Ficha de partido
MTK Budapest
3 - 7
Valencia CF
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Héctor NúñezAsist: Waldo Machado
6'
Vicente Guillot
25'
Ferenc Machos
28'
Waldo MachadoAsist: Vicente Guillot
32'
Descanso
45'
Ferenc KovalikLászló Takács
45'
Vicente GuillotAsist: Waldo Machado
46'
Waldo Machado
49'
Ferenc Machos
52'
Héctor NúñezAsist: Vicente Guillot
60'
Héctor Núñez
75'
László Bödör
83'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: MTK Budapest
Records vs MTK Budapest
Máximo goleador: Vicente Guillot (3 goles)
Goleador rival: Ferenc Machos (2 goles)
Más partidos: José Ginesta (2 partidos)
Mayor victoria: 7 - 3 (02.05.1962)
Mayor derrota: Ninguna
Más repetido: 3-0 (1 veces)
Crónica
El Valencia se ha clasificado para la final de la Copa de Ferias, manteniéndose imbatido y por un tanteo sensacional, un tanteo único en los anales del fútbol español en la Europa central. Un siete a tres apabullante que dió verdaderos escalofríos a los valencianos que estábamos presentes en el Nepstadion de Budapest, ocupado por treinta y cinco mil espectadores magyares que antes del descanso se entregaron al Valencia como nunca hicieron con ningún otro equipo español. De la misma forma que es la primera vez que el M.T.K. ha encajado un tanteo tan rotundo.
Lo mejor del caso es que, siendo fabuloso el resultado, mucho más inereible, ha sido la actuación del Valencia, el juego desarrollado desde e comianzo hasta el final. Algo de verdadero asombro. "La Séptima Sinfonía de Beethoven transportada al fútbol", decía un aficionado; un verdadero recital comentaba el presidente de la Federación Catalana, don Juliá de Campany, que ha sido un testigo de excepción en la epopeya. Ha sido un partido muy superior a aquel del 5 a 1 en Notthingam, porque, hoy, el Valencia además de marcarle siete goles al M.T.K., ha jugado con un espíritu de equipo, con una sabiduría, con un saber poder estar en el campo, moverse sobre el mismo, con una gracia en su delantera realmente singulares, tan singular como la fortaleza que han mostrado en las líneas traseras. Y cuéntese que se estaba jugando a cuatro grados de temperatura sobre cero, con un frío intenso, desacostumbrado en esta época, que acusó Ginesta en el último gol, pero que no sirvió para enfriar nunca los entusiasmos, el fervor, la inspiración de los jugadores valencianos que se han batido heroicamente en el partido más inspirado que le hemos visto al Valencia en treinta y cinco años largos de actuación periodística.
Ha sido, como decimos, algo único que no retrata el siete a tres, porque hay que haber visto cómo ha jugado el Valencia, como ha barrido materialmente al M.T.K., para saber el grado de aciertos, de inspiración, de genialidad que ha permitido la actuación del Valencia. Tanto ha sido así que los valencianos hemos aplaudido posiblemente tanto como los simpatizantes magyares, los goles marcados por el M.T.K. que estaba sufriendo una derrota que parecía humillante, pero que no lo era, porque se han batido hoy, como en Valencia, con genio, con coraje, con ganas de hacer buen fútbol, pero que no han podido y se han visto al fin fulminados por esta noche, realmente genial, que ha tenido el Valencia.
Pasemos al partido y digamos que, Balmanya, debe de figurar a la cabeza de los once triunfadores del Valencia, porque ha sido el que inspiró el planteamiento del partido realmente genial, el movimiento de los jugadores y además supo infundirles el entusiasmo, la inspiración que han desarrollado en una noche memorable como la de hoy en el Nepstadion. Y vamos con el partido, con este partido singular de que ha sido escenario un estadio maravilloso, un estadio de una categoria extraordinaria como es el Nuevo Estadio de Budapest. El árbitro alemán Dusch, dicho sea de paso, estuvo un poco caserillo, pero sin trascendencia, hasta el extremo de que el público abucheó de una manera manifiesta alguno de sus fallos favorables al equipo local.
