Ficha de partido
Valencia CF
2 - 0
At. Madrid
Equipos titulares
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Domingo TorredeflotAsist: Gaspar Rubio
20'
Descanso
45'
José Richart
75'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: At. Madrid
Records vs At. Madrid
Máximo goleador: Mundo Suárez (16 goles)
Goleador rival: Luis Aragonés (12 goles)
Más partidos: Manolo Mestre (32 partidos)
Mayor victoria: 9 - 1 (13.09.1936)
Mayor derrota: 0 - 5 (10.11.1985)
Más repetido: 1-1 (22 veces)
Crónica
Con diez jugadores durante todo el partido ha ganado el Valencia. Y ha ganado también por lo que vale más: por juego y por entusiasmo. Meritorio ha sido el resultado teniendo en cuenta que fue precisamente contra el Valencia, en el Stadium Metropolitano, cuando los madrileños principiaron la etapa de sus triunfos. Aquel lance infausto para los nuestros ha tenido brillante contrapartida en Mestalla. Aquí ha vuelto el Valencia por sus fueros, y no obstante sufrir una baja sensible, posiblemente la del jugador que más falta le hace, se ha comportado brillantemente, llevando la iniciativa durante todo el partido, y graciassean dadas a Pacheco, que ha hecho inexpugnable su puerta. La Providencia y los palos se aliaron también, favoreciendo al excepcional guardameta madrileño.
Hubo gran juego en los comienzos del encuentro. Se notaba ciencia y codicia en los dos equipos, que rivalizaban en aciertos. Pronto destacó la serenidad de Iturraspe, quien con su colocación precisa empujaba a los suyos. Pacheco respondía como un bravo cuántas veces era puesto a prueba. Ya domina, el Valencia. A punto de marcar Torredeflot, una zancadilla descarada y clara de Alejandro tira por tierra a su contrincante. El arbitro se desentiende de la faenita, chillándole el público. Los locales persisten en el acoso, pero Pacheco venía a hacer "su tarde", y en postura inverosímil detiene incomprensiblemente un chutazo magno de Vilanova.
Una arrancada suelta de Lafuente es interceptada por Juan Ramón, quien tiene que abandonar el terreno con la frente ensangrentada. Unos puntos de sutura y el gran defensa vasco reaparece con la cabeza vendada cuando los suyos logran el primer tanto, producto de una pifia mayúscula de Rubio, que deja a Torredeflot el balón, y de un zurdazo que nadie esperaba burla al pobre Pacheco, a pesar de su gran estirada.
El bando local intensifica su dominio, cortan sus medios mucho juego y como Richart y Vilanova actúan espléndidos, se mantiene la pugna contra la defensa madrileña, que acusa falta de compenetración. Mediada la primera parte se produjo el suceso desgraciado de la tarde. Fue la víctima Juan Ramón, la esperanza del equipo, que una tarde y otra viene superándose. El dominio local estaba en su período álgido. Hasta los defensas blancos se habían desplazado al campo rival. Fueron a disputarse el balón Elícegui y Juan Ramón. La conocida nobleza, del vasco, trasplantada a Levante, no contaba con que el irundarra iba a esquivar el lance, y Juan Ramón, inexperto y joven, cayó en el engaño, rodando a tierra pesadamente y sufriendo doble fractura del brazo derecho. Como al ser retirado del campo se retorcía de dolor, produjo desconsuelo el casual accidente, y llegado el descanso comentó indignado el público el juego violento desarrollado únicamente por Órdóñez y Alejandro, y la pasividad del arbitro al no impedirlo.
Exigua era la diferencia de uno a cero, pero en la segunda parte los locales se superaron, forzando hasta siete corners y presionando diversas veces la puerta contraria. Un remate de cabeza de Vilanova parece que fue sacado desds dentro por Pacheco, más como éste actuaba de tan magistral manera, el público no protestó del arbitro al no concederlo. A la media hora justa consiguió el Valencia el segundo goal: centro impecable de Torredeflot, cabezazo valiente de Vilanova, que se estrella en el larguero, y Richart que surge oportunísimo, llevándolo a la red. Tanto de gran vistosidad y de rapidez, algo magno.
