Inicio del partido

0'

Cirilo Amorós

30'

Descanso

45'

Jesús NavarroAsist: Domingo Torredeflot

70'

Final del partido

90'

Con buena entrada se celebró este encuentro, que entretuvo agradablemente al respetable, dada la buena actuación de los dos bandos. El Valencia fue superior a sus enemigos, pero ello no fue obstáculo para que se emplease con sus mayores arrestos y sentidos para volver eficaces sus esfuerzos. Por su parte, el Sporting acreditóse en mejor forma que nunca, y desaparecidos casi todos los restos de su fuerte juego, desenvolvióse con enorme exactitud y precisión. La segunda parte fue magníficamente librada, debiendo marcar tanto.

La primera parte, de gran dominio de los propietarios, terminó sin embargo con un goal a cero marcado por Amorós. Todos los intentos de goal se estrellaron ante la codicia y entusiasmo rojiblancos, a los que ayudaron también en gran manera la inmejorable actuación de Llago y la poca fortuna de los blancos. En la segunda parte el juego deslizóse por igual en los dos terrenos, casi más en el de los locales, continuándose los avances y remates por ambos bandos, peligrando más la meta de Villarroya que la contraria.

Sin embargo, Navarro, en los comienzos, aumentó el score con un nuevo goal, dechado de ejecución y preparación, tras un buen pase de Torredeflot. Fue largamente aplaudida la jugada del canario, y desde entonces, incrementóse el buen juego sportinguista, sin que en ello tuvieran poca parte los desaciertos de Arilla y algunos de la delantera. El Sporting hja hecho el mejor partido que le hemos visto nunca, acusándose en inmejorable buena forma, aunque ésta no alcance a la línea de ataque.

Su mejor línea fue la defensiva, destacando la experiencia de Tapia sobre la juventud de Valentín y el acierto de Llago. Los halves trabajaron lo indecible, mostrándose Ferrer tan arrollador como impreciso, y Bonet más efectivo e inteligente que Reyes. Del ataque, Muguruza y los Conde. Del Valencia merecen mención los medios. Llevaron el peso del partido, siendo eficaces en el ataque tanto como en la defensa. Hicieron gala de una compenetración con sus compañeros verdaderamente formidable, acusándose mayor superioridad en Imossi que en Arilla, que tuvo una segunda parte bien floja. Salvador desvivióse, no siempre con provecho ni acierto.

Del ataque diremos que hicieron cuanto pudieron por aumentar el score, cosa que no consiguieron en la medida de sus deseos y de sus esfuerzos. Culminó Torredeflot, y Navarro también, haciendo Amorós un buen interior. Muy apático Pasarín; destacó del trío el acierto de Villarroya en la segunda parte.