Desde el primer instante el Valencia plantea el partido en una atrevida posición de bloque de ataque con un marcaje estrechisimo de los delanteros magyares a cargo de defensas y volantes, mientras que en la delantera actuaban los cinco jugadores muy bien enlazados con relevos continuos, permutaciones muy vistosas y efectivas.
A los 6 minutos de juego, Núñez en avance bellísimo, con la colaboración de Recamán y Waldo, burla a un defensa, se aprovecha de la indecisión de otros dos y fusila el primer gol que habría de abrir las puertas a la gran victoria valenciana. El Valencia, dominador, desarrolla un juego precioso que desconcierta al M.T.K. que en sus reacciones apenas acierta a contrarrestar el juego del Valencia. A los veinticinco minutos, después de dos remates estupendos de Guillot, el Valencia marcaba el segundo tanto, obra del propio Guillot, que de lejos recibía la pelota de Waldo y juntamente con Coll en jugada conjunta de los tres, marcaba el segundo gol que llenaba de asombro al público magyar.
En el minuto veintiocho replica valientemente el once local y su delantero centro Machos, tira al ángulo superior derecho y consigue el primer gol de su equipo, pero cuatro minutos más tarde, el Valencia, que está arrollador, realiza otro avance con cesión de Guillot a Waldo, quien ha disparado forzando la salida del portero a quien bate por tercera vez. Con jugadas magnificas se llega al descanso, y apenas iniciada la segunda parte, no había pasado más allá de un minuto, Guillot en um avance precioso con remate estupendo, marcaba el cuarto gol del Valencia. En el minuto cuatro Waldo subía el quinto gol al marcador, en un chutazo imponente. Pero el M.T.K. que no se entrega y consigue el segundo gol que pone el tanteo en un 5-2. Pero el Valencia que está batallador y arrollador, en otro avance, al cuarto de hora por la izquierda, Guillot centra y Núñez de volea empalnaa sin dejar caer la pelota al suelo, mete un cañonazo fantástico que es el sexto gol del Valencia.
La ovación es clamorosa, hay vítores y olés por parte de los expedicionarios valencianos y ya el público se entrega por completo al juego desarrollado por el Valencia. Pero todavia a la media hora, Núñez había de redondear el tanteo con un séptimo gol aprovechando una entrega de Waldo que cierra la cuenta valenciana. El M.T.K. no se entrega y con este séptimo gol acosa continuamente a Ginesta que realiza dos paradas formidables pero que en el minuto treinta y siete no pue de impedir que el interior derecha Bodor, chute muy templado y consiga establecer el tanteo definitiyo de 7-3. Es muy aplaudido el gol del M.T.K. y hasta el final el Valencia, con serenidad, aguanta bien y realiza a su vez magnificos avances de gran inspiración hasta llegar al final del partido en el que es despedido por el público con una ovación clamorosa.
No podemos establecer ningún distingo. Todos los jugadores del Valencia han estado realmente sensacionales. No se puede jugar mejor, con mejor técnica y con superior maestría. Los valencianos cubrieron siempre de banda a banda el campo, con precisión, firmeza y seguridad, un terreno de juego amplio de 110 metros por 78, pero cubriendo siempre todas las zonas, estando siempre en todas partes, para desde cualquier lugar donde se efectuaran llevar la pelota prendida en los pies y con maestría, prodigando sobre todo los cambios de juego que rompieron materialmente a todo el sistema defensivo del bando local. No cabe duda que ha influido también de una manera notoria la amplitud del campo para que el Valencia pudiera desenvolverse sin la menor traba, con una facilidad como nunca le hemos visto en campos de dimansiones medias o pequeñas.
