Ficha de partido: 22.05.1977: Atlético de Madrid 2 - 3 Valencia CF

Ficha de partido

At. Madrid
At. Madrid
2 - 3
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Juan Daniel Cordero
21'
ReinaPacheco Gómez
35'
Descanso
45'
Mario Kempes
46'
Enrique SauraÓscar Rubén Valdez
59'
José Cerveró
60'
Leivinha
60'
Eloy Angulo
61'
Mario Kempes
70'
BermejoRubén Cano
75'
Enrique Saura
80'
Ayala (Pen.)
87'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Vicente Calderón
Aforo: 54.851 espectadores
Ubicación: Madrid (Madrid) 
Inauguración: 02/10/1966

Rival: At. Madrid

Records vs At. Madrid

Máximo goleador: Mundo Suárez (16 goles)
Goleador rival: Luis Aragonés (12 goles)
Mayor victoria: 9 - 1 (13.09.1936)
Mayor derrota: 0 - 5 (10.11.1985)
Más repetido: 1-1 (22 veces)

Crónica

El último partido de la Liga 1976-77 acabó con sorpresa. Y gorda. Porque nadie esperaba que ese Valencia titubeante y poco acorde con sus posibilidades económicas y deportivas a lo largo de todo el campeonato fuera a ganarle al campeón, que festejaba por todo lo alto su triunfo, conseguido la pasada jornada. Y sin embargo, quizá para confirmar una vez más que todo es posible en el fútbol, ahí está ese resultado de 2-3 que es totalmente justo y que premia la mejor potencia ofensiva del Valencia que aunque se dejó dominar en muchos minutos, supo distenderse mejor y sus ataques, en conjunto, tuvieron mucho más peligro que los rojiblancos, demasiado desordenados y faltos de fuerza y remate.

El encuentro comenzó en olor de multitud. Pasillo del Valencia para aplaudir la salida al campo de los campeones, ambiente de jolgorio en los graderíos, vuelta triunfal al campo recibiendo las nutridas ovaciones de una enfervorecida masa que quería premiar a su equipo por el título, fotografía de toda la plantilla (Gárate incluido). En fin, todos los agasajos propios de la conquista de un campeonato. Al final, también volvió a haber ovaciones. Porque en este caso lo que menos importaba era el resultado. Así, y pese a la derrote, Vicente Calderón fue largamente ovacionado y ondeó una bandera rojiblanca ante el delirio de los incondicional. Y una monumental traca fue quemada como cierre a la Liga 1976-77.

Pero luego, cuando comenzó el encuentro, el Valencia demostró que no venía a colaborar como comparsa en los festejos, sino que también quería ser protagonista y despedirse de la temporada con una victoria sobre el campeón y en su propia terreno, a falta de otras metas más altas que contenten a su afición, un tanto mosqueada por lo poco que ha rendido ese Valencia millonario que se presumía iba a estar entre los mejores y que al final no ha conseguido ni la clasificación para la Copa de la UEFA de la próxima campaña.

Por eso, pronto comenzó a dar señales de vida. Fue ya a los seis minutos cuando, solo ante Pacheco, Kempes echaría el balón fuera. Y a los 13, una inoportuna cesión de Pereira a Pacheco fue interceptada por Juan Carlos, que tampoco supo enviar el balón a las mallas. Como a los 23 tampoco Eloy pudo culminar su buena jugada, deteniéndolo Pacheco su disparo en dos tiempos. Y a todo esto, el Atlético apenas si daba señales de vida en lo que al ataque se refiere. Dominaba, sí, pero era totalmente esteril. La primera intervención de Pereira no llegaría hasta los 35 minutos, deteniendo fácilmente un inocente disparo de Lelvinha. Y con otras dos oportunidades del Valencia a cargo de Kempes y Eloy concluyó sin goles la primera parte, preludio de los que ibamos a ver en la segunda.

Un gol necesitaba el argentino para igualar a Marañón en la tabla de los goleadores y dos para quedarse como Pichichi en solitario. Y miren por donde logró ambas cosas. Igualar primero al españolista y superarle después merced a los dos tantos que consiguió, primero y último de su equipo, propiciados ambos por sendos fallos de los jugadores rojiblancos, que prácticamente se los regalaron. Claro que también el morenito Pereira contribuyó a la victoria valencianista. El brasileño quiso cerrar la temporada a su aire y fue más el delantero centro del Atlético que su defensa central. Permaneció durante muchos minutos en el eje del ataque y se olvidó conaptetamente de sus labores defensivas, dejando solo a Benegas. Además, a Kempes no se le pueden hacer regalos como los que Benegas primero y Real después le ofrecieron en bandeja. Kempes es un diablo con el balón en los pies y demostró una vez más que su mejor cualidad es la de marcar goles.

Y aunque el Atlético acortó distancias, empatando a uno gracias a un precioso gol Levinha, poco duró la alegría, porque sólo un minuto y medio después, Eloy volvía a dejar las cosas tal y como estaban desdes nada más empezar el segundo tiempo, cuando Kempes inaugurara el marcador, haciendo trizas las ilusiones de Marañón de poder conseguir el trofeo de máximo goleador. Poco más pudo hacer al Atlético como no fuera dominear iInsistentemente e intentar marcar. Pero sus jugadores estaban más por el jolgorio de los graderíos que por lo que sucedía en el campo y no ponían ni el interés ni la tensión de los últimos partidos,
los que le llevaron a ser campeón del torneo.

En suma, un partido más de fiesta en los graderíos que de tensión, un Atlético que salió distendido a jugar y un Valencia que supo aprovechar todas esas circunstancias para aguarle la fiesta al cuadro rojiblanco, aunque a éste nada le importaba porque había conseguido ya lo que pretendía: el título de Liga.