Ficha de partido
Sevilla FC
1 - 3
Valencia CF
Equipos titulares
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
José Raúl AveiroAsist: José Antonio Tercero
37'
Descanso
45'
Héctor Núñez
51'
Diéguez (Pen.)
58'
Héctor Núñez (Falta)
65'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Sevilla FC
Records vs Sevilla FC
Máximo goleador: Mundo Suárez (28 goles)
Goleador rival: Campanal (21 goles)
Más partidos: Fernando Gómez (31 partidos)
Mayor victoria: 8 - 0 (17.10.1943)
Mayor derrota: 3 - 10 (13.10.1940)
Más repetido: 2-0 (27 veces)
Crónica
Nuevamente el Sevilla ha dejado escapar puntos en terreno del Nervión. Esta vez, frente al Valencia que con esta victoria de hoy por 3 a 1, enjuga los negativos que le atosigaban. Con la derrota encajada, el once titular aumenta por el contrario dicha cuenta a tres, colocándose en una situación muy compro metida de cara al porvenir, porque ahora debe efectuar dos desplazamientos seguidos (Bilbao y Granada) para más tarde recibir al Real Madrid. Puede figurarse el lector qué difícil y desairoso momento atraviesan las huestes de Luis Miró.
La derrota de esta tarde ha sido on todos los pronunciamentos y no admite paliativos. El antagonista fue siempre superior en iniciativa y hasta en dominio territorial, y el margen sobre el marcador, fue asimismo elocuente en todo momento, al extremo de que la ventaja no daba lugar a las esperanzas. El Sevilla, no supo nunca imponerse al Valencia. Planteó el encuentro con un sistema hábilmente premeditado. Balmanya, cerró huecos en la zona ancha y en el área grande. Es decir, controlando los puntos claves, sin oposición alguna. Para ello, retrasó a Sendra, a Aveiro y a Tercero; a Sendra, incrustándole en la zaga, con la misión de anular a Ruiz Sosa; y los interiores, a la altura de la linea media, apoyando el juego incisivo de los hombres que quedaban en punta, Héctor Núñez, Paredes y Ficha. Mientras que los extremos, en constante permuta, obligaban a los zagueros sevillistas a avanzar hacia las bandas, para salir al paso e impedir que llegaran hasta el inseguro Manolín. Esta táctica, fue más bien de distracción, y el Valencia impedía que los de aquí llegaran y alcanzaran prácticamente el marco de enfrente.
Por lo demás, el quinteto atacante sevillano, mantuvo su línea de conducta de jornadas anteriores, pasar la pelota en horizontal y abusar del dribling y por lo tanto la retención del cuero, y las internadas de los andaluces morían indefectiblemente en la malla que el Valencia les había tendido en su área. Y como puede ocurrir, las huestes de Miró, sin potencia, fueron desmoralizándose hasta autoanularse. Situación crítica, cuando Héctor Núñez logró el tercero de la serie. Entonces, el equipo del Sevilla, se diluyó en la nada, a tiempo que los rivales acrecentaban los esfuerzos prosiguiendo el ritmo implantado desde el principio del encuentro.
Por eso la iniciativo y el predominio territorial, fue visitante. Los sevillanos, nunca pudieron seguirlo, ni aun cuando, de penalty redujeron la diferencia que ya les perjudicaba. Ni aún entonces reaccionaron. El Sevilla fue una carátula de épocas olvidadas. A los 37 minutos, Tercero, cede a Aveiro, que en la marcha, lanza un chupinazo, batiendo por vez primera a Manolín.
A los 51, un rebote en la defensa andaluza, lo recoge Héctor Núñez con fuerza y remata a las mallas. A los 58, penalty de Egea a Agüero. Lo lanza Diéguez por bajo y logra el único tanto para los suyos. Con el uno, salva el honor el Sevilla, si eso es admisible con juicio, en este equipo. A los 65, un golpe franco lanzado directamente por Hector Núñez, se convierte en el tercer gol valenciano. Y poco después, se anula un gol a Paredes, al recibir una pelota retrasada por Ficha.
