Ficha de partido: 01.05.2014: Valencia CF 3 - 1 Sevilla FC

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
3 - 1
Sevilla FC
Sevilla FC

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Sofiane FeghouliAsist: Eduardo Vargas
15'
Beto
26'
Descanso
45'
Fede CartabiaPablo Piatti
61'
GameiroBacca
65'
Jérémy MathieuAsist: Fede Cartabia
69'
MorenoNavarro
71'
Sofiane Feghouli
73'
Javi FuegoDani Parejo
78'
MarinReyes
78'
Diego Alves
82'
Antonio BarragánJonas Gonçalves
84'
Juan Bernat
84'
Carriço
86'
Jérémy Mathieu
93'
M´Bia
95'
Final del partido
96'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: Sevilla FC

Records vs Sevilla FC

Máximo goleador: Mundo Suárez (28 goles)
Goleador rival: Campanal (21 goles)
Mayor victoria: 8 - 0 (17.10.1943)
Mayor derrota: 3 - 10 (13.10.1940)
Más repetido: 2-0 (27 veces)

Crónica

Mestalla vivió una de las mayores decepciones de toda su historia. Un gol del camerunés Stéphane M´Bia en el minuto 95 eliminó a los valencianistas y les dejó fuera de la final de Turín. El equipo ché, que había hecho lo más difícil, tras remontar el 2-0 de la ida, tuvo la final en sus manos durante 20 minutos, pero vio cómo el sueño se desvanecía en el tiempo de descuento. La temporada acaba de una forma muy amarga, ya que los de Pizzi se quedan, además, sin opciones de jugar en Europa la próxima campaña.

La fiesta se estaba preparando en Mestalla cuando apareció M´Bia, que batió a Diego Alves en el últimos suspiro. La peor de las crueldades en el fútbol la sufrió un Valencia que había hecho lo más difícil. Tras haber remontado el 2-0 de la ida, apenas unos segundos separaban a los ches de una nueva final diez años después.

Los goles de Feghouli, Jonas y Mathieu, éste último en el minuto 70, daban el billete a los valencianos, quienes ya se habían acostumbrado a las remontadas tras el 5-0 al Basilea en cuartos de final. Sin embargo, el premio final fue para los de Nervión, que pelearán nuevamente por un título que consiguieron en 2006 y 2007.

No obstante, el inicio del partido ofreció un Sevilla que --a la media hora-- había desperdiciado la ventaja conseguida en el Pizjuán. El hambre del Valencia, y el mal planteamiento de los andaluces pronto puso las cosas de cara para el conjunto de Mestalla.

Arropado por una grada a rebosar, el Valencia no tardó mucho en dar el primer aviso y alertar a los de Emery. El técnico vasco, que celebró el gol con una carrera infinita por la banda, regresaba a la que fue su casa durante cuatro temporadas. Así, una acción personal de Feghouli supuso el 1-0 a los 15 minutos. El disparo del argelino, que tocó en Fazio, batió a Beto con mucha violencia.

Desde ese momento nacieron los mejores minutos del equipo de Pizzi, que cercó al Sevilla en torno a su área. El gran trabajo de Parejo, líder absoluto de la medular che, rápido comenzó a surtir efecto y Jonas, tras un centro excelente de Bernat, puso el 2-0 que dejó helado a los sevillistas. El balón golpeó en Beto y el árbitro le otorgó el gol al meta portugués en propia meta.

El remate del brasileño, que también tocó en el larguero, sepultó el trabajo del Sevilla del partido de ida y dejaba --a punto de caramelo-- el billete para los locales. Pizzi pidió calma, consciente de que aún tenían una hora para conseguir el tercer tanto y enterrar a su rival.

Pero antes de que el Valencia sentenciase su presencia en Turín, el Sevilla falló la ocasión más clara en botas de José Antonio Reyes. El de Utrera estrelló el cuero en el pecho de Diego Alves. Un disparo a boca jarro, a escasos metros de la línea de gol, que pudo haber cambiado el partido a diez minutos del descanso.

En la segunda mitad, el Valencia llevó las riendas hasta que consiguió lo que quería: el tercer gol. Un córner sin dueño, que quedó vivo y coleando en el corazón del área, fue aprovechado por Mathieu, que la hundió. El 3-0 descorchó los primeros cohetes, pero cuando iba a empezar la celebración che apareció la cabeza de M´Bia para hundir a la afición de Mestalla en la más absoluta de las tristezas.