Inicio del partido

0'

Quirro

14'

Vicente Piquer

17'

Arque

34'

Descanso

45'

Ruiz

55'

Final del partido

90'

Jugó ayer el Mallorca su partido más completo de cuantos lleva en Primera División. En su línea dé notable y constante mejora física desde que Saso cogió la dirección del conjunto, éste se batió ayer con sumo acierto y acrecentada eficacia, merced a unos oportunos cambios efectuados en su alineación.

Nada pudo hacer el Valencia ante un adversario corajudo y en vena de aciertos, tras un principio en que si consiguió el equipo levantino mantener igualado el dominio, tuvo luego que ceder claramente en la porfía, anulado su ataque por una defensiva completísima y superada su retaguardia por unos delanteros veloces y oportunos, tanto en el chut a distancia como en el remate de cerca.

Nunca, no obstante, se dió por vencido el Valencia y por un momento jugó entregado. De esta manera el partido resultó muy interesante, bien jugado y con ráfagas ciertamente meritorias que correspondieron en su mayoría al Mallorca.

Los visitantes pudieron conseguir un gol cuando el marcador estaba 2-0, al estrellar Paredes un balón en la madera. Aún con esto; empero, bien puede decirse que el resultado es justo, porque el Mallorca tuvo otras ocasiones muy claras de marcar. Bolao, Arqué, Ruiz y Guilamón, fueron los

mejores hombres del equipo mallorquín, mientras que de un Valencia siempre superado por el contrario, apenas si cabe distinguir el trabajo de Sendra. El colegiado señor Bañón tuvo una tarde discreta, con algunos errores que no influyeron en el resultado del partido.

Los goles se consiguieron por este orden y en los tiempos y minutos que se citan. A los trece del primer tiempo, juega muy bien el balón Ruiz por encima del guardameta Pesudo, cabecea Haro, rechaza un defensa y recoge finalmente Quirro el esférico, rematando directo a la red, 1-0. A los 18 minutos, chuta Mir sobre la línea de córner muy cerrado, al ir a despejar el balón Piquer lo introduce en su propia portería, 2-0. A los 34 minutos, una falta contra Haro, da lugar a un saque indirecto que ejecuta Guillamón sobre el marco para que remate Arqué sobre la marcha estableciendo el 3-0, con cuyo resultado se llegaría al descanso.

A los diez minutos de la segunda parte, una gran jugada por el ala derecha, culmina en un centro sobre la portería de Pesado y provoca varios remates consecutivos hasta que al final, desde la misma línea del área grande, chuta Ruiz fuerte, raso e imparable, consiguiendo así el 4-0 que sería definitivo. Poco después, fue anulado un gol muy justamente a Quirro, por fuera de juego.