Ficha de partido
Valencia CF
2 - 1
CE Sabadell
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Javier Subirats (Falta)
40'
Descanso
45'
Emilio FenollAsist: Javier Subirats
62'
Lino
68'
Fernando GinerJuanjo Juárez
70'
Pedro AlcañizEmilio Fenoll
73'
ZamoraVillarroya
81'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: CE Sabadell
Records vs CE Sabadell
Máximo goleador: Mundo Suárez (14 goles)
Goleador rival: - (4 goles)
Más partidos: Paquito García (13 partidos)
Mayor victoria: 6 - 1 (09.10.1966)
Mayor derrota: 0 - 3 (12.02.1967)
Más repetido: 2-1 (5 veces)
Crónica
Una entrada floja en el Luis Casanova, por culpa del mal tiempo, de la ausencia de Madjer y de que el Sabadell no despertaba gran interés a orillas del Turia, con dos millones y cuarto de pesetas de recaudación. La tarde fue desapacible, con lluvia que después cesó con lo que el campo, muy embarrado se encontraba en malas condiciones para la practica del fútbol. Actuaron como capitanes Arias por el Valencia y Lino por el Sabadell. El Valencia sirvió 6 saques de esquina por 7 el Sabadell.
Goles: 1-0, minuto 40. Falta que sirve directamente Subirats por bajo, a Manzanedo, que había atajado el balón, éste se le escurre incomprensiblemente, se le cuela entre las piernas y traspasa la raya de gol. Un tanto emparentado con aquel que encajó Arconada en la final de la última Eurocopa. 2-0, minuto 62. Gan jugada de Subirats por la derecha, sortea a varios contrarios, centra y Fenoll, completamente libre de marcaje y solo ante Manzanedo, marca. 2-1, minuto 68. Vinyals cede a Rubio, éste centra y Lino, en plancha, cabecea al otro palo y el balón, aunque muy ajustado, se introduce en las mallas.
Vaya por delante que el Sabadell perdió en Valencia una gran oportunidad de aligerar su cuenta de negativos porque no mereció, de ninguna de las maneras, salir derrotado en este encuentro, tal como jugó. Es más, en ningún momento dio la sensación de ser el colista de la Liga española, ni mucho menos. Al contrario, se mostró como un conjunto cohesionado, bravo y luchador. La clave estuvo, aunque parezca una verdad de Perogrullo, en que el Valencia marcó dos goles y el Sabadell sólo uno. De nada sirve dominar (el segundo tiempo fue, prácticamente arlequinado) si no se transforman las jugadas de peligro y, por el contrario, se cometen los errores que propiciaron los dos tantos valencianistas.
El Valencia nos pareció flojo y aunque los compañeros de la prensa valenciana comentaban que lo hizo mejor que otras tardes está muy lejos de aquel equipo que ganó en el Camp Nou y, desde luego, no responde a las palabras de Di Stéfano cuando al final comentaba que ellos habien hecho un gran encuentro. Al técnico valencianista, contra las cuerdas, le salvó la campana. A la espera de que la incorporación de Madjer brinde resultados tangibles, sólo se puede salvar de este once che la experiencia de Subirats y la irresistiblé ascensión de Nando, indudablemente el mejor de los 22 jugadores.
El encuentro comenzó con 20 minutos muy apreciables del Sabadell, que parecía más adaptado al mojado césped. En esta fase hubo ratos de dominio alterno, pero eran más peligrosas las internadas arlequinadas, mientras que el Valencia se veía afectado de imprecisiones, caídas y malas entregas, fruto no sólo del estado del terreno sino de su falta de confianza. Hay que tener en cuenta que no ganaba en el Luis Casanova desde el 22 de noviembre y que este partido ante el colista era un ultimatum para su entrenador. A este respecto, era muy significativa la presencia de Marcel Domingo en las gradas viendo el encuentro.
Todo el mundo apunta a que será el nuevo técnico del equipo che. El principal defecto del equipo blanco es su escasez de remate y ayer, sin Madjer, el hombre que debe solucionar este problema, dicha carencia aún fue más evidente en los primeros compases del partido. Además la alineación que presentó la saeta rubia con gran abundancia de centrocampistas y con Alcañiz y Jon García en el banquillo fue muy criticada por el público asistente.
Luego llegó la primera tragedia local, cuando en el minuto ocho Villarroya lanzó un potente disparo y Antonio envió a córner. Las jugadas que trenzaban hombres como Rubio, Villarroya, Vinyals y Kltanovski llevaban la congoja una y otra vez a las gradas del Luis Casanova. El yugoslavo incluso se movía en una posición más atrasada que en la Nova Creu Alta, achicando algún balón cuando era necesario. También Perico se esforzaba en robar pelotas y empujar hacia adelantea sus compañeros.
