Ficha de partido
Sporting Gijón
1 - 3
Valencia CF
Equipos titulares
10
11
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Sócrates Belenguer
10'
Walter MarcianoAsist: Antonio Fuertes
11'
Ricardo AlósAsist: Antonio Fuertes
23'
Walter Marciano
24'
Florentino LópezGoyo Vergel
38'
Descanso
45'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Sporting Gijón
Records vs Sporting Gijón
Máximo goleador: Vicente Seguí (7 goles)
Goleador rival: Quini (13 goles)
Más partidos: Fernando Gómez (25 partidos)
Mayor victoria: 8 - 0 (29.11.1953)
Mayor derrota: 1 - 6 (20.01.1982)
Más repetido: 1-1 (15 veces)
Crónica
El primer tanto de la tarde se produjo a lo diez minutos. Medina pasó un balón en profundidad a Antonín y éste cedió a Enguidanos, y el chut de éste fue rechazado levemente por el defensa valenciano Quincoces, que al intentar despejar la pelota la envió al fondo de su puerta. A los once minutos se produce un rápido ataque del Valencia por la derecha, con centro rápido de Fuertes y Walter, en posición dudosa, remata, estableciendo el empate. A los veintitrés minutos se saca un córner contra el Real Gijón y García, incomprensiblemente, deja pasar el balón que Ricardo, de cabeza, aprovecha para marcar. Dos minutos más tarde, el marcador se pone 3-1 favorable al Valencia. Atacan los valencianos por el centro y en una jugada sin aparente peligro, Walter carga a pellicer y se apodera del balón, avanza y con suavidad, bate otra vez a García. Tres a uno, que no se alteraría. Antes de terminar el primer tiempo, un defensa valenciano, al despejar una situación comprometida, lesionó a su portero Goyo, que fue retirado, ocupando su puesto Florentino.
Aquí se temía la visita del Valencia porque se conocía la clase de sus hombres, pero sin embargo se confiaba en que el Real Gijón vencería, pero no fue así. La alegría del triunfo rojiblanco en Sevilla la quebró esta tarde el Valencia, porque los de Mestalla nos ofrecieron un bonito partido, y lo que es más importante para ellos, que lo despacharon como un encuentro práctico. El Valencia, retrasando en plan de volante a su extremo Fuertes y al ariete Buqué, atacó siempre con sólo tres hombres (Walter, Ricardo y Seguí). De esta forma pudo controlar perfectamente la zona central del campo y organizar muy bien la defensa de su marco. No se movió nunca con excesiva tendencia defensiva, pero se lanzó siempre en el momento que le era oportuno en profundos ataques, a los que se incorporaban también aquellos dos hombres. Con este dispositivo y contando con jugadores que desarrollaron la táctica con gran sentido, el Valencia se impuso y el Real Gijón, pese a sus continuos intentos, no pudo romper aquel bloque macizo que formó el cuadro valenciano en una tarde que las cosas rodaron mal para los locales desde el principio. Pero el fútbol es así y así hemos de aceptarlo, y cuando esperábamos que el Real Gijón nos diese una nueva satisfacción, anotándose otro triunfo, surgió este Valencia magnífico y se llevó, con todo merecimiento, los dos puntos.
El Real Gijón en ningún momento del partido pudo imponerse. Por tanto, jugó siempre al compás que marcó su adversario, empleando una táctica muy similar a la suya (Ortiz, ariete siempre retrasado) no pudo contrarrestarla y así vimos como nuestros delanteros se movieron siempre dentro de un triángulo de jugadores blancos, actuando a merced de ellos. Le fallaron además sus hombres, porque hoy nadie, salvo excepciones, se mostró a la altura que le corresponde. Falló García en el segundo gol, falló ruidosamente Barragán en la defensa, sin que los medios pudiesen lanzar al equipo con sus entregas imprecisas. Y la delantera, careció de tiro. Un mal partido, en suma, el del Real Gijón, pese a la buena voluntad de que todos hicieron gala.
Por el Valencia, todos actuaron a la misma altura. Segura su puerta, con Goyo, al igual que con Florentino. Superior Sendra a Puchades. Bregaron con cierto Fuertes y Buqué, en su doble misión de ataque y defensa. Walter se mostró como un gran dominador del balón. Seguí bajó algo y Ricardo fue el más flojo. El señor Azón dirigió el encuentro sin seguir nunca el juego de cerca, por eso se equivocó más de lo debido en un colegiado de su talla. Fue abroncado en el primero y tercer gol del Valencia, por considerar que Walter estaba en fuera de juego, primero, y después, porque hizo falta a Pellicer.
Aquí se temía la visita del Valencia porque se conocía la clase de sus hombres, pero sin embargo se confiaba en que el Real Gijón vencería, pero no fue así. La alegría del triunfo rojiblanco en Sevilla la quebró esta tarde el Valencia, porque los de Mestalla nos ofrecieron un bonito partido, y lo que es más importante para ellos, que lo despacharon como un encuentro práctico. El Valencia, retrasando en plan de volante a su extremo Fuertes y al ariete Buqué, atacó siempre con sólo tres hombres (Walter, Ricardo y Seguí). De esta forma pudo controlar perfectamente la zona central del campo y organizar muy bien la defensa de su marco. No se movió nunca con excesiva tendencia defensiva, pero se lanzó siempre en el momento que le era oportuno en profundos ataques, a los que se incorporaban también aquellos dos hombres. Con este dispositivo y contando con jugadores que desarrollaron la táctica con gran sentido, el Valencia se impuso y el Real Gijón, pese a sus continuos intentos, no pudo romper aquel bloque macizo que formó el cuadro valenciano en una tarde que las cosas rodaron mal para los locales desde el principio. Pero el fútbol es así y así hemos de aceptarlo, y cuando esperábamos que el Real Gijón nos diese una nueva satisfacción, anotándose otro triunfo, surgió este Valencia magnífico y se llevó, con todo merecimiento, los dos puntos.
El Real Gijón en ningún momento del partido pudo imponerse. Por tanto, jugó siempre al compás que marcó su adversario, empleando una táctica muy similar a la suya (Ortiz, ariete siempre retrasado) no pudo contrarrestarla y así vimos como nuestros delanteros se movieron siempre dentro de un triángulo de jugadores blancos, actuando a merced de ellos. Le fallaron además sus hombres, porque hoy nadie, salvo excepciones, se mostró a la altura que le corresponde. Falló García en el segundo gol, falló ruidosamente Barragán en la defensa, sin que los medios pudiesen lanzar al equipo con sus entregas imprecisas. Y la delantera, careció de tiro. Un mal partido, en suma, el del Real Gijón, pese a la buena voluntad de que todos hicieron gala.
Por el Valencia, todos actuaron a la misma altura. Segura su puerta, con Goyo, al igual que con Florentino. Superior Sendra a Puchades. Bregaron con cierto Fuertes y Buqué, en su doble misión de ataque y defensa. Walter se mostró como un gran dominador del balón. Seguí bajó algo y Ricardo fue el más flojo. El señor Azón dirigió el encuentro sin seguir nunca el juego de cerca, por eso se equivocó más de lo debido en un colegiado de su talla. Fue abroncado en el primero y tercer gol del Valencia, por considerar que Walter estaba en fuera de juego, primero, y después, porque hizo falta a Pellicer.