Por lo que se refiere al M.T.K., se han empleado con ardor y lucharon siempre bien, con nobleza, valientes, decididos, pero cedieron ante un Valencia que tuvo ese soplo de inspiración que rara vez se tiene, pero que cuando se recibe, como lo ha recibido hoy el Valencia, da ocasión a una situación como esta que tanto nos ha llenado de orgullo como valencianistas y como españoles. Al final del partido, los directivos dei M.T.K., con el presidente a la cabeza, felicitaron efusivamente a los jugadores valencianos. Y en los momentos en que transcribimos esta crónica, se está celebrando una cena en honor de los valencianos, que ha sido ofrecida por el presidente del M.T.K., contestándole con emotivas palabras el presidente del Valencia, por las que fue muy aplaudido.
Lo mejor del caso es que, siendo fabuloso el resultado, mucho más inereible, ha sido la actuación del Valencia, el juego desarrollado desde e comianzo hasta el final. Algo de verdadero asombro. "La Séptima Sinfonía de Beethoven transportada al fútbol", decía un aficionado; un verdadero recital comentaba el presidente de la Federación Catalana, don Juliá de Campany, que ha sido un testigo de excepción en la epopeya. Ha sido un partido muy superior a aquel del 5 a 1 en Notthingam, porque, hoy, el Valencia además de marcarle siete goles al M.T.K., ha jugado con un espíritu de equipo, con una sabiduría, con un saber poder estar en el campo, moverse sobre el mismo, con una gracia en su delantera realmente singulares, tan singular como la fortaleza que han mostrado en las líneas traseras. Y cuéntese que se estaba jugando a cuatro grados de temperatura sobre cero, con un frío intenso, desacostumbrado en esta época, que acusó Ginesta en el último gol, pero que no sirvió para enfriar nunca los entusiasmos, el fervor, la inspiración de los jugadores valencianos que se han batido heroicamente en el partido más inspirado que le hemos visto al Valencia en treinta y cinco años largos de actuación periodística.
Ha sido, como decimos, algo único que no retrata el siete a tres, porque hay que haber visto cómo ha jugado el Valencia, como ha barrido materialmente al M.T.K., para saber el grado de aciertos, de inspiración, de genialidad que ha permitido la actuación del Valencia. Tanto ha sido así que los valencianos hemos aplaudido posiblemente tanto como los simpatizantes magyares, los goles marcados por el M.T.K. que estaba sufriendo una derrota que parecía humillante, pero que no lo era, porque se han batido hoy, como en Valencia, con genio, con coraje, con ganas de hacer buen fútbol, pero que no han podido y se han visto al fin fulminados por esta noche, realmente genial, que ha tenido el Valencia.
Pasemos al partido y digamos que, Balmanya, debe de figurar a la cabeza de los once triunfadores del Valencia, porque ha sido el que inspiró el planteamiento del partido realmente genial, el movimiento de los jugadores y además supo infundirles el entusiasmo, la inspiración que han desarrollado en una noche memorable como la de hoy en el Nepstadion. Y vamos con el partido, con este partido singular de que ha sido escenario un estadio maravilloso, un estadio de una categoria extraordinaria como es el Nuevo Estadio de Budapest. El árbitro alemán Dusch, dicho sea de paso, estuvo un poco caserillo, pero sin trascendencia, hasta el extremo de que el público abucheó de una manera manifiesta alguno de sus fallos favorables al equipo local.
Desde el primer instante el Valencia plantea el partido en una atrevida posición de bloque de ataque con un marcaje estrechisimo de los delanteros magyares a cargo de defensas y volantes, mientras que en la delantera actuaban los cinco jugadores muy bien enlazados con relevos continuos, permutaciones muy vistosas y efectivas.