Pero después de estos veinte minutos iniciales, sin saber cómo ni por qué, el panorama varió sustancialmente y fue el Valencia el que empezó a dar señales de peligro, aunque le costaba llegar al área rival. En el minuto 21 se produjo un peligrosísimo chut de Fernando y Manzanedo, excelente, envió a córner. De pronto, cuando parecía que pese a los voluntariosos ataques valencianistas el Sabadell llevaba bien controlado el partido, todo se fue al garete. En el minuto 39, el aviso: un cabezazo de Quique al travesaño. Y un minuto después, en el cuarenta el 1-0, un auténtico regalo de Manzanedo que cuando parecía que iba aatajar sin mayores dificultades el lanzamiento de falta de Subirats, dejó que el esférico se les escurriese y le pasase por entre las piernas.
El escaso público que desafiando las inclemencias del tiempo había acudido al Luis Casanova apenas daba crédito a lo que veía. En primer lugar, aquí se comenta que el Valencia hace dos años que no marcaba un gol de falta y, en segundo, se frotaba los ojos con la increíble manera en que había subido el tanto al marcador. Lo que son las cosas, para que vean los intricados caminos del fútbol, resulta que a Manzanedo le había aplaudido su antigua parroquia cuando saltó al cesped.
En resumen, un primer período soso, que acabó con este mal sabor de boca para el Sabadel del 1-0 y con la única jugada conflictiva del eñcuentro, un empujón de Arias a Kitanovski en el área a resultas del cual el yugoslavo cayó, probablemente exagerando la caída. El árbitro no pitó nada y los sabadellenses no se pueden quejar de que otros peores penalties les han pitado en contra.
Era de suponer que el Sabadell saldría dispuesto a todo tras el descanso y así fue. Desde el compás inicial se intuyó su firme deseo de darle la vuelta al resultado. El público empezaba a ponerse nervioso y a meterse con Di Stefano y con la lentitud de algunos jugadores, como Juarez y Fernando. De pronto, cuando más atacaba el Sabadell y más se metía la gente con el Valencia, llegó el 2-0, en un contraataque aislado. Eso sí, la jugada de Subirats, filtrándose y sorteando a unos y a otros, fue preciosa. Fenoll, libre de marcaje, fusiló a Manzanedo a placer. En plena euforia, segundos después, Manzanedo tuvo que salir del área y tirarse a los pies de Fenoll para evitar ser batido por tercera vez.
En el minuto 68 redujo distancias Lino y la preocupación volvió a atenazar al Valencia. Inmediatamente después, en el minuto 70, se produjo la jugada clave del encuentro. Un centro de Kitanovski y Villarroya empalmó un bello remate que fue repelido por el poste valencianista. Claro que en el minuto 72, era Bossio el que enviaba la pelota a la base del poste de Manzanedo, el segundo palo en haber del Valencia.
Para el Valencia quedan los puntos y la amarga gloria de un triunfo excesivamente apurado. No convenció a nadie, pero no vamos a ser nosotros quienes neguemos la estrella del centrocampista Nando, rutilante, brillando con luz propia. Volvieron a surgir las protestas contra Di Stéfano. Y tiene que cambiar mucho el Valencia para que desaparezcan. Quizá este triunfo y el rendimiento que pueda aportar Madjer ofrezcan mayores satisfacciones que esta mínima victoria ante el valiente infortunado Sabadell.
Goles: 1-0, minuto 40. Falta que sirve directamente Subirats por bajo, a Manzanedo, que había atajado el balón, éste se le escurre incomprensiblemente, se le cuela entre las piernas y traspasa la raya de gol. Un tanto emparentado con aquel que encajó Arconada en la final de la última Eurocopa. 2-0, minuto 62. Gan jugada de Subirats por la derecha, sortea a varios contrarios, centra y Fenoll, completamente libre de marcaje y solo ante Manzanedo, marca. 2-1, minuto 68. Vinyals cede a Rubio, éste centra y Lino, en plancha, cabecea al otro palo y el balón, aunque muy ajustado, se introduce en las mallas.
Vaya por delante que el Sabadell perdió en Valencia una gran oportunidad de aligerar su cuenta de negativos porque no mereció, de ninguna de las maneras, salir derrotado en este encuentro, tal como jugó. Es más, en ningún momento dio la sensación de ser el colista de la Liga española, ni mucho menos. Al contrario, se mostró como un conjunto cohesionado, bravo y luchador. La clave estuvo, aunque parezca una verdad de Perogrullo, en que el Valencia marcó dos goles y el Sabadell sólo uno. De nada sirve dominar (el segundo tiempo fue, prácticamente arlequinado) si no se transforman las jugadas de peligro y, por el contrario, se cometen los errores que propiciaron los dos tantos valencianistas.
El Valencia nos pareció flojo y aunque los compañeros de la prensa valenciana comentaban que lo hizo mejor que otras tardes está muy lejos de aquel equipo que ganó en el Camp Nou y, desde luego, no responde a las palabras de Di Stéfano cuando al final comentaba que ellos habien hecho un gran encuentro. Al técnico valencianista, contra las cuerdas, le salvó la campana. A la espera de que la incorporación de Madjer brinde resultados tangibles, sólo se puede salvar de este once che la experiencia de Subirats y la irresistiblé ascensión de Nando, indudablemente el mejor de los 22 jugadores.
