Ficha de partido
Valencia CF
1 - 2
Real Oviedo
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Sánchez Lage
29'
Romero
43'
Descanso
45'
José Manuel PesudoGoyo Vergel
45'
José Antonio TerceroAsist: Luis Doménech
47'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Real Oviedo
Records vs Real Oviedo
Máximo goleador: Waldo Machado (14 goles)
Goleador rival: Lángara (12 goles)
Más partidos: Fernando Gómez (21 partidos)
Mayor victoria: 8 - 1 (28.02.1965)
Mayor derrota: 0 - 7 (22.02.1934)
Más repetido: 1-1 (10 veces)
Crónica
De nuevo el Valencia ha tropezado en Mestalla, cediendo dos de los puntos ganados fuera. Con éste, son siete los que lleva perdidos en su propio terreno, restándole tan sólo uno de los 8 que ganó en sus desplazamientos. Lo peor del caso, es que esta vez no ha sido el Barcelona, ni uno de los cabeceros de la Liga, quien le ha ganado. Ha sido el Oviedo, el modestísimo Oviedo, que se viene debatiendo en la cola para evitar el descenso y a quien los dos puntos de hoy le servirán de gran alivio.
No ha sido un resultado de suerte como algunos pudieran suponer. El Oviedo, que llegó a tener ventaja de dos cero al llegar al descanso, ganó con todo merecimiento, por haber sido superior al Valencia, tanto por su conjunto, como individualmente. Además, puso mucho más entusiasmo, llevando el juego a buena velocidad, con fáciles desplazamientos de sus hombres y entregas raseadas bastante precisas, mientras que el Valencia, volvía a su lentitud desesperante, con bombeo de balones frecuentísimos y una falta de pundonor manifiesta y sostenida en muchos de sus elementos, incluso cuando estaban en trance de igualar, al menos, el marcador. Su único gol ha sido producto de unos instantes de ardor, apenas iniciada la segunda parte, teniendo a Doménech y a Tercero, como artífices del mismo, pero la reacción ha durado poco, y aún cuando continuaron sosteniendo la ventaja territorial, los aciertos del portero y de la zaga ovetense, han neutralizado los pobres intentos del Valencia que, poco a poco, se fue desfondando, hasta finalizar el partido, en medio de una despreocupación total de la que se contagió el mismo público, lo cual constituye el peor síntoma.
Mala perspectiva para Quincoces si no cambian las cosas y se toman medidas disciplinarias radicales. Contra el Barcelona, todavía existió entusiasmo y un poco de juego. Éste mejoró mucho frente al Atlético de Madrid, y contando con la inhibición de los colchoneros, se produjo la sorprendente victoria en el Metropolitano, pero hoy hemos vuelto a las andadas, y el equipo ha puesto de manifiesto todos los defectos que viene aquejado desde hace tiempo, demostrándose con ello que el mal está mucho más hondo y no se resuelve con una simple sustitución de preparador, ni aún con la dimisión de su presidente y delegado técnico. Hoy, el equipo ha rivalizado en desaciertos, por parte de algunos jugadores, también era indiferencia. Ni ha habido conjunto, ni una línea completa, ni tan siquiera más individualidad que Tercero, quien luchó sin descanso desde el principio al fin. Algo han hecho también Doménech, Egea, Piquer y Quincoces, éste al lado de algún lado de algún fallo garrafal, mientras que Sendra y sobre todo los tres brasileños, rivalizaron en desaciertos e indiferencia.
El Oviedo, en cambio, con una buena posición de sus hombres en ortodoxa WM, ha sabido mover a sus peones con mucha inteligencia y orden. No teniendo necesidad de replegar apenas a nadie en la defensa de su puerta, mientras que sus avances sueltos y en profundidad, estaban apoyados por los volantes tirando bien a puerta en las ocasiones propicias que se les presentaron. Una excelente impresión, la que ha producido el equipo asturiano, en su partido, con el detalle que les honra, de no haber recurrido ni una sola vez a los consabidos recursos para ganar tiempo, después de haber jugado un partido limpísimo. Individualmente, Varea ha estado muy bien, sobre todo en la segunda parte, en la que se le obligó a un mayor trabajo. Buena la zaga, destacando Alarcón. Magníficos los volantes, especialmente Álvarez, quien ha neutralizado por completo a Machado, y muy bien todo el equipo, en especial mención para Sánchez II, por su labor constructiva, Romero, en su papel de ariete y Amarilla, por la lección de pundonor de que dió prueba, jugando todo el partido con el brazo derecho inútil y pegado al cuerpo con un vendaje. Buen debút del árbitro gallego Castiñeira.
