Ficha de partido: 07.12.1997: Real Sociedad 1 - 1 Valencia CF

Ficha de partido

Real Sociedad
Real Sociedad
1 - 1
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Luis Milla
9'
Kovacevic
28'
Descanso
45'
Antía
58'
Ariel OrtegaLuis Milla
67'
IdiákezLuis Pérez
67'
Gaizka Mendieta
79'
Moussa SaïbGoran Vlaovic
84'
AdepojuGracia
86'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Anoeta
Aforo: 32.076 espectadores
Ubicación: San Sebastián (Guipúzcoa) 
Inauguración: 13/08/1993

Rival: Real Sociedad

Records vs Real Sociedad

Máximo goleador: Mundo Suárez (21 goles)
Goleador rival: Satrústegui (10 goles)
Mayor victoria: 7 - 0 (15.09.1940)
Mayor derrota: 0 - 7 (06.05.1928)
Más repetido: 0-1 (19 veces)

Crónica

El Valencia, a pesar del punto conquistado en Anoeta, que le permite albergar esperanzas, se colocó ayer en la clasificación en posiciones de descenso directo. Pese a ello, y teniendo en cuenta que todavía queda mucha competición, la reacción mostrada tras encajar el gol de Antía, más de orgullo que de buen juego, permite mantener la esperanza de un futuro mejor. Eso sí, habrá que buscar soluciones urgentes porque el conjunto de Claudio Ranieri continúa mostrando muchísimas deficiencias en todas sus líneas.

El Valencia, víctima de su situación, sigue siendo un equipo temeroso, sin chispa y sin el atrevimiento necesario para dar rienda suelta a la imaginación en acciones personales. El de Ranieri es un bloque asustado, nervioso, incapaz de soltarse el corsé que lo atenaza para tratar de jugar al fútbol. Tal vez la única disculpa que le quede al equipo sea la de considerar que algunos de sus jugadores no dan más de sí y, obviamente, la responsabilidad de ser alineados no es de ellos, sino de un técnico que continúa mostrándose perdido y empecinado en descubrir no sabemos qué.

Durante el primer periodo de ayer, quedó palpable que el Valencia estaba dejando escapar una buena oportunidad para sorprender a la Real Sociedad y cortar su magnífica trayectoria en su feudo. El conjunto local acusó en exceso las ausencias de hombres vitales en su esquema, como Aranzábal, De Paula, Pikabea o Craioveanu, pero los de Ranieri fueron incapaces, entre otras razones, porque los que entraron en acción tal vez no estén en condiciones de dar más de sí. El técnico valencianista es quien manda y, por tanto, el responsable de un equipo que, por enésima vez, careció de creatividad en el centro del campo. En esta zona Mendieta fue el hombre más suelto, pero al que no se le puede exigir cosas que no puede hacer; bastante hace con cumplir su labor primordial. Farinós volvió a ser un nulo colaborador, mientras que Luis Milla se dedicó a taponar lo que pudo y ver cómo el esférico pasaba una y otra vez sobre su cabeza. Angulo, por su parte, se desgastó en una labor que resultó tan ingrata como infructuosa.

Si a todo esto añadimos que Claudio López no puede ocupar el centro del ataque, zona en la que se pierde entre los defensas y no puede explotar su velocidad como cuando cae a la banda, es palpable comprobar que este Valencia continúa siendo una caricatura de equipo. Tan sólo Vlaovic, cuando recibió el balón en condiciones, fue capaz de crear peligro y fue quien tuvo las ocasiones más claras para haber materializado. El croata lo intentó una vez tras otra, siendo sus dos últimos remates, en los minutos 37 y 43, los más claros para haber conseguido el gol. Sólo le faltó afinas un poco más la puntería.

Tras el descanso, y como era previsible, marcó la Real. Sin embargo, la primera gran ocasión del segundo acto la tuvo Claudio López, pero su remate cruzado salió fuera por muy poco. Este lance pudo ser clave. Por si faltaba algo, cuando la Real se puso por delante, su entrenador amarró, con orden tajante a Gómez para que se adelantase un metro más de lo debido, pasando los blanquiazules a ejercer un fútbol control. Pero la Real no pudo conseguir su objetivo y vio cómo el Valencia le empataba el partido en acción personal de Mendieta, de disparo cruzado por bajo, que obtuvo el justo premio a su trabajo durante todo el encuentro. Para entonces Ranieri ya habia dado entrada a Ortega. Fue cuando al Valencia le entraron las prisas. Lástima que el empate sirva de muy poco en estos momentos, pues ni siquiera impide eludir el puesto de descenso.