Ficha de partido: 26.02.2006: Valencia CF 1 - 1 Getafe CF

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
1 - 1
Getafe CF
Getafe CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Matellán
20'
Hugo VianaRubén Baraja
24'
Descanso
45'
Pernía
50'
Matellán
64'
R. PulidoRedondo
68'
David NavarroAsist: Mario Regueiro
75'
Fabio AurelioMiguel Brito
75'
GüizaPaunovic
75'
D. Rivas
78'
Güiza
81'
NanoVivar Dorado
81'
Belenguer
84'
Curro TorresMario Regueiro
85'
Nano
87'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: Getafe CF

Records vs Getafe CF

Máximo goleador: David Villa (7 goles)
Goleador rival: Manu (4 goles)
Mayor victoria: 5 - 1 (04.09.2022)
Mayor derrota: 0 - 3 (11.02.2007)
Más repetido: 1-0 (6 veces)

Crónica

El Valencia necesita aire. Ayer no pudo pasar del empate, en un partido que debió ganar, aún sufriendo, y que cuando lo tuvo hecho, sin jugar bien, no supo cerrarlo para sumar los tres puntos que tanto necesitaba en su afán por seguir lo más cerca posible del Barcelona. Y hay que dar gracias de que todo terminara en tablas, porque el visitante Güiza tuvo en sus botas la victoria en el minuto 93, tercero de la prolongación, pero se entretuvo en exceso o se asustó de verse solo ante Cañizares, aunque reclamase penalti.

Queda dicho que si alguno de los contendientes debió lograr el triunfo ese fue el Valencia. Porfió más por él. Mejor dicho, fue el único que lo hizo, porque el Getafe vino a lo que vino. Todos atrás, excepto Paunovic –falso delantero– y, por lo tanto, sin opción alguna de inquietar a cancerbero y defensas valencianistas. Pero este Valencia está muy tocado físicamente. Unos jugadores más que otros, pero a un paso de fundirse. Y cuando eso ocurre, la calidad puede ayudar a suplir esas carencias físicas. Sin embargo, el equipo tampoco anda sobrado de ella. Al contrario, muy justito. Son dos agravantes lo suficientemente importantes como para tener influencia en el desenlace de un partido. Como sucedió ayer.

Fue un querer y no poder constante. Ni siquiera cuando el árbitro expulsó a Anibal se supo extraer provecho de una superioridad numérica que el Valencia disfrutó durante 26 minutos. Ni por esas. Los de Quique llevaron el mando de principio a fin. Pero fue un equipo excesivamente lento en la transición del balón. Y cuando se recurrió a pelotazos largos, la ventaja era de los defensores rivales. Excesivo juego horizontal y ni Angulo ni Regueiro hicieron daño por sus respectivas bandas.

Faltó velocidad hasta el punto de que cuando hubo faltas a favor, los valencianistas tardaron en poner el balón en movimiento, dando tiempo a que los jugadores del Getafe recuperasen la posición. El fútbol del Valencia fue excesivamente previsible y eso, ante un contrario ordenado y juntito, saca a relucir las carencias y se paga. El Getafe –sin Riki, Celestini y Gavilán–, vino a hacer lo único que puede. Es decir, defenderse y esperar a que le llegue esa oportunidad de la que siempre se dispone en el transcurso de un partido. Cañizares fue un obrero en paro y, cuando al final le llegaron, no pudo evitar el tanto del empate.

Schuster alineó su defensa de cuatro y, por delante, colocó a Rivas, que se pegó como una lapa a Pablo Aimar. Unos metros más avanzados, otros cuatro hombres y, para el ataque, tan solo Paunovic. Al menos, Rubén Baraja podía manejar el cuero y desplazarlo con sentido, a veces en largo, buscando a los hombres que ocuparon las bandas. Pero como las desgracias nunca vienen solas, el vallisoletano cayó lesionado. Trató de continuar, pero el golpe sufrido en el pómulo era más serio de lo que inicialmente se pensó y tuvo que abandonar el terreno de juego.

Entró en su lugar Hugo Viana, pero el portugués no tuvo tampoco un buen día. Entró con mal pie, empezó fallón y, lejos de mejorar, sus errores fueron a más para terminar cuajando una aciaga tarde. Por más que trató de enmendarlo, el noventa por ciento de los balones que distribuyó fueron a parar a pies de contrarios. A trancas y barrancas, con la gente impacientándose, antes del descanso hubo un par de acciones que pudieron terminar en gol. Una de Aimar y otra con remate de Moretti, que la impotencia y el nerviosismo llevaron a reclamar penalti.

Mención aparte merece Villa. Estuvo, pero como si no. El chaval no puede más, entre otras cosas porque la naturaleza no hace milagros. Y está pagando el esfuerzo de toda la temporada porque no hay recambio. Necesita un descanso como el respirar. El gran problema es encontrarle relevo. Y eso, respirar, fue lo que hizo el público con el 1-0 en lo alto y el tiempo cumplido. Lástima el balón que el bravo Albelda mandó a su áreal, que ni Navarro ni Albiol pudieron interceptar para rubricar su gran tarde. Nano llevó la desilusión a las gradas tras firmar un empate que a los suyos supo a gloria. Para el Valencia es un duro golpe.