Ficha de partido
Valencia CF
8 - 0
Sporting Gijón
Equipos titulares
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Antonio FuertesAsist: Faas Wilkes
7'
Vicente SeguíAsist: Faas Wilkes
14'
Faas Wilkes
19'
Bernardino Pasieguito (Pen.)
34'
Alberto PláAsist: Vicente Seguí
39'
Antonio FuertesAsist: Faas Wilkes
41'
Descanso
45'
Faas Wilkes
55'
Vicente SeguíAsist: Alberto Plá
81'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Sporting Gijón
Records vs Sporting Gijón
Máximo goleador: Vicente Seguí (7 goles)
Goleador rival: Quini (13 goles)
Más partidos: Fernando Gómez (25 partidos)
Mayor victoria: 8 - 0 (29.11.1953)
Mayor derrota: 1 - 6 (20.01.1982)
Más repetido: 1-1 (15 veces)
Crónica
Es curioso que esta fuerte goleada conseguida por el Valencia frente al Gijón se haya producido en una tarde de juego que tuvo poco de extraordinario, y que incluso fue inferior a otras que hemos tenido ocasión de ver en Mestalla en lo que va de Liga. Y es que la eficacia sostenida por la delantera local, a lo largo de los primeros 45 minutos, no ha encontrado el menor ferno por parte de los gijoneses. De ahí los seis tantos marcados en el curso de los mismos, que muy bien pudieron haber sido algunos más a final del partido. Hasta la docena, de no haberse malogrado en los maderos tantos remates de Wilkes, Pla y Pasieguito.
El Gijón se mostró como un conjunto de ejemplar deportividad, tesón y elevada moral, mereciendo el aplauso y la simpatía del público al luchar hasta el último minuto del partido, siempre en busca del gol. En cambio, fué muy inferior al Valencia ea orden técnico y, sobre todo, por lo que se refiere a la eficacia en los momentos decisivos. Además, la suerte no quiso acompañarlos, pues merecieron algún tanto en varios de sus avances, sobre todo en uno que Suñer impidió que fuera a gol, rechazando la pelota desde debajo del marco, cuando Quique estaba ya virtualmente batido.
La primera parte, fué la mejor, desenvolviéndOse, durante la isma, el Valencia, sin un fallo y en medio del alborozo del público que vio funcionar el marcador hasta seis veces. En cambio, la segunda resultó un tanto aburrida, posiblemente al noquerer forzar el Valencia el tren cde su juego, debido a la gran ventaja adquirida. Durante la misma, el público estuvo más bien pendiente del marcador, sin que al final los asturianos pudieran quitar el cero de su casilla.
Por el Valencia, Wilkes estuvo muy bien, pero sin igualar anteriores partidos, debido tal vez a la blandura del piso, a causa de las lluvias, que frenaban sus avances, impidiéndole el control de la pelota y la estabilidad necesaria de su cuerpo. Pla le siguió en méritos, estando bien en su nuevo puesto de extremo izquierda. Buqué flojeó algo y Fuertes tuvo de todo en su ansiado afán de estar en todas partes. De los volantes, muy bien Puchades y regular Pasieguito. En la zaga, Monzó se mostró algo inseguro, siendo superado por los laterales y en especial por Suñer, que estuvo muy brillante y seguro. Quique cumplió, manteniendo el cero en su marco.
Por el Gijón, la delantera fué la mejor línea. y de la misma, Sánchez y Glaria, los mejores y únicos chutadores, aun cuando sus remates carecieran de real peligro por dirigirlo desde larga distancia. Discretos nada más los volantes y zaga destacando un poco Altisench y Molinuco, sin que al portero se le pueda car gar ninguna culpa de los ocho tantos. Arbitró el coiegiado guipuzcoano señor González Echevarría, que estuvo bien, en una labor fácil que no se complicó.