El Valencia es recibido con aplausos por su triunfo en el Metropolitano. Después de unos intentos valencianos, se nivela el partido y el Oviedo crea una situación de peligro, rematando Sánchez junto al
palo. El juego es poco brillante. El Valencia, actúa con muy poco empuje y a los 29 minutos, se produce el primer gol forastero. Fue un avance por la derecha, en el que Mestres, fallo siguió con la pelota Sánchez II, chutando da cerca, Goyo, rechaza y el propio Sánchez, recoge nuevamente el balón, marcando el
gol desde corta distancia. La desilusión del público es grande y el Valencia, no sabe reaccionar ante el gol y nuevamente está el Oviedo en un trance de marcar, aprovechando un fallo de Quincoces. Por suerte para él, Amarilla no jugaba en plenitud de facultades y pierde un tanto que parecía seguro. Continúa el juego de poca calidad y en el minuto 41, el Oviedo marca su segundo gol, en un fallo total de los medios y la defensa, que es aprovechado por Romero, para chutar bien. Así se llega al descanso, siendo el Valencia despedido con pitos que se reproducen al aparecer en la segunda parte.
Pero apenas iniciada esta, ante unos intentos voluntariosos de su ala derecha, el púbico le aplaude. Doménech, recoge la relota y con gran empuje, avanza con ella, haciendo una entrega a Tercero que está situado en la posición del extremo derecha. Éste, desde allí, se interna unos pasos y chuta muy sesgado, consiguiendo el primero y único gol del Valencia. Este tanto y los alientos del público, animan un poco el partido y el Valencia domina, y Joel, está punto de marcar en un balón que sale junto al palo. Peró el portero ovetense y su defensa se desenvuelven muy bien y con gran serenidad, manteniendo su puerta imbatida hasta el final del partido. Hubo más adelante una nivelación de fuerzas, incluso con algún avance suelto y en profundidad, algún avance peligroso del Oviedo, pero se llegó al término reglamentario, sin que el marcador volviera a funcionar. El Valencia, ejecutó cuatro córners y el Oviedo uno, todos ellos en la segunda parte.
No ha sido un resultado de suerte como algunos pudieran suponer. El Oviedo, que llegó a tener ventaja de dos cero al llegar al descanso, ganó con todo merecimiento, por haber sido superior al Valencia, tanto por su conjunto, como individualmente. Además, puso mucho más entusiasmo, llevando el juego a buena velocidad, con fáciles desplazamientos de sus hombres y entregas raseadas bastante precisas, mientras que el Valencia, volvía a su lentitud desesperante, con bombeo de balones frecuentísimos y una falta de pundonor manifiesta y sostenida en muchos de sus elementos, incluso cuando estaban en trance de igualar, al menos, el marcador. Su único gol ha sido producto de unos instantes de ardor, apenas iniciada la segunda parte, teniendo a Doménech y a Tercero, como artífices del mismo, pero la reacción ha durado poco, y aún cuando continuaron sosteniendo la ventaja territorial, los aciertos del portero y de la zaga ovetense, han neutralizado los pobres intentos del Valencia que, poco a poco, se fue desfondando, hasta finalizar el partido, en medio de una despreocupación total de la que se contagió el mismo público, lo cual constituye el peor síntoma.
