Inicio del partido

0'

Fonseca

9'

Carlos Arroyo

10'

Descanso

45'

ZolaFonseca

46'

Cornachia

60'

CarboneMauro

64'

Toni GomesLubo Penev

68'

Voro González

75'

Final del partido

90'

El milagro no pudo producirse anoche en el estadio San Paolo, pese a que el Valencia habla puesto muchas dosis de ilusion en ello. El Nápoles no quiso que un voluntarioso contrincante echara por tierra la proeza realizada quince dias atrás en el Luis Casanova y se encargo de marcar otra vez diferencias ya desde los primeros minutos. Gonzalez, al que Hiddink otorgó ayer la titularidad por si Sempere se resentia del sindrome Fonseca, también pudo sentir en sus carnes la efectividad del uruguayo ante puerta, que adelantó al equipo napolitano en el marcador cuando solamente se llevaban jugados siete minutos.

El equipo valencianista, que había saltado al terreno de juego con una alineación de carácter netamente ofensivo, no se desmoronó con este hecho, porque lo que buscaba era más salvaguardar el honor que la eliminatoria, que ya estaba perdida desde dos semanas atras. Los hombres de Hiddink movieron bien el balón y evidenciaron ganas, pero tampoco ayer pudieron mostrarse superiores a un Nápoles que se limitaba a esperar comodamente en su parcela para lanzar letales contraataques buscando la rapidez de Fonseca en la primera mitad y Zola en la segunda. El Valencia carecia de la profundidad necesaria en sus acciones como para crear verdadero peligro. Eloy, por dos ocasiones, fue el único que puso en apuros a Galli en la primera mitad, pero ambos intentos sirvieron de lucimiento para el guardameta italiano.

Tras la reanudación, la tónica del partido no cambió demasiado, excepción hecha del ya mencionado cambio de Zola por Fonseca, que se tenía bien merecido el descanso tras haber acabado él solito con las ilusiones europeas del Valencia. En el minuto 52 se produjo el único error de consideración cometido por el árbitro, el sueco Karlsson, que no sancionó una clamorosa falta de Corradini sobre Penev en el interior del area napolitana. Posteriormente, Guus Hiddink se decidio por reservar fuerzas pensando ya en la competición liguera, y sustituyo al jugador búlgaro por Toni.

En el minuto 58, el habilidoso Gianfranco Zola, uno de los mejores sobre el césped a pesar de jugar sólo cuarenta y cinco minutos, estrelló el balon en el larguero. Era una jugada aislada en un partido desangelado, que sirvió para apreciar una vez más que el rumano Miograd Belodedic no se entiende con sus nuevos compañeros de equipo.