Ficha de partido
Arsenal FC
3 - 1
Valencia CF
Equipos titulares
1
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Mouctar DiakhabyAsist: Rodrigo Moreno
11'
Lacazette
18'
Lacazette
25'
Mouctar Diakhaby
31'
Descanso
45'
TorreiraGuendouzi
58'
Dani Parejo
70'
Daniel WassCarlos Soler
71'
Kévin GameiroGonçalo Guedes
71'
MkhitaryanOzil
75'
MonrealKoscielny
82'
Santi MinaRodrigo Moreno
88'
Aubameyang
90'
Final del partido
91'
Estadio
Rival: Arsenal FC
Records vs Arsenal FC
Máximo goleador: John Carew (3 goles)
Goleador rival: Aubameyang (4 goles)
Más partidos: Amedeo Carboni (4 partidos)
Mayor victoria: 2 - 0 (08.08.2009)
Mayor derrota: 2 - 4 (09.05.2019)
Más repetido: 0-0 (3 veces)
Crónica
El Valencia, que se adelantó en Londres ante el Arsenal con un gol de Diakhaby a los diez minutos, sufrió la inspiración del francés Lacazette, que manejó el ataque de los de Emery y consiguió dos goles para castigar a un Marcelino que fue tan dogmático con su innovación táctica como lo ha sido durante los últimos dos años en el Valencia con la invariabilidad del sistema. El técnico del Valencia quiso sorprender con la alineación, y lo consiguió hasta el punto de desconcertar a su equipo, desorientado con el nuevo sistema, con tres centrales, hasta el punto de no ser fiable en defensa ni creativo en ataque, sin peso específico de su centro del campo, mermado por las bajas pero con calidad para haber dominado el partido.
El Valencia se plantó antes del saque inicial en Londres con una línea de cuatro centrales atrás, pero incluso ese momento formaba parte del engaño. La gran apuesta del Valencia fue Diakhaby, para hacer las funciones de perro de presa en el centro del campo de la que adolecía con las bajas de Coquelin y Kondogbia. Encontró una consistencia momentánea ante la ofensiva inicial local y rascó sus opciones a balón parado. La primera ocasión, antes del minuto 10, la despejo Garay casi sobre la línea de gol rival, como si estuviera en su área. En la siguiente, Diakhaby, una amenaza constante por el aire, no perdonó tras otro balón que ganó Rodrigo en un centro de Parejo y el francés se alzó, imperial, sobre tres defensores londinenses para hacer el 1-0. Entre el ramillete de centrocampistas del que dispone el Arsenal, Emery eligió al joven Guendouzi, el más participativo en un ataque que fue creciendo con el paso de los minutos, sustentados en la calidad determinante de sus delanteros.
Tras el gol, el Valencia tomó el mando del partido, pero la celeridad con la que se sucedía todo en el partido precipitó otro cambio de paradigma. Sin capacidad de creación, Lacazette y Aubameyang produjeron, de la nada, una jugada vertical y precisa con la que hizo añicos el sistema defensivo de Marcelino para empatar el partido. Sin que ninguno de los equipos fuera un generador de juego, el peligro se transmitía en cada jugada de un partido atropellado, con alternativas para todos y problemas para las dos defensas, sobre todo para la de un Valencia que empezó a desaparecer de un partido sin pausa en el centro del campo, en el que los de Emery empujaron con fiereza cuando tuvieron el marcador a favor.
En una batalla de dinamita, el Arsenal es el que conseguiría la mayor explosión, y plasmó su superioridad en el resultado con eficiencia gracias a la inspiración de Lacazette, que hizo morder el cebo a Roncaglia con una facilidad pasmosa para ganar el centro del área, ante la inoperancia del resto de la defensa, y rematar a gol un centro sin demasiadas expectativas. Los problemas del Valencia con su nuevo sistemas se hicieron cada vez más evidentes, con Diakhaby cohibido por la amonestación que se ganó en el primer tiempo y el Arsenal haciendo daño con innumerables centros laterales que la defensa de tres valencianista permitía sin remedio.