Mala perspectiva para Quincoces si no cambian las cosas y se toman medidas disciplinarias radicales. Contra el Barcelona, todavía existió entusiasmo y un poco de juego. Éste mejoró mucho frente al Atlético de Madrid, y contando con la inhibición de los colchoneros, se produjo la sorprendente victoria en el Metropolitano, pero hoy hemos vuelto a las andadas, y el equipo ha puesto de manifiesto todos los defectos que viene aquejado desde hace tiempo, demostrándose con ello que el mal está mucho más hondo y no se resuelve con una simple sustitución de preparador, ni aún con la dimisión de su presidente y delegado técnico. Hoy, el equipo ha rivalizado en desaciertos, por parte de algunos jugadores, también era indiferencia. Ni ha habido conjunto, ni una línea completa, ni tan siquiera más individualidad que Tercero, quien luchó sin descanso desde el principio al fin. Algo han hecho también Doménech, Egea, Piquer y Quincoces, éste al lado de algún lado de algún fallo garrafal, mientras que Sendra y sobre todo los tres brasileños, rivalizaron en desaciertos e indiferencia.
El Oviedo, en cambio, con una buena posición de sus hombres en ortodoxa WM, ha sabido mover a sus peones con mucha inteligencia y orden. No teniendo necesidad de replegar apenas a nadie en la defensa de su puerta, mientras que sus avances sueltos y en profundidad, estaban apoyados por los volantes tirando bien a puerta en las ocasiones propicias que se les presentaron. Una excelente impresión, la que ha producido el equipo asturiano, en su partido, con el detalle que les honra, de no haber recurrido ni una sola vez a los consabidos recursos para ganar tiempo, después de haber jugado un partido limpísimo. Individualmente, Varea ha estado muy bien, sobre todo en la segunda parte, en la que se le obligó a un mayor trabajo. Buena la zaga, destacando Alarcón. Magníficos los volantes, especialmente Álvarez, quien ha neutralizado por completo a Machado, y muy bien todo el equipo, en especial mención para Sánchez II, por su labor constructiva, Romero, en su papel de ariete y Amarilla, por la lección de pundonor de que dió prueba, jugando todo el partido con el brazo derecho inútil y pegado al cuerpo con un vendaje. Buen debút del árbitro gallego Castiñeira.
El Valencia es recibido con aplausos por su triunfo en el Metropolitano. Después de unos intentos valencianos, se nivela el partido y el Oviedo crea una situación de peligro, rematando Sánchez junto al
palo. El juego es poco brillante. El Valencia, actúa con muy poco empuje y a los 29 minutos, se produce el primer gol forastero. Fue un avance por la derecha, en el que Mestres, fallo siguió con la pelota Sánchez II, chutando da cerca, Goyo, rechaza y el propio Sánchez, recoge nuevamente el balón, marcando el
gol desde corta distancia. La desilusión del público es grande y el Valencia, no sabe reaccionar ante el gol y nuevamente está el Oviedo en un trance de marcar, aprovechando un fallo de Quincoces. Por suerte para él, Amarilla no jugaba en plenitud de facultades y pierde un tanto que parecía seguro. Continúa el juego de poca calidad y en el minuto 41, el Oviedo marca su segundo gol, en un fallo total de los medios y la defensa, que es aprovechado por Romero, para chutar bien. Así se llega al descanso, siendo el Valencia despedido con pitos que se reproducen al aparecer en la segunda parte.
Pero apenas iniciada esta, ante unos intentos voluntariosos de su ala derecha, el púbico le aplaude. Doménech, recoge la relota y con gran empuje, avanza con ella, haciendo una entrega a Tercero que está situado en la posición del extremo derecha. Éste, desde allí, se interna unos pasos y chuta muy sesgado, consiguiendo el primero y único gol del Valencia. Este tanto y los alientos del público, animan un poco el partido y el Valencia domina, y Joel, está punto de marcar en un balón que sale junto al palo. Peró el portero ovetense y su defensa se desenvuelven muy bien y con gran serenidad, manteniendo su puerta imbatida hasta el final del partido. Hubo más adelante una nivelación de fuerzas, incluso con algún avance suelto y en profundidad, algún avance peligroso del Oviedo, pero se llegó al término reglamentario, sin que el marcador volviera a funcionar. El Valencia, ejecutó cuatro córners y el Oviedo uno, todos ellos en la segunda parte.