Ficha de partido: 02.01.1972: Córdoba CF 0 - 4 Valencia CF

Ficha de partido

Córdoba CF
Córdoba CF
0 - 4
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Quino SierraAsist: José Vicente Forment
8'
Descanso
45'
José Vicente FormentAsist: Pep Claramunt
58'
Óscar Rubén ValdezAsist: Pep Claramunt
70'
AlarcónSanchís
72'
Quino SierraAsist: José Vicente Forment
76'
Enrique Claramunt IIJosé Vicente Forment
77'
José Ramón FuertesÓscar Rubén Valdez
77'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: El Arcángel
Aforo: 20.000 espectadores
Ubicación: Córdoba (Córdoba) 
Inauguración: 08/09/1945 (demolido en 1993)

Rival: Córdoba CF

Records vs Córdoba CF

Máximo goleador: Pep Claramunt (7 goles)
Goleador rival: Rojas (3 goles)
Mayor victoria: 5 - 0 (23.09.1967)
Mayor derrota: 0 - 2 (24.08.2003)
Más repetido: 0-1 (5 veces)

Crónica

En el Estadio Municipal de El Arcángel, el Valencia venció al Córdoba en encuentro televisado por el resultado de 4 a 0. Entrada floja, a pesar de ser a mitad de precio y buen tiempo. Al descanso se llegó con 1-0.

El partido correspondió a la expectación despertada, sobre todo por parte del Valencia, equipo que era temido por tratarse de uno de los llamados grandes, capaz da resolver a su favor el encuentro en cualquier momento que se le dieran oportunidades. Estas llegaron para ambos equipos pero mientras el Valencia supo aprovecharlas, el Córdoba no hizo buen uso de ellas.

Dos fases distintas ha tenido el encuentro. En la primera parte, a pesar de marcar el Valencia en los primeros minutos, exactamente en el siete, con gran tiro de Quino desde fuera del área, a pase de Forment, que se introdujo en la red después de dar en el larguero, el Córdoba actuó con codicia y si técnicamente el Valencia fue superior, con una defensa infranqueable, el coraje y empuje de los cordobesistas igualaron el encuentro en cuanto a dominio.

En el minuto 25 Cruz Cerrascosa marcó un gol que fue anulado por fuera de juego, señalado con anterioridad por el linier. Sin embargo, en la segunda parte, el Córdoba, algo agotado por el esfuerzo realizado en la primera, tuvo que luchar no cólo contra el Valencia, sino contra el propio terreno, embarrado y escurridizo, que le impidió desarrollar el juego preciosista a que nos tiene acostumbrados en El Arcángel.

El Valencia supo desenvolverse bastante bien, con una superioridad aplastante y los goles fueron llegando, demostrando la enorme diferencia que existe actualmente entre ambos equipos. Así, en el minuto 14 se produjo el segundo gol, obra de Forment, en internada rápida que cogió descolocada a la defensa. En el 21, un tiro de Cruz Carrascosa lo devolvió el larguero. En el 27, Valdés bombeó sobre Campos y mercó el tercero, quedando lesionado Sanchís y saliendo Alarcón a sustituirlo. En el minuto 32, de nuevo Quino, solo ante Campos, mercó el cuarto y último; aunque el Córdoba intentó reaccionar no pudo hacer nada ante la técnica y el buen juego valencianista, que con furia y coraje no daban un balón por perdido. Esta es la primera victoria del Valencia en El Arcángel, y la mayor goleada al Córdoba en su terreno en varias temporadas.

Si tuviéramos que definir el juego del Valencia, diríamos que demostró su condición de campeón. Su victoria no admite dudas, su superioridad fue tan clara como aplastante y de su efectividad ente el marco contrario hablan por sí solos estos cuatro goles que subieron al marcador y que se nos dan a ver en tan pocas ocasiones.

En el equipo valenciano se nota le mano de un hombre, de un técnico que, si como jugador alcanzó las más altas cotas, como entrenador lleva el camino de superarlas. Di Stéfano sabe lo que se trae entre manos. Y quienes pensaron que el Valencia era flor de una temporada, suponemos que reconocerán ye que no estaban en posesión de la verdad.

En El Arcángel, y frente a un Córdoba entusiasta y rápido, pero también muy vulnerable, el Valencia impuso el ritmo desde el primer minuto y a base de fáciles contragolpes marcó cuando se lo propuso. No en vano, mientras su defensa es sólida y contundente, sus centrocampistas, capitaneados por Claramunt I, cubren la zona ancha del campo con singular acierto y delante tiene los hombres precisos para ratificar esta superioridad. Y en este sentido, forzosamente tenemos que hablar de Quino, un jugador que parecía desahuciado para el fútbol y que está demostrando que después de Gárate es el mejor ariete del fútbol nacional. Lo que es lo mismo que darle la razón a Di Stéfano, que se empeñó en contar con sus servicios a pesar de que más de uno le criticara, dando una muestra más de su ojo técnico. La actuación del árbitro, señor Pascual Tejerina, discreta, aunque en algunos momentos fuera protestada por el público.