Marcelino no abandonó la apuesta táctica y el Valencia no consiguió crear más peligro que con alguna jugada aislada de Rodrigo, además de con el balón parado. El Arsenal dominó el espacio, el tiempo y el balón en un segundo tiempo, aunque se disipó el descontrol que amenazaba con dinamitar la eliminatoria en el primer tiempo. A fuerza de dominar y hostigar a la defensa al Valencia, las ocasiones del Arsenal terminaron por llegar, de nuevo de la mano de Lacazette. Las urgencias obligaron a Marcelino a mover las piezas, pero no el sistema, y el equipo reaccionó para salir del oscuro túnel en el que se estaba metiendo. Apareció Parejo y le dio opciones a su equipo en el tramo final, en el que fue el Arsenal el que, entre las dudas del Valencia, encontró de nuevo un gol para dejar la eliminatoria muy decantada, en la que el Valencia se agarra al gol de Diakhaby.
El Valencia se plantó antes del saque inicial en Londres con una línea de cuatro centrales atrás, pero incluso ese momento formaba parte del engaño. La gran apuesta del Valencia fue Diakhaby, para hacer las funciones de perro de presa en el centro del campo de la que adolecía con las bajas de Coquelin y Kondogbia. Encontró una consistencia momentánea ante la ofensiva inicial local y rascó sus opciones a balón parado. La primera ocasión, antes del minuto 10, la despejo Garay casi sobre la línea de gol rival, como si estuviera en su área. En la siguiente, Diakhaby, una amenaza constante por el aire, no perdonó tras otro balón que ganó Rodrigo en un centro de Parejo y el francés se alzó, imperial, sobre tres defensores londinenses para hacer el 1-0. Entre el ramillete de centrocampistas del que dispone el Arsenal, Emery eligió al joven Guendouzi, el más participativo en un ataque que fue creciendo con el paso de los minutos, sustentados en la calidad determinante de sus delanteros.
Tras el gol, el Valencia tomó el mando del partido, pero la celeridad con la que se sucedía todo en el partido precipitó otro cambio de paradigma. Sin capacidad de creación, Lacazette y Aubameyang produjeron, de la nada, una jugada vertical y precisa con la que hizo añicos el sistema defensivo de Marcelino para empatar el partido. Sin que ninguno de los equipos fuera un generador de juego, el peligro se transmitía en cada jugada de un partido atropellado, con alternativas para todos y problemas para las dos defensas, sobre todo para la de un Valencia que empezó a desaparecer de un partido sin pausa en el centro del campo, en el que los de Emery empujaron con fiereza cuando tuvieron el marcador a favor.
En una batalla de dinamita, el Arsenal es el que conseguiría la mayor explosión, y plasmó su superioridad en el resultado con eficiencia gracias a la inspiración de Lacazette, que hizo morder el cebo a Roncaglia con una facilidad pasmosa para ganar el centro del área, ante la inoperancia del resto de la defensa, y rematar a gol un centro sin demasiadas expectativas. Los problemas del Valencia con su nuevo sistemas se hicieron cada vez más evidentes, con Diakhaby cohibido por la amonestación que se ganó en el primer tiempo y el Arsenal haciendo daño con innumerables centros laterales que la defensa de tres valencianista permitía sin remedio.
Marcelino no abandonó la apuesta táctica y el Valencia no consiguió crear más peligro que con alguna jugada aislada de Rodrigo, además de con el balón parado. El Arsenal dominó el espacio, el tiempo y el balón en un segundo tiempo, aunque se disipó el descontrol que amenazaba con dinamitar la eliminatoria en el primer tiempo. A fuerza de dominar y hostigar a la defensa al Valencia, las ocasiones del Arsenal terminaron por llegar, de nuevo de la mano de Lacazette. Las urgencias obligaron a Marcelino a mover las piezas, pero no el sistema, y el equipo reaccionó para salir del oscuro túnel en el que se estaba metiendo. Apareció Parejo y le dio opciones a su equipo en el tramo final, en el que fue el Arsenal el que, entre las dudas del Valencia, encontró de nuevo un gol para dejar la eliminatoria muy decantada, en la que el Valencia se agarra al gol de Diakhaby.