Tuvo luego el Athletic ocasión de marcar, pero Nebot parecía el paralelo de Pacheco, deteniendo primero un shoot a bocajarro de Chacho y luego el gran remate de Elícegui. Faltan diez minutos, y el Valencia acosa los dominios forasteros, y aunque se masca el merecido tercer goal, finaliza el encuentro, que registra la desgracia sensible que priva al Valencia de su puntal más firme y un arbitraje del colegiado catalán Sr. Pujol, anodino y sin estilo.
Hubo gran juego en los comienzos del encuentro. Se notaba ciencia y codicia en los dos equipos, que rivalizaban en aciertos. Pronto destacó la serenidad de Iturraspe, quien con su colocación precisa empujaba a los suyos. Pacheco respondía como un bravo cuántas veces era puesto a prueba. Ya domina, el Valencia. A punto de marcar Torredeflot, una zancadilla descarada y clara de Alejandro tira por tierra a su contrincante. El arbitro se desentiende de la faenita, chillándole el público. Los locales persisten en el acoso, pero Pacheco venía a hacer "su tarde", y en postura inverosímil detiene incomprensiblemente un chutazo magno de Vilanova.
Una arrancada suelta de Lafuente es interceptada por Juan Ramón, quien tiene que abandonar el terreno con la frente ensangrentada. Unos puntos de sutura y el gran defensa vasco reaparece con la cabeza vendada cuando los suyos logran el primer tanto, producto de una pifia mayúscula de Rubio, que deja a Torredeflot el balón, y de un zurdazo que nadie esperaba burla al pobre Pacheco, a pesar de su gran estirada.
El bando local intensifica su dominio, cortan sus medios mucho juego y como Richart y Vilanova actúan espléndidos, se mantiene la pugna contra la defensa madrileña, que acusa falta de compenetración. Mediada la primera parte se produjo el suceso desgraciado de la tarde. Fue la víctima Juan Ramón, la esperanza del equipo, que una tarde y otra viene superándose. El dominio local estaba en su período álgido. Hasta los defensas blancos se habían desplazado al campo rival. Fueron a disputarse el balón Elícegui y Juan Ramón. La conocida nobleza, del vasco, trasplantada a Levante, no contaba con que el irundarra iba a esquivar el lance, y Juan Ramón, inexperto y joven, cayó en el engaño, rodando a tierra pesadamente y sufriendo doble fractura del brazo derecho. Como al ser retirado del campo se retorcía de dolor, produjo desconsuelo el casual accidente, y llegado el descanso comentó indignado el público el juego violento desarrollado únicamente por Órdóñez y Alejandro, y la pasividad del arbitro al no impedirlo.
Exigua era la diferencia de uno a cero, pero en la segunda parte los locales se superaron, forzando hasta siete corners y presionando diversas veces la puerta contraria. Un remate de cabeza de Vilanova parece que fue sacado desds dentro por Pacheco, más como éste actuaba de tan magistral manera, el público no protestó del arbitro al no concederlo. A la media hora justa consiguió el Valencia el segundo goal: centro impecable de Torredeflot, cabezazo valiente de Vilanova, que se estrella en el larguero, y Richart que surge oportunísimo, llevándolo a la red. Tanto de gran vistosidad y de rapidez, algo magno.
Tuvo luego el Athletic ocasión de marcar, pero Nebot parecía el paralelo de Pacheco, deteniendo primero un shoot a bocajarro de Chacho y luego el gran remate de Elícegui. Faltan diez minutos, y el Valencia acosa los dominios forasteros, y aunque se masca el merecido tercer goal, finaliza el encuentro, que registra la desgracia sensible que priva al Valencia de su puntal más firme y un arbitraje del colegiado catalán Sr. Pujol, anodino y sin estilo.