Ficha de partido: 12.09.1962: FC Barcelona 1 - 1 Valencia CF

Estadio



Nombre: Camp Nou
Aforo: 99.354 espectadores
Ubicación: Barcelona (Barcelona) 
Inauguración: 24/09/1957

Rival: FC Barcelona

Records vs FC Barcelona

Máximo goleador: Mundo Suárez (18 goles)
Goleador rival: Messi (31 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (18.04.1979)
Mayor derrota: 0 - 7 (03.02.2016)
Más repetido: 1-1 (36 veces)

Crónica

El Valencia confirmóse anoche, en el estadio azulgrana, incuestionable ganador de la «Copa Ciudades en Feria», disputada a doble final y virtualmente decidida ya el sábado último a favor del equipo de Mestalla, por cuatro tantos de diferencia. Ventaja que redujo de modo mínimo el Barcelona al comienzo de la segunda parte, para llegarse al fin del encuentro con empate a uno, que hacía resultara más esplendorosa la victoria del once visitante.

Sin ningún cambio en sus filas, el Valencia tuvo por oponente a un conjunto azulgrana en que se realizaron varios cambios. Garay, Fuste y Goyvaerts fueron los que, incorporados al once, compartieron con los restantes jugadores la responsabilidad del fracaso. Aunque en el propio y concreto caso, sólo en un cincuenta por ciento. Un primer tiempo sin goles, con intensa ofesiva de los bareelonlstas, tan intensa como infructuosa, tropezó con la táctica ofensiva que, naturalmente, debía oponer el Valencia como consecuencia de la clara ventaja conseguida en el encuentro de ida.

Con cuatro y hasta cinco hombres atrás, dos, y en ocasiones tres, en la media, quedaban en la mitad del campo tres o dos delanteros valencianos, que se permitiéron, a veces, aun a pesar de este dispositivo táctico, inquietar al meta barcelonisía y a sus zagueros. El Barcelona se lanzó desde el primer momento al ataque, intentando, sin conseguirlo, reducir distancias e imponerse en el marcador. Cosa que tampoco supo realizar o... no le dejaron.

Mientras sus adversarios jugaban con la tranquilidad que se derivaba de la ventaja lograda, los barcelonistas tenían que jugar contra reloj. Desde el momento de salida, partiendo de aquella diferencia de cuatro goles (demasiados, sincera y serenamente eransiderado el asunto) para intentar la dificilísima empresa de superarla o, como mal menor, igualarla.

Con empate a cero terminó el primer tiempo. Y en la segunda mitad, a poco de comenzada ésta, un tanto del Barcelona pareció iba a ser el principio de aquel camino de recuperación... Mas de aquí no pasaron los barcelonistas, incidiendo, eso sí, en sus ataques, y manteniéndose la defensiva valencianista en similar postura, con algunos contraataques más que en el primer tiempo, que llevaron el balón y el peligro hacia el marco de Pesudo.

Y con esta continuidad en el esfuerzo infructuoso fueron transcurriendo los minutos, con juego de poca calidad y menos aún profundidad. Pocos momentos antes del final, se entregaron los azulgrana ante la inutilidad del mantenido intento. Y entonces los jugadores del Valencia perdieron el respeto a sus oponentes y aquello que en fútbol se denomina "baile" fue puesto en práctica para rubricar el partido y el resultado con un gol sorpresa.

Después de pasarse el balón entre sí una media docena de veces, un cambio a la derecha cogió a Guillot en buena posición, con sólo un azulgrana. a su lado, le dribló y se dirigió raudo hacia la meta de Pesudo, al que batió de buen tiro para establecer el empate a uno y mantener el signo favorable a sus colores en esta doble final. El tanto barcelonista lo había conseguido Kocsis al minuto de juego de la segunda parte, después que Benítez bombeara un balón hacia el marco de Zamora.

Virtualmente, repitámoslo, resuelto el partido y la Copa Ciudades en Feria en Mestalla, esta segunda final barcelonesa tuvo bien poco de espectacular. Sabido es que cuando un equipo ataca insistentemente y el otro se defiende lo mejor que puede y no se marcan tantos, decrece el interés del espectador. Con todo, se jugó correctamente y no hubo apenas jugadas de las que por su dureza o mala intención afean la acción de unos y otros.

También viose un buen arbitraje a cargo del italiano Campanatti, que volvía a Barcelona para dirigir encuentros de esta categoría. Sin embargo, nos pareció más severo con los visitantes que con los azulgrana, sin que esto suponga censura a su labor. Hubo una buena entrada en el estadio azulgrana, pues a pesar de la notable diferencia en el tanteo existía el natural deseo de ver fútbol después del paréntesis veraniego, que esta vez y por diversas causas ha sido de varios meses de duración.

Esta final española de la Copa Ciudades en Feria ha tenido unos preámbulos ciertamente versallescos, con los agasajos que han sido objeto el presidente y directivos del Valencia por parte del Comité de la Feria de Muestras barcelonesa y el Club de Fútbol Barcelona, correspondiendo así a similares y recientes atenciones valencianas. Clima de caballerosidad que persistió en el terreno de juego, donde bien pocas escaramuzas entre jugadores de uno y otro bando se produjeron. Además, pesaban de modo decisivo los cuatro goles de Mestalla. Que han sido, también, la que se ha mantenido después de pasar anoche el Valencia por el terreno de los azulgrana, tanto por el poder defensivo visitante como por la escasa potencia evidenciada en el ataque barcelonista.