas meritorias, especialmente en aquél disparo de Walter que se colaba en la casilla.
El Atlético parecía tomar precauciones desmedidas en sus avances, a los que faltaba el acoso decisivo final. Tenia enfrente un enemigo que, a pesar del par de goles de ventaja, perseveraba en la pelea incansablemente. Y esto constituía una seria preocupación para los rojiblancos, temerosos, por lo visto, de una más abultada derrota.
Se decidieron ya, muy hacia el final, creando alguna que otra situación de peligro, que conjuró el Valencia con seguridad y tesón. Y aún estuvieron apunto de ampliar su victoria los de casa en aquel córner de última hora, cuyo remate de cabeza de Walter, detuvo Pazos con apuros.
Rn definitiva, el Atlético de Madrid, que llegaba como favorito, no ha podido, con el Valencia de esta vez. Un Atlético desdibujado, Sin delantera, a excepción de Miguel, que fue el realizador y el único que consiguió crear situaciones de peligro en el área enemiga. Peter superó notablemente a Chuzo en la línea media. En la defensa se dejaron notar ciertas, brusquedades, pero en líneas generales, fue desbordada, por el Valencia cuando se lo propuso, encontrándose con un Pazos que está en su mejor momento y cuyas meritísimas intervenciones impidieron, un tanteo adverso de mayor volumen.
El Valencia jugó un partido completo. Le echó coraje al asunto, sobre todo su delantera, que tuvo esta vez una extraordinaria movilidad con la reaparición de Mañó, al que siguierón en méritos Fuertes y Ricardo. En la línea media, Piquer, que sustituía al internacional Puchades, fue la figura del equipo. La defensa, segura como siempre y sin grandes complicaciones, cubriendo muy bien a Goyo, que cumplió. El Sr. Blanco Pérez actuó con energía y con buen criterio.