Ficha de partido
Valencia CF
0 - 1
At. Madrid
Equipos titulares
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Descanso
45'
Mundo SuárezPenalty fallado
50'
Machín (Pen.)
52'
Carlos Iturraspe
75'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: At. Madrid
Records vs At. Madrid
Máximo goleador: Mundo Suárez (16 goles)
Goleador rival: Luis Aragonés (12 goles)
Más partidos: Manolo Mestre (32 partidos)
Mayor victoria: 9 - 1 (13.09.1936)
Mayor derrota: 0 - 5 (10.11.1985)
Más repetido: 1-1 (22 veces)
Crónica
El juego se lleva desde el comienzo a gran velocidad y sin que se estacione la pelota en ningún bando. Se efectúan vistosos avances de ambas delanteras, que obligan a los tríos defensivos a emplearse a fondo. Un remate de Mundo a un centro de Epi, que Tabales envía a "córner", en un esfuerzo supremo, es aplaudido ruidosamente.
A los diez minutos de juego, en pleno acoso local, Machín despeja, apurado, con la mano dentro del área, y un tiro sesgado de Amadeo hace que la pelota dé en la parte inferior del travesaño, saliendo fuera. El público protesta por no haberse tomado ninguna decisión arbitral.
La ofensiva valencianista es ininterrumpida durante el cuarto de hora siguiente. Como resumen del primer tiempo puede decirse que la brillante ofensiva merengue fue contrastada por el Atlético-Aviación con una táctica de defensa inmejorable.
Se reanuda el juego con las características de velocidad y presión valencianista, y a los cinco minutos Aparicio intercepta en mala forma una peligrosa internada de Epi, que se castiga a los aviadores con "penalty", Mundo resuelve el "penalty" enviando la pelota a las nubes.
Tres minutos después, Juan Ramón empujó con las manos a un delantero visitante, y el arbitro concede nuevo "penalty", esta, vez contra el Valencia, y ahora, mejor ejecutado por Machín, se convierte en el único gol de la tarde.
El juego se endurece, y el arbitro reconviene a los capitanes de ambos onces para que desistan del juego peligroso. Mediado el tiempo, una entrada fea de Iturraspe a Manín la castiga el arbitro, con la expulsión del primero, ocupando su puesto Bertolí, y Amadeo el de éste. El público vocifera contra la decisión arbitral.
Los jugadores se contagian del nervosismo y desarrollan un juego sin ligazón ni vistosidad. Gorostiza pasa a extremo derecha, formando ala con Epi, dando como fruto una visible reacción local, no obstante su inferioridad numérica.
A los treinta y cinco minutos se produce un barullo frente a la puerta forastera, que resuelve Epi para de cerca enviar la pelota a las mallas. Ante el asombro general, el arbitro anula el tanto, por entender que fue cargado el guardameta. Ello provoca un griterío incesante y hasta se interrumpe el juego.
A los diez minutos de juego, en pleno acoso local, Machín despeja, apurado, con la mano dentro del área, y un tiro sesgado de Amadeo hace que la pelota dé en la parte inferior del travesaño, saliendo fuera. El público protesta por no haberse tomado ninguna decisión arbitral.
La ofensiva valencianista es ininterrumpida durante el cuarto de hora siguiente. Como resumen del primer tiempo puede decirse que la brillante ofensiva merengue fue contrastada por el Atlético-Aviación con una táctica de defensa inmejorable.
Se reanuda el juego con las características de velocidad y presión valencianista, y a los cinco minutos Aparicio intercepta en mala forma una peligrosa internada de Epi, que se castiga a los aviadores con "penalty", Mundo resuelve el "penalty" enviando la pelota a las nubes.
Tres minutos después, Juan Ramón empujó con las manos a un delantero visitante, y el arbitro concede nuevo "penalty", esta, vez contra el Valencia, y ahora, mejor ejecutado por Machín, se convierte en el único gol de la tarde.
El juego se endurece, y el arbitro reconviene a los capitanes de ambos onces para que desistan del juego peligroso. Mediado el tiempo, una entrada fea de Iturraspe a Manín la castiga el arbitro, con la expulsión del primero, ocupando su puesto Bertolí, y Amadeo el de éste. El público vocifera contra la decisión arbitral.
Los jugadores se contagian del nervosismo y desarrollan un juego sin ligazón ni vistosidad. Gorostiza pasa a extremo derecha, formando ala con Epi, dando como fruto una visible reacción local, no obstante su inferioridad numérica.
A los treinta y cinco minutos se produce un barullo frente a la puerta forastera, que resuelve Epi para de cerca enviar la pelota a las mallas. Ante el asombro general, el arbitro anula el tanto, por entender que fue cargado el guardameta. Ello provoca un griterío incesante y hasta se interrumpe el juego.