Ficha de partido
Real Valladolid
3 - 2
Valencia CF
Equipos titulares
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Enrique BuquéAsist: Faas Wilkes
5'
DucassePenalty fallado
21'
Morro
21'
Morro
30'
Morro
32'
Descanso
45'
Enrique Buqué
78'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Real Valladolid
Records vs Real Valladolid
Máximo goleador: Fernando Gómez (9 goles)
Goleador rival: Morro (4 goles)
Más partidos: Vicente Seguí (21 partidos)
Mayor victoria: 6 - 0 (22.03.1964)
Mayor derrota: 0 - 4 (30.09.1956)
Más repetido: 1-1 (14 veces)
Crónica
Magnífica tarde y soberbia entrada en el Estadio de Zorrilla para el partido Valencia-Valladolid. Desde luego, había expectación y un poco de recelo para recibir al Valencia, porque ha sido siempre de los equipos que han dado mal al Valladolid y ha arrancado más de un punto de este campo. Pero el Valladolid es equipo que se crece ante los fuertes, como lo ha demostrado ante el Barcelona y el Atlético de Bilbao, esta tarde lo ha hecho ante el Valencia, pero ante un Valencia más apagado que otras veces y también con menos energías, es decir, dejando jugar, por lo que es más fácil al enemigo llegar hasta la meta.
Sin embargo, el partido comenzó bajo un signo favorable para el Valencia, porque a los cinco minutos, un gol sorpresa de Buqué ponía el marcador con un 1-0 a su favor, y esto inquietaba gravemente. Sin embargo, la rápida reacción vallisoletana produjo sus efectos, pero unos efectos que dimanaban de la botas de Morro, que después de varias semanas alejado del equipo, ha reaparecido esta tarde para triunfar plenamente, pues él ha sido el autor de los tres goles y el que envió muchos más con marchamo de gol y los que Quique, los palos o la mala suerte frustraron en la última instancia.
A los 21 minutos, Monzó, creyéndose fuera del área, detuvo el balón con las manos, y el penalty tirado por Carlos fue magnificamente despejado por Quique, y al no poder sujetar el balón, Morro, atento a la jugada, lo convirtió en gol. Diez minutos más tarde, el mismo Morro, en un disparo de los de antes de la guerra, desde lejos y por entre una nube de jugadores, marca el segundo, y el mismo ariete, dos minutos después, recibe un centro del ala derecha y sobre la marcha empalma un chut que desborda limpiamente a Quique, cuyo tanto venía a asegurar ya la victoria al Valladolid y hacía presagiar una segunda tanda que fuera una reedición de la primera.
Pero no fue así. El cambio en la última mitad fue notable en todos sus aspectos, en rapidez, en técnica, en empuje, en codicia, y el Valladolid se limitaba a sostener ese 3-1 que le permitía placidamente esperar el final del partido. No contaban con la posible reacción valenciana y cuando se llevaban poco más de media hora de juego, los visitantes, que creyeron llegado el momento de empujar, atacaron insistentemente y a los 33 minutos obtenían sus efectos y Buqué volvía a marcar para su equipo, y el Valencia acortaba distancias peligrosamente. Sin embargo, la zaga vallisoletana, en magnífico momento, contuvo todos los avances de los visitantes y así pudieron llegar al final con un 3-2 que si no es una victoria rotunda, en cambio, le ha permitido obtener los dos valiosos puntos y frente al siempre temible Valencia.
En este partido se ha alineado el famoso internacional holandés Wilkes, que esta tarde ha sido una figura poco menos que fracasada. Magnífico regateando y se revuelve en un palmo de terreno, sorteando hasta tres y cuatro jugadores, llevándose limpiamente el balón, pero del lance sale sin fuerzas para más empresa y tiene que ceder la pelota a un compañero. Claro está que toda esta ineficacia no ha sido culpa suya, pues Lesmes le ha marcado estrechamente, habiendo realizado el zaguero vallisoletano un partido completísimo en todos los aspectos. Quizá sabiendo que en la tribuna estaba la mirada sentenciadora del seleccionador nacional, señor Iribarren, ha sacado todos sus arrestos para coronar esta tarde de gran juego anulando al gran jugador valenciano. Wilkes no ha brillado por esta razón, y con él tampoco el conjunto del que únicamente pueden salvarse Díaz en la defensa, Puchades en la media y Seguí en la delantera, junto con Buqué, que ha hecho una labor muy sorda pero eficaz, actuando siempre de incansable enlace entre la media y la delantera.
