Inicio del partido

0'

Eduardo Cubells (Pen.)

21'

Eduardo Cubells

25'

Descanso

45'

Final del partido

90'

Señores del Valencia: En todo campo de deportes, es necesario un botiquín en toda regla. No bastan unas vendas y algodón. Y la prueba de lo que decimos, es que ayer hubiese podido ocurrir un percance grave (aunque por suerte para todos fue levísimo), y su responsabilidad hubiera sido tremenda. Dicho esto, pasemos a reseñar el partido.

El team castellonense desarrolló un juego rápido, sin titubeos ante el balón, defectos que vimos en el Castalia el día anterior. La primera parte estuvo igualadísima, tirándose un penalty a favor de los blancos, que entra y es protestado por el público. ¿Quieren decirnos, señores deportistas, para qué marca el reglamento tal castigo? ¿Que no debe emplearse en partidos amistosos? Nosotros creemos lo contrario. A los pocos momentos, Cubells marca otro tanto muy bonito, que fue con justicia aplaudido.

En la segunda parte aflojaron los verdi-blancos, no pudiendo pasar de su campo en todo este segundo tiempo. Hubo un conato de retirada por parte de los del Cervantes, pues dijeron no estar conformes con un fallo, a conciencia por cierto, del árbitro (señor Piquer), que daba un goal de corner. Vuelven a salir, y, reanudado el juego, vemos como en todo el partido a Marinet, al que llamaremos desde hoy el grande, jugar, haciéndose con el balón él solo y como quierre. ¡Vaya por los tiazos, pasando gente! Llovet no llegó a lo que otras veces, quizá por reservarse las manos, que las llevaba envenenadas. Lo comprendemos.

Porcal y Montes, estupendos de bien, sobre todo Porcal, que seguimos creyendo es de los mejores dribladores. De los forasteros sacamos impresión dolorosa en parte, puesto que demostraron que juegan mucho. La línea de delanteros, con Arlanga, el guardameta, es lo mejor que llevan. Lástima que se ensuciase el juego y no pudiéramos ver una bonita tarde sportiva.

Y con toda la intención dejamos para el final el comentario, que muy sucinto, pero claro, merece el público que alienta a los jugadores para que comenta atropellos con sus contrarios. Es bárbaro y antinatural esta clase de espectáculo que dan muchos mozalbetes, que sin saber siquiera lo más elemental del deporte del balón, se dirigen incluso a los jugadores, ofendiéndoles a veces en lo más vivo. Por nuestra parte, decimos que hay medios para acabar con estas actitudes, y o poco teníamos que perder, o acabaríamos de raíz.