Los dos interiores valencianos actuaron con notable merma fisica, pues mientras Tercero aparecía con una ceja rota, debido a un involuntario encontronazo, Aveiro, cojeaba visiblemente, de otro porrazo. El arbitraje del colegiado Gómez Contreras, con bastantes errores de apreciación. Perjudicando a los dos bandos. Asistió al partido, el seleccionador nacional, don Pedro Escartín, quien por el momento, no ha hecho ninguna declaración.
La derrota de esta tarde ha sido on todos los pronunciamentos y no admite paliativos. El antagonista fue siempre superior en iniciativa y hasta en dominio territorial, y el margen sobre el marcador, fue asimismo elocuente en todo momento, al extremo de que la ventaja no daba lugar a las esperanzas. El Sevilla, no supo nunca imponerse al Valencia. Planteó el encuentro con un sistema hábilmente premeditado. Balmanya, cerró huecos en la zona ancha y en el área grande. Es decir, controlando los puntos claves, sin oposición alguna. Para ello, retrasó a Sendra, a Aveiro y a Tercero; a Sendra, incrustándole en la zaga, con la misión de anular a Ruiz Sosa; y los interiores, a la altura de la linea media, apoyando el juego incisivo de los hombres que quedaban en punta, Héctor Núñez, Paredes y Ficha. Mientras que los extremos, en constante permuta, obligaban a los zagueros sevillistas a avanzar hacia las bandas, para salir al paso e impedir que llegaran hasta el inseguro Manolín. Esta táctica, fue más bien de distracción, y el Valencia impedía que los de aquí llegaran y alcanzaran prácticamente el marco de enfrente.
Por lo demás, el quinteto atacante sevillano, mantuvo su línea de conducta de jornadas anteriores, pasar la pelota en horizontal y abusar del dribling y por lo tanto la retención del cuero, y las internadas de los andaluces morían indefectiblemente en la malla que el Valencia les había tendido en su área. Y como puede ocurrir, las huestes de Miró, sin potencia, fueron desmoralizándose hasta autoanularse. Situación crítica, cuando Héctor Núñez logró el tercero de la serie. Entonces, el equipo del Sevilla, se diluyó en la nada, a tiempo que los rivales acrecentaban los esfuerzos prosiguiendo el ritmo implantado desde el principio del encuentro.
Por eso la iniciativo y el predominio territorial, fue visitante. Los sevillanos, nunca pudieron seguirlo, ni aun cuando, de penalty redujeron la diferencia que ya les perjudicaba. Ni aún entonces reaccionaron. El Sevilla fue una carátula de épocas olvidadas. A los 37 minutos, Tercero, cede a Aveiro, que en la marcha, lanza un chupinazo, batiendo por vez primera a Manolín.
A los 51, un rebote en la defensa andaluza, lo recoge Héctor Núñez con fuerza y remata a las mallas. A los 58, penalty de Egea a Agüero. Lo lanza Diéguez por bajo y logra el único tanto para los suyos. Con el uno, salva el honor el Sevilla, si eso es admisible con juicio, en este equipo. A los 65, un golpe franco lanzado directamente por Hector Núñez, se convierte en el tercer gol valenciano. Y poco después, se anula un gol a Paredes, al recibir una pelota retrasada por Ficha.
Los dos interiores valencianos actuaron con notable merma fisica, pues mientras Tercero aparecía con una ceja rota, debido a un involuntario encontronazo, Aveiro, cojeaba visiblemente, de otro porrazo. El arbitraje del colegiado Gómez Contreras, con bastantes errores de apreciación. Perjudicando a los dos bandos. Asistió al partido, el seleccionador nacional, don Pedro Escartín, quien por el momento, no ha hecho ninguna declaración.