Ficha de partido: 17.10.1981: Real Madrid 3 - 0 Valencia CF

Ficha de partido

Real Madrid
Real Madrid
3 - 0
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
García Cortés
18'
Juanito Gómez
40'
Ángel
43'
Descanso
45'
Pablo RodríguezJavier Subirats
45'
Stielike
46'
IsidroIto
55'
Stielike
58'
Ángel Castellanos
73'
Santillana
78'
Santillana
83'
San JoséÁngel
87'
Salvador RibesÁngel Castellanos
88'
Santillana
88'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Santiago Bernabéu
Aforo: 85.454 espectadores
Ubicación: Madrid (Madrid) 
Inauguración: 14/12/1947

Rival: Real Madrid

Records vs Real Madrid

Máximo goleador: Mundo Suárez (13 goles)
Goleador rival: Raúl (17 goles)
Mayor victoria: 6 - 0 (09.06.1999)
Mayor derrota: 1 - 7 (23.08.1990)
Más repetido: 1-2 (27 veces)

Crónica

Magnífica entrada en Chamartín en una tarde - noche agradable. Presenciaron el partido el presidente del Carl Zeiss Jena. El choque acabó en escándalo, con lanzamiento de objetos y fuerte bronca para el árbitro al mostrar éste la tarjeta roja a Santillana cuando ya había concluido el partido.

Goles: 1-0, minúto 39. Ito cede dentro del área a Santillana, el ariete caracolea y pasa a la izquierda a Juanito, que fusila de fuerte disparo a Sempere. Los jugadores valencianistas protestaron el tanto al entender posición antirreglamentaria de Juanito, en una acción, ciertamente, dudosilla. 2-0, minuto 46. Santillana cabecea hacia atrás un balón, Ito lo recoge y lo pone en la frente a Stielike que remata con la cabeza a la red. 3-0, minuto 75. Córner que lanza Juanito, despeja Sempere de puños y el balón va al borde del área donde Santillana agarra un fortísimo trallazo que entra como un obús.

Decididamente algunos técnicos parecen deseosos de contribuir a deslucir el espectáculo futbolístico. Pasieguito cuenta con un equipo, el Valencia, capacitado para plantar cara en cualquier campo. Pero no. Pasieguito entregó virtualmente el mando y el dominio del juego, y con ello casi casi el partido, al plantear un esquema no ya prudente, sino auténticamente miedoso. Dejó en el banquillo a Pablo, metiendo a Subirats para marcar a García Hernández, junto a la línea habitual de centrocampistas que formaron Castellanos, emparejado con Stielike, Solsona, con Ángel, y Arnesen, con Camacho como lapa. Si a ello le añadimos la posición de media punta de un Saura vigilado por Cortés, nos queda sólo el austríaco Welzl como triste islote solitario, perdido y hundido entre Sabido y Gallego.

Con este panorama no extrañó que hasta el Madrid encontrara pronto el inicio de su capacidad ofensiva y que creara varias ocasiones de peligro. Botubot salvó la primera con Sempere batido en acción de Santillana, y Ángel, Santillana, Stielike, Cortés y García Hernández contabilizaron las oportunidades blancas, contrarrestadas únicamente por dos remates de Subirats y de Saura, y por una galopada de Tendillo. Pero tenía que llegar el gol tarde o temprano, más que como premio al esfuerzo abundante del Madrid y como castigo a esa excesiva prudencia mostrada por Pasieguito. El Madrid se había merecido el tanto, y Juanito pudo así congraciarse con la afición, aunque era el joven Ito quien volvía loco una y otra vez a su par Cerveró.

Como Pasieguito (hay que insistir) había perdido él solito el partido y había cedido todo el tiempo, los 45 minutos, de una parte, tras el descanso se vio obligado a sacar a quien debía haber jugado desde el principio, el pequeño y menudo pero hábil Pablo. Hubo la consiguiente variación táctica, aunque el tempranero gol de Stielike, amplió la brecha de forma considerable. Faltaba por ver la capacidad de reacción de este Valencia ultradefensivo, al que no le quedó más remedio que abrir líneas. Cortés pasó a vigilar a Pablo, Camacho, que había anulado a Arnesen, pasó a marcar Saura, y Angel se emparejó con el danés. Pero el Valencia siguió encogido, sin profundidad, lento, apático y muy apagada su estrella Arnesen. El Madrid, por contra, mantuvo su línea de superioridad, sentenció el partido con el golazo de Santillana.

Al final, escándalo por las tarjetas a Santillana, el árbitro que entró por pies en vestuarios y protegido por la fuerza pública, y el nerviosismo consiguiente.