Ficha de partido
FC Barcelona
2 - 1
Valencia CF
Equipos titulares
1
5
9
10
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Gaizka MendietaAsist: Claudio López
9'
Frank de Boer
26'
Claudio López
34'
Amedeo Carboni
36'
Guardiola
38'
Cocu
42'
Descanso
45'
SimaoZenden
63'
SergiGuardiola
68'
David AlbeldaKily González
73'
LitmanenAbelardo
76'
Gerardo GarcíaJocelyn Angloma
86'
Juan SánchezJavier Farinós
90'
Final del partido
91'
Estadio
Rival: FC Barcelona
Records vs FC Barcelona
Máximo goleador: Mundo Suárez (18 goles)
Goleador rival: Messi (31 goles)
Más partidos: Juan Ramón Santiago (36 partidos)
Mayor victoria: 4 - 0 (18.04.1979)
Mayor derrota: 0 - 7 (03.02.2016)
Más repetido: 1-1 (36 veces)
Crónica
"Sí, sí, sí, Valencia está en París", se oyó en el gol norte del Camp Nou y en toda Valencia, para festejar que el conjunto levantino jugará el día 24 de mayo en la capital francesa contra el Real Madrid la primera final de la Copa de Europa entre equipos de un mismo país, después de eliminar al FC Barcelona, y a pesar de haber perdido el partido por 2-1. En Barcelona nació un sueño para el conjunto valencianista, después de cuajar una sensacional competición, en la que se ha codeado con lo mejorcito del continente. Ahora sólo le queda lo más difícil, que es redondear su trabajo en Saint Denis contra el Real Madrid.
El Valencia tuvo la capacidad para generar angustia en el Barcelona casi desde el primer minuto, pero fue en la segunda parte en la que la esencia del fútbol valencianista se expresó con mayor brillo. En la primera mitad se vio al Barcelona que había reclamado durante la semana el defensa Abelardo, lleno de coraje y entrega, y con el único objetivo de que Cañizares entrase en su meta a recoger balones. Buena muestra de ello fue que el Barcelona tuvo reducido a su rival, pero esa película ya se había visto en otras ocasiones en el mismo escenario; movimiento pendular de la pelota hacia las bandas, centros en busca de un rematador rodeado de cuatro defensas y escasas ideas en enviar por bajo la pelota y romper la línea defensiva.
El guión plateado por el Valencia no fue menos previsible, pues recuperó con mayor vigorosidad, si cabe, la esencia futbolística que defiende el argentino Héctor Cúper. La ocasión bien lo valía, pues había que defender con uñas el 4-1 de Mestalla. Un buen contragolpe siempre es mejor que un ataque. Y así fueron pasando los minutos. Los amigos de Pellegrino en la retaguardia llevaron su línea a unos veinticinco metros de la línea de gol, y estrecharon tanto el campo que el Barcelona sintió que el gol no llegaría nunca. La primera jugada de peligro se originó en el minuto 12, en una acción de pundonor del deseado Figo, quien, junto a Abelardo, parecía el único que se había enterado que el Barcelona debía ganar por 3-0. Hasta el minuto 20, Hesp tocó nueve veces la pelota, algunas de las cuales llegaron de las botas de sus compañeros.
Mala señal para un Barcelona que debía mostrar, hoy más que nunca, su talante ofensivo. En el 21, despertó el delantero argentino Claudio López y con ello los temores más básicos que arrastras el barcelonismo en las últimas visitas del Valencia al Camp Nou. El centro del argentino, tras una contra, no encontró rematador. En el 32, tras un clamoroso error del Frank de Boer, López le puso una dosis de instinto asesino a un disparo desde uno 25 metros que estaba llamado a entrar por la escuadra, aunque al final salió fuera. En la segunda parte fue el Valencia liquidó el sueño barcelonista.
Tres carreras, tres remates contra la meta de Hesp y el Barcelona empezó a ver cómo el partido se le iba de las manos. Lo peor que no sólo iba a no ganar el partido, sino que iba a perder a su público. Mendieta, después de un error suyo ante Hesp y otro de Claudio López, marcó un tanto, un golazo. Tras él, pudieron llegar media docena más, pero los atacantes valencianista mostraron su lado más torpe. El Barcelona, con el pulso congelado por los acontecimientos, respondió con dos goles, uno de Fran de Boer y otro de Cocu, cuando todo estaba a punto... de empezar: la fiesta de Mestalla.
El Valencia tuvo la capacidad para generar angustia en el Barcelona casi desde el primer minuto, pero fue en la segunda parte en la que la esencia del fútbol valencianista se expresó con mayor brillo. En la primera mitad se vio al Barcelona que había reclamado durante la semana el defensa Abelardo, lleno de coraje y entrega, y con el único objetivo de que Cañizares entrase en su meta a recoger balones. Buena muestra de ello fue que el Barcelona tuvo reducido a su rival, pero esa película ya se había visto en otras ocasiones en el mismo escenario; movimiento pendular de la pelota hacia las bandas, centros en busca de un rematador rodeado de cuatro defensas y escasas ideas en enviar por bajo la pelota y romper la línea defensiva.
El guión plateado por el Valencia no fue menos previsible, pues recuperó con mayor vigorosidad, si cabe, la esencia futbolística que defiende el argentino Héctor Cúper. La ocasión bien lo valía, pues había que defender con uñas el 4-1 de Mestalla. Un buen contragolpe siempre es mejor que un ataque. Y así fueron pasando los minutos. Los amigos de Pellegrino en la retaguardia llevaron su línea a unos veinticinco metros de la línea de gol, y estrecharon tanto el campo que el Barcelona sintió que el gol no llegaría nunca. La primera jugada de peligro se originó en el minuto 12, en una acción de pundonor del deseado Figo, quien, junto a Abelardo, parecía el único que se había enterado que el Barcelona debía ganar por 3-0. Hasta el minuto 20, Hesp tocó nueve veces la pelota, algunas de las cuales llegaron de las botas de sus compañeros.
Mala señal para un Barcelona que debía mostrar, hoy más que nunca, su talante ofensivo. En el 21, despertó el delantero argentino Claudio López y con ello los temores más básicos que arrastras el barcelonismo en las últimas visitas del Valencia al Camp Nou. El centro del argentino, tras una contra, no encontró rematador. En el 32, tras un clamoroso error del Frank de Boer, López le puso una dosis de instinto asesino a un disparo desde uno 25 metros que estaba llamado a entrar por la escuadra, aunque al final salió fuera. En la segunda parte fue el Valencia liquidó el sueño barcelonista.
Tres carreras, tres remates contra la meta de Hesp y el Barcelona empezó a ver cómo el partido se le iba de las manos. Lo peor que no sólo iba a no ganar el partido, sino que iba a perder a su público. Mendieta, después de un error suyo ante Hesp y otro de Claudio López, marcó un tanto, un golazo. Tras él, pudieron llegar media docena más, pero los atacantes valencianista mostraron su lado más torpe. El Barcelona, con el pulso congelado por los acontecimientos, respondió con dos goles, uno de Fran de Boer y otro de Cocu, cuando todo estaba a punto... de empezar: la fiesta de Mestalla.