Ficha de partido: 05.02.1924: Valencia CF 2 - 0 Real Oviedo

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
2 - 0
Real Oviedo
Real Oviedo

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Rafael Peral
5'
Descanso
45'
Antonio Cordellat
63'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: Real Oviedo

Records vs Real Oviedo

Máximo goleador: Waldo Machado (14 goles)
Goleador rival: Lángara (12 goles)
Mayor victoria: 8 - 1 (28.02.1965)
Mayor derrota: 0 - 7 (22.02.1934)
Más repetido: 1-1 (10 veces)

Crónica

El segundo encuentro contra el Oviedo, jugado ayer, fue de clase superior al del domingo, y el Valencia ha evidenciado unos mayores deseos de vencer, jugando con entusiasmo y ardor, que le han proporcionado el triunfo, que ha sido en buena lid. El primer periodo del partido ha sido de dominio alterno. El Oviedo ha comenzado atacando de firme y Garrobé, juntamente con Reyes, se han multiplicado, desbaratando los intentos de los delanteros asturianos, que se han mostrado peligrosos. Sobre todo Garrobé ha sido el que con sus intervenciones acertadas y valentía ha mantenido intacto el marcador para el Valencia, consiguiendo, además, que Llago tuviera que intervenir muy pocas veces. Reyes también ha secundado esta labor, pero con menos brillantez.

Ya hacia el final del primer tiempo ha conseguido el Valencia dominar con mayor insistencia, jugando siempre con verdaderos deseos de marcar. Un gol han conseguido al momento de comenzar el partido, a consecuencia de un colosal sprinter de Rino, que al internarse lanzó un fuerte schoot, recogiendo el balón Cubells, que remató; cuando el goal era inminente, Zubeldia paró el balón débilmente, y Peral lo introdujo en la red en medio de una gran ovación.

La segunda parte ha sido de dominio franco del Valencia, que ha jugado muy bien, debiéndose principalmente a la labor sencillamente admirable de Roca, que se ha mostrado un excelente medio-centro, y eso que su sitio habitual es de medio-ala. Ha servido muy bien a sus delanterio, ayudado bien por Marín, que en la segunda parte se ha desquitado de su flojedad de la primera. El Oviedo, un tanto desmoronado por el estrecho asedio de que venía siendo objeto, y con el fin de conseguir un mejor resultado y evitar que la derrota fuera mayor, ha estado cambiando continuamente los jugadores de sitio, y Zabala, que de delantero centro no había hecho nada, ha pasado al medio centro, sin que tampoco su labor se hiciera destacar.

Ya finalizando el match se castiga al Oviedo con un corner. Rino tiró el castigo un poco largo, siendo recogido el balón por Roca, que shootó a goal, rebotando la pelota en un defensa forastero; Peral sirve un buen pase a Cubells, que es nuevamente interceptado por Salas, y Cordellat, rápido, lanza un fuerte tiro cruzado, ocnsiguiendo de este modo el segundo y último tanto. El partido, como decimos, ha sido bonito y nos ha satisfecho casi plenamente; y decimos casi, porque nos ha producido disgusto la forma tan poco deportiva de los jugadores asturianos, que han recurrido a un sin fin de martingalas y recursos, no siempre limpios, para contrarrestar el juego de sus contrarios. Hemos de censurarles también sus gestos para con el público, y aunque bien es cierto que éste ha exteriorizado su desagrado en forma demasiado ruidosa, no son precisamente los jugadores los que han de censurarla, ni menos contestar, ya que con ello se da ocasión a incidentes desagradables.

Por el Valencia se han distinguido, en primer lugar, Garrobé, que ha estado muy bien, siguiéndole en oden de méritos Cordellat, que ha tenido un buenísimo partido. Después han destacado Martínez, Roca, Cubells y Reyes. Por los asturianos, su portero, el medio-centro, los extremos y el interior izquierda. Zabala, en este segundo partido, no ha acabado de gustarnos. Ciertamente que le hemos podido ver cosas de verdadero internacional, pero también hemos observado que tiene un poco de empacho de importancia, y se está todo el partido censurando a sus compañeros de línea y no haciendo nada por el balón. El arbitraje del señor Humbert ha sido discreto, con sus lunares, pero disculpables, pues ha procurado ser imparcial en todo momento.