Inicio del partido

0'

Descanso

45'

Juan Daniel Cordero

59'

AlonsoYiyi

78'

Final del partido

90'

Partido sin goles el disputado esta tarde en el estadio Sánchez Pizjuán, entre el Sevilla y el Valencia, con poco menos de tres cuartos de entrada, en tarde nublada y con terreno de juego que dejaba mucho que desear, puesto que presentaba numerosas calvas. En el segundo tiempo hubo necesidad de utilizar el alumbrado eléctrico.

Otro mal encuentro hemos presenciado esta tarde en el Sánchez Pizjuán. Con un Sevilla torpe a la hora de buscar los huecos de penetración y un Valencia decepcionante que se partió en medio campo al no estar a la altura debida los centrocampistas. Ambos contendientes jugaban hoy con sensibles ausencias en sus respectivas defensas. Gallego y San José, sancionados, en el bando sevillista, y Carrete y Jesús Martínez, bajas en el cuadro valenciano. Pero pese a estas ausencias las dos zagas han cumplido y han alcanzado su objetivo de ver imbatido su marco, aunque para ello hayan contribuido decisivamente los desaciertos de los respectivos ataques.

Comprobado está, por lo visto en lo que va de campeonato, que el Sevilla adolece de delantera goleadora y esta tarde se ha vuelto a demostrar, pese a los esfuerzos de Cantudo, luchador contra viento y marea en solitario, aunque con escasísimos recursos técnicos. El once que entrena Luis Cid Carriega, tampoco ha dado con el marco adversario, porque le han fallado sensiblemente las alas, el argentino Scotta, que no está dando ni, mucho menos la talla que de él se esperaba, y el joven Yiyi, trabajador, pero inexperto. Pero mayor asombro aún que lo expuesto nos ha causado esta tarde la tripleta supermillonaria atacante valencianista, que ha estado muy lejos de esa su elevadísima cotización monetaria. Tan sólo un par de acciones personales de Diarte se han salvado de úna mediocridad que en el caso personal de Kempes fue de absoluta nulidad. Así las cosas, a nadie puede extrañar el cero a cero. Un partido sin goles en el que ni tan siquiera hubo emoción porque las oportunidades de cara al marcador por uno y otro lado fueron muy escasas.

La mediocridad del juego ofensivo de los dos equipos fue fiel reflejo de la escasísima calidad del medio campo respectivo, donde el balón iba sin tom ni son, de norte a sur; con nula intención de gol. Los, defectos de uno los intentaban aprovechar los otros y a los fallos del otro no se les sacaba productividad.

El cero a cero pareció ser bien aceptado tanto por Sevillistas como por valencianos, el marcador, no obstante, pudo moverse en el primer tiempo, concretamente a favor del Valencia en el minuto 22 tras una gran jugada, la mejor, y quizá la única del encuentro, de Diarte, que salvó la salida de Paco, cedió a Rep y el tiro de éste lo desvió, ya con el meta sevillista batido, en la misma raya de la portería el defensa local Hita.

Dominio alterno en el segundo tiempo pero nada se arregló. Ni uno ni otro equipo fueron capaces de materializar sus jugadas cara al marcador, no obstante, tanto el Sevilla como el Valencia dispusieron de dos oportunidades más ó menos claras; los sevillistas, en el minuto 17, en una falta lanzada por Scotta, que desvió bien Balaguer, y otra en el minuto 35, en un tiro de Rubio, que a punto estuvo de sorprender al portero valencianista.

Y las del conjunto visitante en los cinco últimos minutos, concretamente en el 40, cuando Saura se quedó solo ante Paco, pero el balón se le fue fuera; y un minuto después, cuando de nuevo Saura, solo ante el meta sevillista, tiró muy desviado. Poco más que consignar en un encuentro en el que no hubo calidad y muy poca emoción. Los dos equipos con el empate se dieron por satisfechos. El Sevilla mantiene un punto positivo, que no es poca cosa en esta Liga igualada, y el Valencia, al fin y al cabo, consiguió arrancar otro positivo para sumarlo a su cuenta.