Ficha de partido: 31.01.1965: Valencia CF 3 - 1 RCD Espanyol

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
3 - 1
RCD Espanyol
RCD Espanyol

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Vicente GuillotAsist: Waldo Machado
22'
Descanso
45'
Vicente NavarroAsist: Waldo Machado
49'
Waldo MachadoAsist: Roberto Gil
55'
Martínez
82'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: RCD Espanyol

Records vs RCD Espanyol

Máximo goleador: Mundo Suárez (21 goles)
Goleador rival: Prat (9 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (19.10.2003)
Mayor derrota: 0 - 7 (10.06.1928)
Más repetido: 2-1 (25 veces)

Crónica

El público valenciano acudió el domingo por la tarde al campo del Mestalla esperando presenciar un buen encuentro, contando con la recuperación anunciada del Español. Kubala había declarado a su llegada a Valencia que aspiraba, por lo menos, a un empate, y esto fue bastante para mantener la expectación y un lógico deseo de corroborar sobre el terreno, tanto la recuperación españolista como las declaraciones del entrenador. Esto quiere decir que hubo en el campo una buena entrada.

Pero ahora, al final del encuentro, hemos de aconsejar tres cosas que dejan bastante claro el resultado de la contienda. Venció el Valencia rotundamente por tres tantos a uno. El equipo local realizó en encuentro cómodo y el Español estuvo en el juego muy por debajo de lo que se esperaba y seguramente de sus auténticas posibilidades. El despliegue victorioso del equipo local puede cifrarse tal vez en la misma ineficacia del Español y sobre todo en el fallo de su delantera y en ésta, de su motor Di Stéfano, que si es cierto que estaba muy marcado por Roberto no lo es menos que mermadas las proverbiales facultades de este jugador no podía realizar aquellos tirones que le hicieron famoso arrancando desde la propia defensa para acabar luego rematando con éxito en la puerta contraria.

Fue sin duda la defensa, pero aún ésta tuvo sus fallos y muy particularmente en momentos decisivos, como fueron el primero y, el segundo tanto valencianista. El Español, seguro de sí mismo, tal vez al llegar al campo jugó abiertamente y sin reservas y esto en una buena tarde en la que el moreno Waldo estuvo felicísimo y dio como resultado una catástrofe en el marcador. El gran Di Stéfano no solamente ha perdido como es lógico facultades tan necesarias para apoyar su juego fino e inteligente, sino lo que es más lamentable, ha perdido la capitanía espiritual de su equipo y con ella la admiración y la capacidad de aprendizaje que debe conservar la juventud hacia quien pueda enseñarles todavía mucho. Y que todo hace derrochar facultades olvidando el necesario dominio del balón y la santa medida que precisa las jugadas que han de ser decisivas.

El Español planteó su juego con tres defensas en línea, colocando a Alfonso algo retrasado y marcando a Navarro, el merengue que actuaba como delantero en punta, Di Stéfano se reservó como siempre una zona ancha de maniobra para poder organizar los contraataques y esquivar los marcajes. Delante de él quedaron Martínez, Kacsas y Valí que se intercambiaban según las necesidades del juego. Pero falló el sistema porque no se realizó un eficiente marcaje de los blancos y porque a la hora de crear el juego se producía un lamentable caos debido a esta falta de aceptación de la diestra capitanía de Di Stéfano. Esta situación españolista y este desbarajuste de su cuadro operativo fue bien advertido por el público que sintió por ello mismo una desazón espiritual. Anotemos como los mejores a Carmelo, Ramírez y Alfonso y señalemos como muy importante y quién sabe si decisiva la retirada al final de la primera parte de un jugador tan bueno como Juan Manuel. Esto constituyó naturalmente una facilidad más para que el Valencia despachara cómodamente su partido, sobre toda a partir del primer tanto conseguido, en que parecía que el Español había aceptado la superioridad del contrincante.

A excepción del tercer gol de la tarde marcado por Waldo en jugada extraordinaria en mérito y belleza, apenas puede consignarse nada especial a favor del equipo vencedor. Quizá como hemos apuntado una parte de la culpabilidad fue la indecisión de la defensa en los dos primeros tantos. De todas formas, como ha confesado el propio Kubala, el Valencia ganó bien, aunque no hizo nada del otro mundo.

A los 21 minutos Waldo centra, falla la defensa españolista y Guillot remata tranquilamente a puerta. El segundo gol se consigue a los cuatro minutos de la segunda parte. El autor del remate es Navarro que recoge una pelota cabeceada por Waldo. El tercer tanto valéncianista se consigue a los 31 minutos de la segunda parte. Es la extraordinaria jugada de Waldo producida al recoger un pase de Roberto. El cuarto tanto y primero del Español se produjo siete minutos antes de terminar el encuentro gracias a un avance de Martínez que remata en posición forzada consiguiendo dar a la pelota un efecto raro que desconcierta al meta. La pelota entra en las mallas por el ángulo superior izquierdo. Arbitró el señor Medina Iglesias, quien tuvo que cortar el juego que se había endurecido pero se adueñó del campo llevando bien la contienda.