El encuentro comenzó con 20 minutos muy apreciables del Sabadell, que parecía más adaptado al mojado césped. En esta fase hubo ratos de dominio alterno, pero eran más peligrosas las internadas arlequinadas, mientras que el Valencia se veía afectado de imprecisiones, caídas y malas entregas, fruto no sólo del estado del terreno sino de su falta de confianza. Hay que tener en cuenta que no ganaba en el Luis Casanova desde el 22 de noviembre y que este partido ante el colista era un ultimatum para su entrenador. A este respecto, era muy significativa la presencia de Marcel Domingo en las gradas viendo el encuentro.
Todo el mundo apunta a que será el nuevo técnico del equipo che. El principal defecto del equipo blanco es su escasez de remate y ayer, sin Madjer, el hombre que debe solucionar este problema, dicha carencia aún fue más evidente en los primeros compases del partido. Además la alineación que presentó la saeta rubia con gran abundancia de centrocampistas y con Alcañiz y Jon García en el banquillo fue muy criticada por el público asistente.
Luego llegó la primera tragedia local, cuando en el minuto ocho Villarroya lanzó un potente disparo y Antonio envió a córner. Las jugadas que trenzaban hombres como Rubio, Villarroya, Vinyals y Kltanovski llevaban la congoja una y otra vez a las gradas del Luis Casanova. El yugoslavo incluso se movía en una posición más atrasada que en la Nova Creu Alta, achicando algún balón cuando era necesario. También Perico se esforzaba en robar pelotas y empujar hacia adelantea sus compañeros.
Pero después de estos veinte minutos iniciales, sin saber cómo ni por qué, el panorama varió sustancialmente y fue el Valencia el que empezó a dar señales de peligro, aunque le costaba llegar al área rival. En el minuto 21 se produjo un peligrosísimo chut de Fernando y Manzanedo, excelente, envió a córner. De pronto, cuando parecía que pese a los voluntariosos ataques valencianistas el Sabadell llevaba bien controlado el partido, todo se fue al garete. En el minuto 39, el aviso: un cabezazo de Quique al travesaño. Y un minuto después, en el cuarenta el 1-0, un auténtico regalo de Manzanedo que cuando parecía que iba aatajar sin mayores dificultades el lanzamiento de falta de Subirats, dejó que el esférico se les escurriese y le pasase por entre las piernas.
El escaso público que desafiando las inclemencias del tiempo había acudido al Luis Casanova apenas daba crédito a lo que veía. En primer lugar, aquí se comenta que el Valencia hace dos años que no marcaba un gol de falta y, en segundo, se frotaba los ojos con la increíble manera en que había subido el tanto al marcador. Lo que son las cosas, para que vean los intricados caminos del fútbol, resulta que a Manzanedo le había aplaudido su antigua parroquia cuando saltó al cesped.
En resumen, un primer período soso, que acabó con este mal sabor de boca para el Sabadel del 1-0 y con la única jugada conflictiva del eñcuentro, un empujón de Arias a Kitanovski en el área a resultas del cual el yugoslavo cayó, probablemente exagerando la caída. El árbitro no pitó nada y los sabadellenses no se pueden quejar de que otros peores penalties les han pitado en contra.
Era de suponer que el Sabadell saldría dispuesto a todo tras el descanso y así fue. Desde el compás inicial se intuyó su firme deseo de darle la vuelta al resultado. El público empezaba a ponerse nervioso y a meterse con Di Stefano y con la lentitud de algunos jugadores, como Juarez y Fernando. De pronto, cuando más atacaba el Sabadell y más se metía la gente con el Valencia, llegó el 2-0, en un contraataque aislado. Eso sí, la jugada de Subirats, filtrándose y sorteando a unos y a otros, fue preciosa. Fenoll, libre de marcaje, fusiló a Manzanedo a placer. En plena euforia, segundos después, Manzanedo tuvo que salir del área y tirarse a los pies de Fenoll para evitar ser batido por tercera vez.
En el minuto 68 redujo distancias Lino y la preocupación volvió a atenazar al Valencia. Inmediatamente después, en el minuto 70, se produjo la jugada clave del encuentro. Un centro de Kitanovski y Villarroya empalmó un bello remate que fue repelido por el poste valencianista. Claro que en el minuto 72, era Bossio el que enviaba la pelota a la base del poste de Manzanedo, el segundo palo en haber del Valencia.
Para el Valencia quedan los puntos y la amarga gloria de un triunfo excesivamente apurado. No convenció a nadie, pero no vamos a ser nosotros quienes neguemos la estrella del centrocampista Nando, rutilante, brillando con luz propia. Volvieron a surgir las protestas contra Di Stéfano. Y tiene que cambiar mucho el Valencia para que desaparezcan. Quizá este triunfo y el rendimiento que pueda aportar Madjer ofrezcan mayores satisfacciones que esta mínima victoria ante el valiente infortunado Sabadell.