Inicio del partido

0'

Goran Vlaovic

9'

Dennis Serban

11'

David Albelda

13'

Javier FarinósGerard López

24'

Paco Camarasa

41'

BayarDemiref

45'

Descanso

45'

FitschKrooshof

45'

SancarNieboers

45'

Goran Vlaovic

84'

Óscar García

86'

Dennis Serban

89'

Final del partido

90'

El Valencia venció al Heracles, de la Segunda División Holandesa, en el tercer encuentro de la pretemporada para el equipo de Héctor Cúper. El equipo que alineó ayer el técnico argentino, con bastantes de los teóricos jugadores suplentes, no se asemejó prácticamente en nada al que se vio el día anterior frente al Emmen. La sensación de conjunto mostró una gran diferencia frente al bloque del dia anterior y muy poco se puede decir, excepto de algunas acciones personales del primer tiempo.

Es cierto que no hubo problemas en defensa ante la debilidad ofensiva del rival, mientras en el centro cabe destacar la actuación de Albelda, que fue el hombre más solvente y entregado, mientras Serban y Caseiro en las bandas estuvieron desacertados e individualistas. Delente, Vlaovic fue el mejor con diferencia, estando muy activo y convirtiéndose así en la pesadilla de la defensa local. Óscar, por su parte, continuó mostrando su apatía habitual y pasó poco menos que desapercibido.

Tal vez por el pobre nivel ofrecido, durante el descanso, Cúper reunió a los jugadores en el centro del campo y les dió una serie de instrucciones para tratar de mejorar el trabajo colectivo. Los consejos de Cúper en el descanso de nada sirvieron. El Valencia no sólo no recompuso su esquema, sino que fue a peor, llegando a ser una caricatura como bloque, que no existió, sin hacer nunca lo que quiere su entrenador.

Fue un conjunto anárquico y desdibujado, en el que sólo Farinós dio algo de sentido a la circulación del balón y fue sustituido poco después por Anglomá, que jugó en el centro del campo. En suma, se impuso el aburrimiento. Héctor Cúper debe tener muy claro a estas alturas los hombres de los que va a prescindir. En algún caso, va a tener que cargar con algún futbolista, aunque no respenda a las expectativas que motivaron su contratación.