Buen tiempo, después de una mañana amenazadora de lluvia, temperatura de 20 grados, buen terreno y parcial arbitraje del colegiado central señor Caballero. Lleno en los graderíos de Nervión. El público acoge con cordiales aplausos al Valencia y con una gran ovación al Sevilla, pese a la derrota en Mestalla. El Sevilla sacó siete córners, por tres el Valencia. El equipo de Miró empleó desde el principio el cerrojo, que practicaron alternativamente Sendra y Quincoces.

Por esta vez el Sevilla careció, una vez más esta temporada, de línea media, y ello fué uno de los nás severos handicaps, con que tropezó a lo largo del encuentro, para resolver la eliminatoria. Dominó intensamente a su contrario, pero nnguno de los dos ataques, ni el del Sevilla, a lo largo de su intenso dominio, ni el del Valencia, en sus contraataques esporádicos, supieron o tuvieron rematadores dispuestos a batir a los respectivos porteros.

Adelantó el Sevilla a Pepín, que jugó prácticamente de sexto delantero, para compensar la disminución numérica que presentaba el Valencia entre sus hombres avanzados. Desde el primer instante, el Valencia renunció a la iniciativa, y muchas veces envió balones largos sobre el terreno contrario, sin que ningún valenciano acudiera a correr detrás de ellos ni intentara forzar la jugada.

El primer tiempo terminó con empate a cero, sin que se registraran situaciones de gol, salvo en el instante en que Arzá, casi al principio del partido, remató ligeramente fuera del poste, un golpe franco, cuando Goyo estaba tapado. Ya en este primer tiempo el público protestó varias decisiones sumamente parciales del señor Caballero, que ha repetido aquí algunas de sus lamentables actuaciones de otras tardes. Llegó a sacar, en el segundo tiempo, un balón del área de penalty, en la que se había producido mano flagrante, y lo trocó en golpe indirecto, vulnerando rotundamente las reglas. Esta fué la principal de sus pifias, que se fueron repitiendo, con menor importancia, a lo largo del partido.

Todo esto no empequeñece para nada el hecho de que el Valencia se haya llevado legítimamente la eliminatoria, toda vezque situó a sus hombres para jugar al cerrojo y esta tarde superó por completo al Sevilla, pese al dominio ejercido por los andaluces. Por lo visto, sucedió algo parecido a lo acontecido al Barcelona cuando jugó contra el Sevilla el último encuentro de Liga, en Les Corts.

El único tanto del partido lo marcó Doménech, cuando faltaban diez minutos para que terminase el encuentro. Y en esos diez minutos finales fué cuando el Sevilla jugó más y mejor y cuando estuvo a punto, en tres ocasiones, de batir nuevamente a Goyo y de alcanzar sendos goles, por medio de Antoniet, Pepillo y Pepín. Pero la suerte no le fué propicia y el mal encuentro de su línea media y de su ataque lo purgó quedando eliminado del torneo de Copa. Por el Valencia los mejores fueron Quincoces, Sendra, Goyo y Pasieguito. Por el Sevilla, Busto, Campanal, Arzá, y, en algunos instantes, Amaro y Doménech.