Ficha de partido: 14.01.1962: CA Osasuna 5 - 2 Valencia CF

Ficha de partido

CA Osasuna
CA Osasuna
5 - 2
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Sabino
2'
Sabino
28'
Hormaeche
29'
Descanso
45'
José Paredes
57'
Waldo Machado
83'
Hormaeche
85'
Sabino
85'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: San Juan
Aforo: 12.000 espectadores
Ubicación: Pamplona (Navarra) 
Inauguración: 21/05/1922 (Demolido en 1968)

Rival: CA Osasuna

Records vs CA Osasuna

Máximo goleador: David Villa (7 goles)
Goleador rival: Echeverría (7 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (02.05.2012)
Mayor derrota: 0 - 3 (15.12.1999)
Más repetido: 1-0 (12 veces)

Crónica

A raiz del partido del Osasuna frente al Atlético de Madrid, la critica de la capital de España otorgó al equipo osasunista virtudes esenciales en el fútbol actual. Una de estas armas aparte la juventud, era la velocidad. Frente al Valencia era indudable que Osasuna debia esgrimir esta arma como decisiva para vencer la incuestionable calidad técnica de los valencianos.

Sin embargo, el estado del terreno hacía dudar de que esta decisiva arma pudiera ser utilizada en toda su extensión ya que la lluvia caida en el domingo, no muy intensa, pero si persistente, convirtió el campo de San Juan en una hierba resbaladiza que hacía muy difícil el control de la pelota. Fue el comentario preliminar al encuentro, se temía la visita valencianista, porque el equipo «che», ha sido de los que en San Juan siempre han arrancado algo positivo porque su fortaleza defensiva hacía prevalecer su virtud, impidiéndole al equipo osasunista, siempre un poco inferior teóricamente, el fácil triunfo que frente a otros equipos conseguía. De ahí que hubiera duda en el partido frente al Valencia. Sun embargo el Osasuna se encargó muy pronto a de diluirla, ya que al minuto exacto de juego, Osasuna conseguía el primer gol. No se puede decir que en este brevisimo periodo de tiempo, Osasuna superará al Valencia esgrimiendo unas virtudes esenciales superiores a su contrincante. Francamente no había habido tiempo de estudar ninguno de los equipos para decidir cual táctica o técnicamente iba a ser el superior. Pero sin embargo, el adelantarse en el marcador es indudable un arma defensiva.

Más y como en el caso de este partido, Osasuna consigue mantener sus virtudes continuando adelantándose en el marcador y consiguiendo una ventaja inicial, podemos decir, que ya era prácticamente insalvable. Decíamos al principio que la velocidad era arma decisiva y a raíz del desenvolvimiento de los dos conjuntos, pudimos comprobar que, efectivamente, Osasuna seria el vencedor porque superaba netamente a su rival: hacía mucho tiempo que sobre el campo de San Juan no se había visto un fútbol de la calidad del visto en el partido Osasuna-Valencia. Sobre todo, como es natural, por parte del equipo osasunista que consumió los 45 primeros minutos, sobre todo, de auténtica filigrana, de velocidad endiablada y un valor incuestionable en los aciertos que dieron un 3-0 en el marcador en estos primeros 45 minutos que dejaron totalmente decidido el partido.

Sin embargo, no había que olvidar que enfrente estaba el Valencia, equipo veterano y con gente de calidad en sus filas y por si pudiera ser que el Valencia reaccionara y consiguiera nivelar el marcador, a los cuatro minutos de la segunda mitad, Osasuna volvió a adquirir mayor ventaja con lo que incuestionablemente dejaba decidida la contienda. Quizás podamos decir que en este segundo período, bajaron un poco las cualidades deportivas de los dos equipos en cuanto a esta virtud esencial que es la velocidad porque no se puede dudar y que el campo, poniéndose más pesado cada vez, hacía u obligaba a un mayor esfuerzo. Sin embargo, los 22 jugadores consumieron los 90 minutos en excelentes facultades físicas y una demostración de potencia que no es muy corriente ver en el fútbol.

Decíamos que al minuto, Sabino habia logrado abrir el marcador con un gol que seguía a una extraordinaria jugada se Fusté por su izquierda que entregó el balón al delantero centro para que éste por bajo, batiera al portero Ginestá. La ovación se oyó desde muy lejos, porque era dar un ánimo nuevo a una afición dudosa, frente a un equipo de categoria. A los 28 minutos, Sabino, nuevamente, ponía el marcador en 2-0, con lo que daba mayores alientos a esa afición que estaba viendo como poco a poco Osasuna domiaba netamente a su rival. Cuando aun no se habíam apagado los ecos de las ovaciones, premiantes del segundo gol, el tercero subía al marcador, obra de Hormaechea, al rematar una extraordinaria jugada del no menos extraordinario extremo Serena.

Con este tanteo terminaba el primer tiempo. El Valencia en estos primeros 45 minutos no dió nunca señal de entrega, sus atrancadas eran peligrosas y a pesar de que Waldo, sobre todo, la estrella fulgurante de su conjunto, no encontraba un terreno a propósito para sus filigranas, siempre en sus botas habían peligros para la meta de Guerrica.

En el segundo período, a los cuatro minutos, Sabino lograba el 4-0 para Osasuna. Un 4-0 revelador de un claro triunfador. Sin embargo el Valencia, contraatacó o mejor aún atacó con toda su fuerza y a los diez minutos Paredes conseguía acortar distancias. A los 38 minutos la estrella negra conseguía un bonito gol poniendo el 4-2 en el marcador. Un 4-2 que dejaba su tenue brisa de dudas en cuanto al resultado final, si bien eran pocos los minutos que faltaban para que el Valencia consiguiera dominar el marcador. Pero a los 40 minutos, Hormaeche, el interior derecha, en una hábil jugada burlando la salida del portero Ginesta, conseguía el quinto tanto.

Hemos visto un partido en San Juan como no se ve muy a menudo, de gran velocidad, de nervio y de valor y de indudable clase por parte de los dos equipos, siendo netamente vencedor 0sasuna sobre un Valencia que no pudo con la velocidad local. En el Osasuna destacó, sobre todo, el conjunto. El equipo osasunista que como un solo hombre viene armonizando y supo vencer al Valencia que no encontró sitio en el campo, porque la velocidad osasunista en el primer tiempo no le dio respiro.