A los seis minutos, Wilkes pasa exactamente por raso, desde la derecha a Fuertes, quien no ha de hacer más que empujar la pelota para conseguir el primer gol. A los trece, Wilkes sirve a Seguí adelantado, éste se interna, burla a dos contrarios y al portero, batiéndose por segunda vez. A los dieciocho, en un despeje largo, Wilkes corta la pelota y la rechaza con las manos Altisench, pero el balón sigue su trayectoria y se cuela en el marco por la base inferior del poste. A los treinta y ocho Pasieguito transforma un penalty y a los cuarenta, Pla, a pase de Seguí, remata el quinto a los cuarenta y dos. Wilkes entrega adelantado a Fuertes y vale el sexto.
En la segunda parte, a los diez minutos, Wilkes, desde el extremo derecha, inicia una jugada personal y tras burlarse a varios contrarios logra el séptimo y finalmente, a los treinta y cinco minutos, Seguí, a centro de Pla, remata de cabeza el octavo y último de la serie.
El Gijón se mostró como un conjunto de ejemplar deportividad, tesón y elevada moral, mereciendo el aplauso y la simpatía del público al luchar hasta el último minuto del partido, siempre en busca del gol. En cambio, fué muy inferior al Valencia ea orden técnico y, sobre todo, por lo que se refiere a la eficacia en los momentos decisivos. Además, la suerte no quiso acompañarlos, pues merecieron algún tanto en varios de sus avances, sobre todo en uno que Suñer impidió que fuera a gol, rechazando la pelota desde debajo del marco, cuando Quique estaba ya virtualmente batido.
La primera parte, fué la mejor, desenvolviéndOse, durante la isma, el Valencia, sin un fallo y en medio del alborozo del público que vio funcionar el marcador hasta seis veces. En cambio, la segunda resultó un tanto aburrida, posiblemente al noquerer forzar el Valencia el tren cde su juego, debido a la gran ventaja adquirida. Durante la misma, el público estuvo más bien pendiente del marcador, sin que al final los asturianos pudieran quitar el cero de su casilla.
Por el Valencia, Wilkes estuvo muy bien, pero sin igualar anteriores partidos, debido tal vez a la blandura del piso, a causa de las lluvias, que frenaban sus avances, impidiéndole el control de la pelota y la estabilidad necesaria de su cuerpo. Pla le siguió en méritos, estando bien en su nuevo puesto de extremo izquierda. Buqué flojeó algo y Fuertes tuvo de todo en su ansiado afán de estar en todas partes. De los volantes, muy bien Puchades y regular Pasieguito. En la zaga, Monzó se mostró algo inseguro, siendo superado por los laterales y en especial por Suñer, que estuvo muy brillante y seguro. Quique cumplió, manteniendo el cero en su marco.
Por el Gijón, la delantera fué la mejor línea. y de la misma, Sánchez y Glaria, los mejores y únicos chutadores, aun cuando sus remates carecieran de real peligro por dirigirlo desde larga distancia. Discretos nada más los volantes y zaga destacando un poco Altisench y Molinuco, sin que al portero se le pueda car gar ninguna culpa de los ocho tantos. Arbitró el coiegiado guipuzcoano señor González Echevarría, que estuvo bien, en una labor fácil que no se complicó.
A los seis minutos, Wilkes pasa exactamente por raso, desde la derecha a Fuertes, quien no ha de hacer más que empujar la pelota para conseguir el primer gol. A los trece, Wilkes sirve a Seguí adelantado, éste se interna, burla a dos contrarios y al portero, batiéndose por segunda vez. A los dieciocho, en un despeje largo, Wilkes corta la pelota y la rechaza con las manos Altisench, pero el balón sigue su trayectoria y se cuela en el marco por la base inferior del poste. A los treinta y ocho Pasieguito transforma un penalty y a los cuarenta, Pla, a pase de Seguí, remata el quinto a los cuarenta y dos. Wilkes entrega adelantado a Fuertes y vale el sexto.
En la segunda parte, a los diez minutos, Wilkes, desde el extremo derecha, inicia una jugada personal y tras burlarse a varios contrarios logra el séptimo y finalmente, a los treinta y cinco minutos, Seguí, a centro de Pla, remata de cabeza el octavo y último de la serie.