Ficha de partido: 03.11.1968: RCD Espanyol 0 - 1 Valencia CF

Ficha de partido

RCD Espanyol
RCD Espanyol
0 - 1
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Poli Muñoz
16'
Descanso
45'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Sarriá
Aforo: 44.000 espectadores
Ubicación: Barcelona (Barcelona) 
Inauguración: 18/02/1923 (Demolido en 1997)

Rival: RCD Espanyol

Records vs RCD Espanyol

Máximo goleador: Mundo Suárez (21 goles)
Goleador rival: Prat (9 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (19.10.2003)
Mayor derrota: 0 - 7 (10.06.1928)
Más repetido: 2-1 (25 veces)

Crónica

Acudimos a Sarriá, convencidos de presenciar un encuentro disputado y de un notable equilibrio de fuerzas: en este aspecto no nos equivocamos. Pero también imaginábamos, que un elemento importante en el desarrollo del partido, podría serlo la presencia en las filas valencianistas de jugadores todavía desconocidos para el público barcelonés y llegados al equipo, a través de la flamante dirección técnica de Joseíto, que parece muy decidido a prescindir de nombres y a manipular con hombres. A las novedades en la alineación visitante, respondía el Español incorporando a su mareo un hombre hasta ayer imprevisble —el guardameta Coil— en un gesto desde luego de audacia por parte de Argilés.

Pero no fueron precisamente, los elementos que dieron tono y fisonomía al match, sino los valores ya tradicionales sobre el rendimiento de los cuales, la especulación resultaba bastante más cómoda. El guardameta españolista quedó de hecho inédito y aún cuando le hayamos dado una clasificcacién de signo medio, es lo cierto que no pudimos verle en acción y por lo tanto seguimos ignorando sobre el acierto o la temeridad que pudiera representar su Incorporación, con el desplazamiento de los dos metas titulares. Y algo parecido nos ocurrió con el Valencia. Los dos jóvenes exteriores que constituían la gran novedad del equipo blan co —Blayet y Huertas— pocas ocasiones tuvieron de patentizar sus posibilidades atacantes ante el sistemático repliegue de todo el equipo mestalicro, conjurado primordialmente en una tarea de cobertura de su marco, en actitud que flie acentuándose a medida que transcurría el tiempo y veía perfilarse la posibilidad de que el solitario gol de Poli que había subido al marcador al cuarto de hora, pudiese ser a fin de cuentas, lo que decidiera el signo del partido.

No hubo pues ni sorpresas ni auténticas novedades en Sarriá, sino todo lo contrario. Si muchos nos apuran, confesaremos que tuvimos la sensación de estar vien do un partido que ya habíamos visto anteriormente. El Valencia, que no presumió en verdad de original, vino a plantear el partido defensivo clásico; y el Español, como en tantas y tantas ocasiones en los últimos años, se reveló incapaz de atinar con la fórmula de invalidar la actitud protectora de los visitantes. En realidad eso fue todo: ocho, y a veces nueve hombres defendiéndose y un equipo lanzado a la ofensiva, que no logra encontrar la fisura, el punto débil, el ángulo vulnerable en la muralla adversaria. La sorpresa de Sarriá fue pues, por esta vez, que no hubo tal sorpresa.