A los 6 minutos de juego, Núñez en avance bellísimo, con la colaboración de Recamán y Waldo, burla a un defensa, se aprovecha de la indecisión de otros dos y fusila el primer gol que habría de abrir las puertas a la gran victoria valenciana. El Valencia, dominador, desarrolla un juego precioso que desconcierta al M.T.K. que en sus reacciones apenas acierta a contrarrestar el juego del Valencia. A los veinticinco minutos, después de dos remates estupendos de Guillot, el Valencia marcaba el segundo tanto, obra del propio Guillot, que de lejos recibía la pelota de Waldo y juntamente con Coll en jugada conjunta de los tres, marcaba el segundo gol que llenaba de asombro al público magyar.
En el minuto veintiocho replica valientemente el once local y su delantero centro Machos, tira al ángulo superior derecho y consigue el primer gol de su equipo, pero cuatro minutos más tarde, el Valencia, que está arrollador, realiza otro avance con cesión de Guillot a Waldo, quien ha disparado forzando la salida del portero a quien bate por tercera vez. Con jugadas magnificas se llega al descanso, y apenas iniciada la segunda parte, no había pasado más allá de un minuto, Guillot en um avance precioso con remate estupendo, marcaba el cuarto gol del Valencia. En el minuto cuatro Waldo subía el quinto gol al marcador, en un chutazo imponente. Pero el M.T.K. que no se entrega y consigue el segundo gol que pone el tanteo en un 5-2. Pero el Valencia que está batallador y arrollador, en otro avance, al cuarto de hora por la izquierda, Guillot centra y Núñez de volea empalnaa sin dejar caer la pelota al suelo, mete un cañonazo fantástico que es el sexto gol del Valencia.
La ovación es clamorosa, hay vítores y olés por parte de los expedicionarios valencianos y ya el público se entrega por completo al juego desarrollado por el Valencia. Pero todavia a la media hora, Núñez había de redondear el tanteo con un séptimo gol aprovechando una entrega de Waldo que cierra la cuenta valenciana. El M.T.K. no se entrega y con este séptimo gol acosa continuamente a Ginesta que realiza dos paradas formidables pero que en el minuto treinta y siete no pue de impedir que el interior derecha Bodor, chute muy templado y consiga establecer el tanteo definitiyo de 7-3. Es muy aplaudido el gol del M.T.K. y hasta el final el Valencia, con serenidad, aguanta bien y realiza a su vez magnificos avances de gran inspiración hasta llegar al final del partido en el que es despedido por el público con una ovación clamorosa.
No podemos establecer ningún distingo. Todos los jugadores del Valencia han estado realmente sensacionales. No se puede jugar mejor, con mejor técnica y con superior maestría. Los valencianos cubrieron siempre de banda a banda el campo, con precisión, firmeza y seguridad, un terreno de juego amplio de 110 metros por 78, pero cubriendo siempre todas las zonas, estando siempre en todas partes, para desde cualquier lugar donde se efectuaran llevar la pelota prendida en los pies y con maestría, prodigando sobre todo los cambios de juego que rompieron materialmente a todo el sistema defensivo del bando local. No cabe duda que ha influido también de una manera notoria la amplitud del campo para que el Valencia pudiera desenvolverse sin la menor traba, con una facilidad como nunca le hemos visto en campos de dimansiones medias o pequeñas.
Por lo que se refiere al M.T.K., se han empleado con ardor y lucharon siempre bien, con nobleza, valientes, decididos, pero cedieron ante un Valencia que tuvo ese soplo de inspiración que rara vez se tiene, pero que cuando se recibe, como lo ha recibido hoy el Valencia, da ocasión a una situación como esta que tanto nos ha llenado de orgullo como valencianistas y como españoles. Al final del partido, los directivos dei M.T.K., con el presidente a la cabeza, felicitaron efusivamente a los jugadores valencianos. Y en los momentos en que transcribimos esta crónica, se está celebrando una cena en honor de los valencianos, que ha sido ofrecida por el presidente del M.T.K., contestándole con emotivas palabras el presidente del Valencia, por las que fue muy aplaudido.