Del Valladolid, magníficos los once, mereciendo mención especial, desde esa magnificencia, Lesmes, Valdés y Morro. El árbitro, señor Arnal, llevó el partido con facilidad por la corrección de los jugadores.
Sin embargo, el partido comenzó bajo un signo favorable para el Valencia, porque a los cinco minutos, un gol sorpresa de Buqué ponía el marcador con un 1-0 a su favor, y esto inquietaba gravemente. Sin embargo, la rápida reacción vallisoletana produjo sus efectos, pero unos efectos que dimanaban de la botas de Morro, que después de varias semanas alejado del equipo, ha reaparecido esta tarde para triunfar plenamente, pues él ha sido el autor de los tres goles y el que envió muchos más con marchamo de gol y los que Quique, los palos o la mala suerte frustraron en la última instancia.
A los 21 minutos, Monzó, creyéndose fuera del área, detuvo el balón con las manos, y el penalty tirado por Carlos fue magnificamente despejado por Quique, y al no poder sujetar el balón, Morro, atento a la jugada, lo convirtió en gol. Diez minutos más tarde, el mismo Morro, en un disparo de los de antes de la guerra, desde lejos y por entre una nube de jugadores, marca el segundo, y el mismo ariete, dos minutos después, recibe un centro del ala derecha y sobre la marcha empalma un chut que desborda limpiamente a Quique, cuyo tanto venía a asegurar ya la victoria al Valladolid y hacía presagiar una segunda tanda que fuera una reedición de la primera.
Pero no fue así. El cambio en la última mitad fue notable en todos sus aspectos, en rapidez, en técnica, en empuje, en codicia, y el Valladolid se limitaba a sostener ese 3-1 que le permitía placidamente esperar el final del partido. No contaban con la posible reacción valenciana y cuando se llevaban poco más de media hora de juego, los visitantes, que creyeron llegado el momento de empujar, atacaron insistentemente y a los 33 minutos obtenían sus efectos y Buqué volvía a marcar para su equipo, y el Valencia acortaba distancias peligrosamente. Sin embargo, la zaga vallisoletana, en magnífico momento, contuvo todos los avances de los visitantes y así pudieron llegar al final con un 3-2 que si no es una victoria rotunda, en cambio, le ha permitido obtener los dos valiosos puntos y frente al siempre temible Valencia.
En este partido se ha alineado el famoso internacional holandés Wilkes, que esta tarde ha sido una figura poco menos que fracasada. Magnífico regateando y se revuelve en un palmo de terreno, sorteando hasta tres y cuatro jugadores, llevándose limpiamente el balón, pero del lance sale sin fuerzas para más empresa y tiene que ceder la pelota a un compañero. Claro está que toda esta ineficacia no ha sido culpa suya, pues Lesmes le ha marcado estrechamente, habiendo realizado el zaguero vallisoletano un partido completísimo en todos los aspectos. Quizá sabiendo que en la tribuna estaba la mirada sentenciadora del seleccionador nacional, señor Iribarren, ha sacado todos sus arrestos para coronar esta tarde de gran juego anulando al gran jugador valenciano. Wilkes no ha brillado por esta razón, y con él tampoco el conjunto del que únicamente pueden salvarse Díaz en la defensa, Puchades en la media y Seguí en la delantera, junto con Buqué, que ha hecho una labor muy sorda pero eficaz, actuando siempre de incansable enlace entre la media y la delantera.
Del Valladolid, magníficos los once, mereciendo mención especial, desde esa magnificencia, Lesmes, Valdés y Morro. El árbitro, señor Arnal, llevó el partido con facilidad por la corrección de los jugadores.