Ficha de partido
Valencia CF
1 - 1
Villarreal CF
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Arruabarrena
24'
Miguel Ángel Angulo
33'
Rubén Baraja (Falta)
37'
Josemi
42'
Miguel Ángel Angulo
43'
Descanso
45'
Hugo VianaMiguel Ángel Mista
45'
Guille FrancoJosico
46'
CallejaJosé Mari
60'
Tacchinardi
67'
Forlán
69'
David Albelda
77'
RiquelmePenalty fallado
80'
Carlos Marchena
81'
Mario RegueiroDavid Villa
82'
Pablo Aimar
84'
Jorge LópezPablo Aimar
88'
Quique Álvarez
90'
Final del partido
91'
Estadio
Rival: Villarreal CF
Records vs Villarreal CF
Máximo goleador: Juan Sánchez (7 goles)
Goleador rival: Rossi (6 goles)
Más partidos: David Albelda (23 partidos)
Mayor victoria: 7 - 0 (09.09.1954)
Mayor derrota: 1 - 4 (26.08.2000)
Más repetido: 1-0 (9 veces)
Crónica
Cañizares fue el único que no se sumó a la fiesta. No obsequió con regalos a nadie. Angulo y Marchena sí que lo hicieron. Una expulsión innecesaria y un penalti absurdo acabaron con la intención del Valencia de purgar las penas. Por resultado no lo consiguió, pero sí por juego, intensidad y ahínco en busca de la victoria. El empate envía al equipo a la cuarta plaza de la Liga de Campeones, la última que garantizaría la renovación de Quique, y aumenta la racha de partidos sin ganar. Al final hasta se pudo perder de no ser porque Cañizares atajó el penalti lanzado por Riquelme. Pero penas máximas no sólo las hubo en el área valencianista. Hasta en tres ocasiones cayó Aimar, a botas siempre de Gonzalo, pero aquí el árbitro decidió inhibirse. En la última acción incluso se lesionó el argentino.
Si alguien debió ganar ese fue el Valencia. Brilló en la primera parte y supo sufrir en la segunda. Dispuso de más ocasiones pero la inferioridad fue un lastre demasiado pesado. Cuarenta y cinco minutos eran muchos para que el equipo de Quique aguantara el resultado, que en ese momento era favorable. Y es que Baraja siempre aparece en los grandes momentos. Si en el Santiago Bernabéu dejó parado a Iker Casillas en una falta magistral, ayer hipnotizó a Sebastián Viera, que sólo pudo acompañar con la vista el vuelo del balón. El vallisoletano se puso el frac y se marcó un lanzamiento directo mágico. Desde la zona derecha del área del Villarreal colocó el balón en el palo contrario. Esta fue la alegría de la primera parte. La pena llegaría poco después con la expulsión de Angulo por dos faltas a destiempo. Ya sólo quedaban dos minutos para marcharse al vestuario, pero el asturiano quiso dejar a su equipo en inferioridad.
El tanto se atisbaba en el horizonte. Sólo hacía falta esperar de qué manera llegaría. Lo intentó de todas las maneras posibles. La mayoría de ellas llegaron por la banda izquierda, la que el técnico del Villarreal regaló al Valencia. Quique sorprendió situando allí a Aimar, pero el atrevimiento resultó fantástico. El argentino desmoralizó a Josemi con sus jugadas, siempre encarándolo hacia el centro. Se fue tantas veces como quiso, aunque arriba Villa y Mista siguen con las ideas nubladas. El Valencia parecía otro equipo. La reprimenda tras el fracaso de Santander dio sus frutos. La presión a los jugadores clave del Villarreal fue perfecta. Riquelme comprobó de cerca lo que significa tener a Albelda delante. Además, las líneas estaban mucho más adelantadas y, ante un robo de balón, las opciones se multiplicaban. Así lo hicieron durante toda la primera fase. El hilo conductor del juego fue Baraja. Cuando el internacional está entonado, el fútbol se engrandece.
Pero luego llegó el sufrimiento. El Valencia se metió atrás en la segunda mitad a la espera de algún contragolpe definitivo. Pero en la única acción clara del Villarreal llegó el empate. Todo se vino abajo y casi estuvo a punto de hundirse de no ser por Cañizares. Al final, caos total con posibles penaltis sobre Aimar quien, además, se retiró lesionado. Aun así, el partido purificó al Valencia.
Si alguien debió ganar ese fue el Valencia. Brilló en la primera parte y supo sufrir en la segunda. Dispuso de más ocasiones pero la inferioridad fue un lastre demasiado pesado. Cuarenta y cinco minutos eran muchos para que el equipo de Quique aguantara el resultado, que en ese momento era favorable. Y es que Baraja siempre aparece en los grandes momentos. Si en el Santiago Bernabéu dejó parado a Iker Casillas en una falta magistral, ayer hipnotizó a Sebastián Viera, que sólo pudo acompañar con la vista el vuelo del balón. El vallisoletano se puso el frac y se marcó un lanzamiento directo mágico. Desde la zona derecha del área del Villarreal colocó el balón en el palo contrario. Esta fue la alegría de la primera parte. La pena llegaría poco después con la expulsión de Angulo por dos faltas a destiempo. Ya sólo quedaban dos minutos para marcharse al vestuario, pero el asturiano quiso dejar a su equipo en inferioridad.
El tanto se atisbaba en el horizonte. Sólo hacía falta esperar de qué manera llegaría. Lo intentó de todas las maneras posibles. La mayoría de ellas llegaron por la banda izquierda, la que el técnico del Villarreal regaló al Valencia. Quique sorprendió situando allí a Aimar, pero el atrevimiento resultó fantástico. El argentino desmoralizó a Josemi con sus jugadas, siempre encarándolo hacia el centro. Se fue tantas veces como quiso, aunque arriba Villa y Mista siguen con las ideas nubladas. El Valencia parecía otro equipo. La reprimenda tras el fracaso de Santander dio sus frutos. La presión a los jugadores clave del Villarreal fue perfecta. Riquelme comprobó de cerca lo que significa tener a Albelda delante. Además, las líneas estaban mucho más adelantadas y, ante un robo de balón, las opciones se multiplicaban. Así lo hicieron durante toda la primera fase. El hilo conductor del juego fue Baraja. Cuando el internacional está entonado, el fútbol se engrandece.
Pero luego llegó el sufrimiento. El Valencia se metió atrás en la segunda mitad a la espera de algún contragolpe definitivo. Pero en la única acción clara del Villarreal llegó el empate. Todo se vino abajo y casi estuvo a punto de hundirse de no ser por Cañizares. Al final, caos total con posibles penaltis sobre Aimar quien, además, se retiró lesionado. Aun así, el partido purificó al Valencia.